𝚃𝚘𝚍𝚘 𝙲𝚊𝚖𝚋𝚒𝚘; 𝙼𝚊𝚝𝚒́𝚊𝚜 𝙶𝚊𝚕𝚕𝚊𝚛𝚍𝚘 [𝚝𝚎𝚛𝚖𝚒𝚗𝚊𝚍𝚊]

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— amor. –se tira a la cama. Santino y Sofía se fueron, mi vieja trae a Bianca a las ocho.

Me quedó mirando sonriendo.

— ¿qué me estás proponiendo Gallardo? No aaaaa Gallardo suena cómo que le estoy hablando a tu papá.

Me quedó mirando serio.

— te estoy proponiendo que podemos hacer muchas cosas Álvarez. –me iba a dar un beso pero freno. Me pasó lo mismo pero con Julián.

Nos empezamos a reír, somos dos boludos definitivamente.

Me subí encima de él y empecé a besarlo, me sacó la remera y estaba sin corpiño abajo, así que le hice un favor prácticamente.

Llevó uno de mis pezones a su boca para empezar a succionarlo.

Le agarré la cara para besarlo, sus manos frías por mi espalda.. por todo mi cuerpo mejor dicho, me estaba volviendo loca, la puta madre.

— dale Mati. –lo mire.

Dio una vuelta bruscamente dejándome abajo, me sacó la tanga, se bajó el bóxer y empezó a entrar en mí, haciendo que tire mi cabeza para atrás y clave mis uñas en la sábana.

Nos empezamos a mover más fuerte mientras nos dabamos besos, me decía cosas bonitas en el oído, me hacía sentir tantas cosas.

Los dos no vinimos, Matías quedó arriba mío acostado sobre mi pecho tratando de calmar su respiración.

— que linda vista. –dice mirando mis tetas.

— diría lo mismo, pero no puedo ver.

— ¿querés verlo?. –me da un beso.

— si, si quiero.

Se ríe, pero yo lo decía enserio.

Lo empuje para el costado haciendo que quedé sorprendido, me metí abajo de la sábana para empezar a jugar con su amiguito, lo masturbe con mi mano, hasta llevarlo a mi boca.

La mano de Matías estaba en mi cabeza, mientras soltaba jadeos, lo iba haciendo cada vez un poquito más rápido.

— LLEGUÉ YO. –abren la puerta de la habitación. AAAAA ¿QUÉ ESTÁN HACIENDO?.

Matías se sobre salto haciendo que yo me atragante y lo saque rápidamente de mi boca.

— ¿ QUÉ HACEN ACÁ?. –grita Matías.

— NO MI AMOR, NO VENGAS, PARA JULIÁN, VAMOS ABAJO.

Sentí que cerraron la puerta.

— ¿¡Julián dijo!?. –salí de abajo de la sábana.

Matías y yo nos quedamos mirando.

No salgo más de acá definitivamente.

Nos cambiamos rápidos y tratando de no hablar del tema.

— baja vos. –lo mire.

— ¿por qué tengo que bajar yo? Vos estabas debajo de la sábana, yo era el que estaba arriba.

Me puse roja.

— bueno basta, anda abajo y voy después.

— con el grito que pego Ornella, Julián se dio cuenta lo que estábamos haciendo.

— justo ella nos tenia que ver encima la puta madre. –me tape la cara.

— ME VIO A MÍ, NO A VOS.

— PERO ES LO MISMO.

— no gritemos que nos deben escuchar. –me tapa la cara.

Tratamos de bajar lo más normal posible, me acerqué para abrazar a Julián, a Ornella la evité.

— que sorpresa. –dije sin mirarlos. ¿Por qué no avisaron?.

— justamente para darles una sorpresa. –habla Ornella. Y me la llevé yo a la sorpresa.

— no entiendo de que hablas amor. –dice Julián. ¿Por qué el griterío de recién?.

— yo justo tengo que ir a buscar a Bianca. –habla Matías. Chau, ahora vengo.

Lo quedé mirando cómo diciendo que no se vaya, pero terminó saliendo.

— yo lo acompañó.

Julián fue detrás de él.

No me hagan esto, me da demasiada vergüenza.

— no fue lo que parece. –mire mis manos. Yo no estaba haciendo nada.

— LE ESTABAS HACIENDO UN PETE, tu sobrino te vio en ese momento. –se toca la panza.

— ¿podes olvidarlo? Porfavor.

— no, vos dos años seguidos me echaste en cara que nos viste cogiendo en el sillón con Julián, ahora me toca. –sonríe.

— no seas así boluda, fue sin querer, no sabía que venías.

— anda hacer unos mates.. nono, yo mate con vos no tomo. –niega.

— sos re maldita.

— y vos sos una petera. –se ríe. Las caras de Matías por dios, que horror.