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— mami ¿por qué papi no durmió con nosotras?.

— porque tenía cosas que hacer mi amor.

Le estaba haciendo dos trenzas en el pelo, se iba a pasear con mis hermanos.

— me llevo a Pepe. –me mira.

— bueno hija. –le di un beso en la cabeza. Estás hermosa.

— papi viene a la noche seguro, déjame decirle que quiero que me haga pastel de papa. –hace puchero.

Puta madre que me la hace difícil.

— yo le dije mi amor, ahora te vienen a buscar tus tíos.

En eso tocaron la puerta, Agustín y Rafa.

— cuidenla porfavor. –los mire. No la dejes con Agustín sola.

— que forra que sos, paso una vez nomas.

Bianca los abrazó, me dio un beso y se fueron con el perro también.

Me tiré en el sillón para mirar películas mientras comía helado, en eso llegó Sofía.

Se acostó en mi pecho.

— ¿qué pasó?. –le acaricie el pelo.

— ahoguemos las penas juntas. –se seca las lágrimas. Esta con Milagros, me boludeo.

¿Cómo?.

Imposible.

— ¿vos estás segura?.

— si, yo los vi, va no, vi la historia.

— pero tiene que tener una explicación. –la abracé. Santi no te va a boludear, él no es asi.

— al parecer si, porque lo hizo. –me miro. Yo sabía que me tenía que alejar de él, yo sabía.

— tenes que pedirle una explicación.

— ¡no! Lo más feo es que no somos nada, no tiene porque darme explicaciones, la que hizo falsas ilusiones fui yo, él no tiene la culpa.

Pasaron los minutos y se quedó dormida, yo le estaba hacienfo mimos, le di un beso en la cabeza y la tape bien.

Fui abrir ya que estaban tocando la puerta, estaba Matías apoyado en el marco de la puerta, para rematar con capucha y manos en el bolsillo.

Dale que me enamoras.

— Bianca se fue con mis hermanos.

— ya se, me los crucé. –me mira. Vengo hablar con vos.

— rápido, porque Sofía está mal y no quiero dejarla sola.

— ¿qué le pasó?.

— el pelotudo tu hermano paso. –le sonreí. Decime.

— yo estuve mal en estar con Agustina, pero cuando vos volviste, me importo una mierda mi relación con ella y me la jugue por vos. –me mira. No solamente por tener una hija, porque podríamos estar perfectamente separados y hablarnos solamente por Bianca pero no, yo quiero que lo intentemos, que nos salga bien. Estamos más grandes Amira, tenemos que saber sobrellevar las situaciones, no actuar cómo pendejos tóxicos que por cualquier cosa ya se están separando.

— yo. –agache la cabeza. Nunca te voy a poder perdonar lo de Agustina, yo no te prohibi nada, ni te oculte nada, fue tu noviecita, no yo. Lo intentamos, nos las jugamos obvio, pero ¿para qué? Si siempre va a estar metida en el medio.

— esta metida en el medio por vos boluda, porque yo ya esta, corte relación con ella desde que me enteré de la existencia de Bianca. –se ríe. Vos quedaste traumada.

— nunca nos llevamos bien nosotros Matías, siempre estábamos peleados, por mentiras, por celos, por jodas. Lo tapabamos porque eramos pendejos, ahora ni eso. –me acomode el pelo.

— yo estoy dispuesto a cambiar por vos, por nosotros, por la familia que podemos construir. –asiente. Pero queda en vos, pensalo.

Me da un beso en la cabeza y se va.

¿Donde mierda quedó el Matías histérico que apenas le decís que no, grita?.

Estaba por volver a acostarme con Sofía, pero volvieron a tocar la puerta.

— acá esta el que va a gritarme. –abrí. Dale grit... ¿GARNACHO?. –lo mire bien.

— ¡sorpresa!.

𝚃𝚘𝚍𝚘 𝙲𝚊𝚖𝚋𝚒𝚘; 𝙼𝚊𝚝𝚒́𝚊𝚜 𝙶𝚊𝚕𝚕𝚊𝚛𝚍𝚘 [𝚝𝚎𝚛𝚖𝚒𝚗𝚊𝚍𝚊]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora