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Me desperté asustado, ya que sentí que me estaba ahogando literalmente.

— ME AHOGÓ, AYUDA. –saltó de la cama.

Escuchó las risas de mi hija y mi mujer, miró automáticamente, veo a Bianca con una botella en la mano.

— yo no lo puedo creer. –me levanté.

Caminé hasta el baño.

— mami, creo que papi se puso de mal humor. –siento que dice.

— amor. –viene Amira. Es chiquita, no podes enojarte.

— no me enojaba si lo hacía ella sola, pero vos estabas al lado. –la mire mal.

— no te enojes papi. –me abraza fuerte. Fue idea del tío Tati.

Y si, de mi hija jamás me esperaría algo así, ella es un pan de Dios, no hay maldad.

Bajamos, desayune algo mientras Bianca corría por toda la casa.

— ¿qué te vas a poner esta noche?. –la mire.

— ¿por qué o para qué?. –me miro sin entender.

— tengo la cena en River de fin de año amor. –le di un beso. Y quiero que ustedes me acompañen.

— ¿te vas a poner a cantar enfrente de todos?. –se ríe.

— te recuerdo que eso pasó porque me dejaste.

— recordemos el motivo por el cual te deje. –se aleja. Acordate.

— era un pendejo Ami, ahora no lo haría. –suspire.

— pero lo hiciste.

¿Me está jodiendo, no?.

(...)





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𝚃𝚘𝚍𝚘 𝙲𝚊𝚖𝚋𝚒𝚘; 𝙼𝚊𝚝𝚒́𝚊𝚜 𝙶𝚊𝚕𝚕𝚊𝚛𝚍𝚘 [𝚝𝚎𝚛𝚖𝚒𝚗𝚊𝚍𝚊]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora