𝚃𝚘𝚍𝚘 𝙲𝚊𝚖𝚋𝚒𝚘; 𝙼𝚊𝚝𝚒́𝚊𝚜 𝙶𝚊𝚕𝚕𝚊𝚛𝚍𝚘 [𝚝𝚎𝚛𝚖𝚒𝚗𝚊𝚍𝚊]

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— toma. –me pasa un mate.

— ¿cómo te enteraste qué estabas embarazada?. –la mire.

Julián y Amira se habían ido a comprar los regalos para navidad.

No me quedó otra que quedarme con Ornella, Bianca estaba con sus abuelos maternos.

— fue difícil. –se ríe. Le hice asco al vino, que eso es súper raro en mí.. tonces decidí ver que onda, hacerme unos análisis. –me cuenta. Y nada, salió que estaba embarazada.

— ¿no te dio miedo en el parto?. –le volví a pasar el mate.

— ¿vos me estás jodiendo?. –me mira. NO SALE TODAVÍA.

Me sobre salte y la quedé mirando asustado.

— bueno che, puede pasar algunas veces. –la mire mal.

— quiero helado. –se levanta. Vamos, vamos.

— ¿vas a comprar helado?.

— nono, VOS vas a comprarnos helados.

Me agarró del brazo y prácticamente me sacó de la casa, manejé hasta una heladería, bajamos y se pidió la copa de tres bochas, después de pedir los sabores nos sentamos afuera.

— esto es súper importante para nosotros. –me mira. Amamos que nos compren helados.

Uh a esta posta le pegó fuerte el embarazo, Dios mío.

Volvimos a casa, ya estaban Ami y Julián.

— ¿donde fueron sin mí?. –pregunta Julián.

— Mati me compró helado. –sonríe. Ahora voy a dormir un ratito, sopermi.

@amialvarez

Estamos yendo a buscar a Bianca.

— ¿por donde es?.

— dobla acá chino. –me señaló. Dale.

— bueno bancame.

— para mí, estamos perdidos. –dice Ornella.

— es por allá. –dice Julián. Dobla allá.

— me confundieron, decidanse. –los mire.

— ahora llamó a mi vieja para que salga afuera.

Amira la llamó, me metí por las señas que me hizo mi novia.

Estacione justo enfrente de Mari, quién tenia a Bianca en brazos, bajamos para saludarla, menos Ornella que la saludo del auto porque no quería salir.

Estaba así rara, ni idea porque.

Volví a manejar hasta casa, en el camino Bianca iba poniendo música.

— tía ¿qué te pasa?. –dice mi hija.

— nada mi amor. –suspira fuerte.

— ¿estás bien?. –la mira Julián.

— si.. AAAAAAAA.

La miramos asustados, ¡había roto bolsa!.

— cambia el rumbo hasta el hospital.

— que asco, se hizo pis la madina.

— AAAAAA. –grita Julián. ¿Qué hago?.

— AAAAAA. –gritamos Bianca y yo.

— ¡dejen de gritar!. –habla Amira. Julián ayúdala, pásate para acá, dale.

No se como, pero Julián y Amira cambiaron de lugar.

— me voy a morir, me voy a morir, me voy a morir. –dice Ornella. aa AMI POR QUÉ DUELE TANTO.

— cálmate, cálmate respira conmigo, dale, uno, dos, tres.

La estaba tratando de calmar, Julián estaba pálido, se estaba por desmayar el tarado.

Llegamos al hospital, Ornella entró a sala de parto rápido porque ya tenía al crío en la entrada, estaba súper delitada.

¿Julián? Le estaban tomando la presión.

— tengo mucho miedo. –se acerca Bian. ¿Qué le pasó a la tía? ¿Se va a morir?.

— no hija. –la alcé. Solamente que tu primito ya va a nacer ¿si?.

— ¿le van abrir la panza?.

Supongo que va a salir por la cajeta, pero si se complica si, le abren la panza.

— si hija. –le di un beso.

Llegaron Sofía y Santino corriendo.

También metieron a Julián en la sala de partos.

— ¿y?. –dice Sofía.

— todavía nada. –habla Amira.

— la tía se hizo pis.

Pobre, ella se quedó con que era pis.

Me quedé mirando a Bianca, ¿por qué no me dieron la oportunidad de estar en su parto? ¿Por qué no pude disfrutar ese momento con ella? ¿Por qué?.