𝚃𝚘𝚍𝚘 𝙲𝚊𝚖𝚋𝚒𝚘; 𝙼𝚊𝚝𝚒́𝚊𝚜 𝙶𝚊𝚕𝚕𝚊𝚛𝚍𝚘 [𝚝𝚎𝚛𝚖𝚒𝚗𝚊𝚍𝚊]

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Santino no me contesta las llamadas, no se donde pingo se metió, lo voy a matar.

Sentí que estaban tocando la puerta, fui abrir para encontrarme con Amira.

— holis. –me abraza.

Ah bueno, con confianza.

— ¿pasó algo?. –me alejé un poco.

— te venía a ver.. Bian se fue a pasear con Nahuel y tus viejos. –me miró. ¿Cómo te sentís?.

Regio, no sabes.

— estoy bien, me duele un poco el brazo nomas.

La dejé pasar, dejó unas cosas sobre la mesa.

— te traje helado y traje para hacerte unas albóndigas con tuco y arroz.

Mi comida favorita:)

Alguien tiene cola de paja mepa, me encanta estar en este lugar.

Yo siempre era el que tenía cola de paja.

— no hace falta. –me reí.

— te quería pedir perdón también. –me mira. Estuve muy mal, dije cosas que realmente no sentía Mati.

— yo no quiero hablar de eso ahora Ami, me siento cansado, me duele el cuerpo. –suspire. A Bianca ¿la traen para acá?.

— si, Nahue la trae.. ¿está Santi?.

— no, no se donde se fue.

Pendejo del orto, me desperté y ya no estaba al lado mío, no se lo voy a perdonar nunca.

Empezo a cocinar y yo la miraba, se notaba que estaba haciendo las bolitas de carne con asco.. pero que lastima que yo tenga un brazo menos.

Vamos a jugar un poquito.

— ¿la pasaste piola con Garnacho?.

— no quiero hablar de él. –suspiro. ¿Cómo fue el accidente?.

— no se, me descuide, Bianca estaba llorando, Santino no la podía calmar.. me puse nervioso y se me fue el auto.

— el auto terminó hecho mierda.

— es lo de menos, estaba mal que Bianca vaya adelante, me preocupe por ella.. en el impacto alcancé a agarrarla y cubrirla con mi cuerpo.

Vi que me miró y sonrió.

— lo bueno es que estan los tres bien, ¿por cuanto tenes que usar eso?. –lo miro.

— hasta que se me arreglé el hombro, no tengo idea.

Pero me encanta, todo lo hace Santino, no puede mandarme hacer nada.

Termino de cocinar, en eso tocaron la puerta, era Bianca, me abrazó apenas me vio.

— hola papito hermoso. –me da un beso en la mejilla. ¿Cómo estás?.

— bien hija ¿vos? ¿La pasaste bien?.

— si, adoptamos otro perrito...bueno es perrita esta, le puse Tokio. –sonríe.

Amira quedo mirando a Nahuel.

— cosas que pasan. –sonríe mi hermano.

Entró la perrita, me alejé automáticamente, choca fea.

(...)

Comimos, Bianca se había quedado dormida en mi brazo libre, Amira la fue a acostar.

— ¿podemos hablar?. –vuelve y se sienta al lado mío.

— ¿qué pasó?. –la mire.

— te quiero pedir perdón Mati, soy una boluda, no se.. me deje llevar por el momento. –empezó a hablar. Yo... yo enserio quiero estar con vos.

— pero para eso tenemos que dejar el pasado atrás Amira y vos eso no lo haces, yo admiti mis errores, pedí perdón por eso y estoy dispuesto a cambiar, a remediar todo, pero vos, vos hiciste las cosas mal.

— déjame arreglarlo. –me agarra la mano. Sos el amor de mi vida y no quiero hacer como si nada, quiero que seamos todo Matías, ¿me perdonas?.

No bueno, yo no puedo hacerme el difícil tanto tiempo.

Amo a esta chabona, me re puede, no puedo decirle que no o hacerme rogar.

Le agarré la cara con mi manito libre y le di un beso, se subió a mi regazo para profundizar el chape.

— te amo. –la mire a los ojos. Mucho te amo.

— te amo más chinito, sos mi re amor.