𝙆𝙊𝙄 𝙉𝙊 𝙔𝙊𝙆𝘼𝙉 // 𝙎𝙊𝙊𝙅𝙐𝙉

𝟯𝟴

— Kim Yeonjun...

El rubio sintió como todo su cuerpo se erizo ante aquella voz, le era posible no reaccionar a cada palabra que Choi Soobin dijera, pero aun así no detuvo sus pasos, no podía hacerlo allí en medio de tantas personas que podían verlos, no se sentía preparado como para exponerse ante tantas personas si de Soobin se trataba.

— Por favor espera — Hablo el mayor siguiendo sus pasos, caminando entre las personas que lo alejaban del rubio.

Yeonjun rápidamente comenzó a subir las escaleras mirando hacia atrás notando que el azabache aún no lo alcanzaba, continúo su camino, subiendo cada una de las escaleras en zigzag que los llevaba hasta el último piso, el cual les daba acceso a la azotea.

Necesitaba tranquilidad, quería estar solo, dejar de pensar en todo lo que había sucedido en tan solo tres días, dejar de recordar cada golpe, cada súplica y cada llanto que había soltado en todo ese tiempo, su vida hacia resultado tan tranquila y monótona por tantos años que de repente la familia Choi apareció, trayendo a Choi Soobin a su vida y haciéndola girar 180 grados.

"— ¿Podrías cuidarlo?, él es una de las tres personas más importantes de mi vida... y quiero creer que serás capaz de aceptarlo y amarlo sinceramente"

Se le hizo imposible no sentirse mal ante aquél recuerdo, aquellas palabras tan sinceras y cálidas que Minhyuk le dio aquella tarde no dejaban de crear lágrimas en sus ojos, las cuales no dejaban de salir entre sollozos que sentía haber acumulado durante todas esas horas, sentía que le estaba fallando a lo que él había dicho, pero no podía lastimar a Soobin, no quería hacerlo pasar por algo que ya había vivido, lo quería demasiado como para hacerlo volver a lo mismo y él, a pesar de no sentirse capaz, podía soportarlo solo.

Entre llantos, dejo caer su mochila aún lado y cubrió su rostro intentando contener los sollozos que escapaban de sus labios, la fría brisa de invernal no dejaba de golpear su cuerpo en aquel lugar tan expuesto, pero de repente, la calidez y el dolor, fue provocado por un cuerpo que lo envolvió desde atrás, cubriendo su espalda y una mínima parte de su pecho.

Sus sollozos se detuvieron, más sus lágrimas siguieron cayendo, en silencio, cada una más dolorosa que la otra, la fuerza que ejercía el contrario en aquel abrazo solo demostraba todo lo que sentía, el miedo y la desesperación que había experimentado durante esas 82 horas en las cuales no había tenido noticias de él.

— No sabes la desesperación que he sentido durante estos días... el miedo de no poder verte, de no saber de ti —Murmuró el azabache sintiendo como un nudo se formaba en su garganta.

— ¿Por qué nunca escuchas lo que te digo?...

— Porque sé que no quieres que me aleje realmente —Respondió el mayor con algo de dificultad mientras se aferraba con fuerza al más bajo logrando sacarle una queja.

— Me estás lastimando —Dijo él sollozando mientras intentaba soltarse.

Soobin no tardó en liberar al menor quien se alejó llevando una mano a su espalda mientras aún le daba la espalda, de pronto como si el mundo lo golpeara, se acercó al menor y lo dio vuelta encontrándose con su mirada cristalizada, sus ojos estaban hinchados y había unas leves ojeras bajo sus ojos, con cautela levantó su mano y la colocó debajo del abrigo mientras el menor limpiaba sus mejillas con la manga de su abrigo.

Yeonjun dirigió su mirada hacia él cuando sintió la mano de este en su espalda baja, recorriendo un poco está logrando hacerlo reaccionar, empujó al azabache de inmediato y este fuerzas ni ganas de impedirlo se alejó unos pasos perdiendo el equilibrio ante la realidad de las cosas, sus ojos se cristalizaron de inmediato, mientras diferentes escenas se reproducían en su cabeza.

— Te golpeó... —Murmuró él mientras veía al menor sostener ambos costados de su abrigo con fuerza. — Me mentiste... Dijiste que estabas bien, pero no era cierto, me mentiste

— No es algo que deba afectarte...

— ¡¿Por qué no? Lo que menos quería era que esto pasara y nos descubrieron, pensé que por el amor que sentíamos el uno por el otro podríamos estar juntos, pero tú papá te llevo y no pude estar allí para intentar evitarlo, ¡hubiera preferido que me golpearan a mí! —Grito él sin poder contener su llanto, apoyo sus manos en el piso mientras cerraba sus ojos dejando salir nuevamente el dolor que sentía. — Fui yo quien te persiguió durante todo este tiempo, es mi culpa haber insistido... es a mí a quien deberían castigar por esto, no a ti...

Yeonjun cerro sus ojos mientras escuchaba cada palabra del mayor, cubrió su rostro mientras las lágrimas salían una tras otra y ahora ni siquiera se sentía capaz de contener las.

— De verdad lo lamento... debí detenerme y alejarme cuando me lo pediste —Murmuró él negándose a mirar al rubio quien no se había movido de aquel lugar en ningún momento. — Pero no podía Yeonjun, no soy así...

— Cada vez que te pedía que te alejaras... lo único que quería era tenerte más cerca, pero no podía, no puedo, porque no quiero que esto vuelva a ocurrir, eres alguien que de verdad merece ser feliz...

— Pero yo quería ser feliz contigo —Hablo él interrumpiendo al menor mientras las lágrimas caían lentamente por sus mejillas, haciendo crecer el nudo en su garganta. — Quería que fueras feliz conmigo...

— Pero no puedo —Murmuró el rubio sollozando mientras desviando su mirada por unos segundos antes de atreverse a acercarse y arrodillarse frente a él. — Por favor entiéndeme, no quiero que estés expuesto a los malos tratos que alguna vez recibiste

— Yo puedo soportar eso... —Dijo él envolviendo el rostro del menor con sus manos. — Yo puedo aguantar eso, pero tú no y no quiero que lo vivas otra vez...

— Entonces aléjate...

— No, no puedo —Dijo él negando de inmediato mientras se acercaba uniendo sus rostros y cerrando sus ojos en el proceso.

— Si puedes —Murmuró Yeonjun sollozando levemente mientras sentía la cálida cercanía del cuerpo ajeno.

— ¿Y qué hago con lo que siento? ¿Qué hago si no puedo dormir pensando en que puedes estar pasando? —Murmuró él limpiando las mejillas del menor acercándose lo suficiente para rozar sus labios.

Yeonjun soltó un suspiro entrecortado mientras sentía la frío que estaban los labios del mayor tocando los suyos con cada impulso de querer besarlo, pero él no podía contenerse, no después de todas sus preocupaciones, después de todo el dolor que habían sentido durante esos días y por lo mismo, no tardó en unir sus labios de una manera un poco brusca, Soobin ni siquiera pudo reaccionar de una manera diferente, solo siguió aquél beso que era lento pero tan profundo a la vez, lleno de tantas emociones que estaban sintiendo.

Con cuidado se dio el descaro de pegar el cuerpo del menor a él, está vez con cuidado de no lastimarlo, envolviendo la espalda baja del menor mientras lo apegaba a él, lo suficiente para sentarlo sobre su regazo, aunque su única intención de por medio era el aferrarse a él, sin tomar en cuenta nada de lo que estaba pasando a su alrededor.

— Mmm... espera —Murmuró Yeonjun con su respiración demasiado acelerada como para continuar, apoyo frente contra la del mayor quién soltó un suave suspiro mientras colocaba su mano en la mejilla del menor.

— Respóndeme solo una cosa —Pidió él mientras mantenía sus ojos cerrados, sintiendo suaves hormigueos en sus labios ante el beso que habían compartido recientemente. — ¿De verdad me quieres?

El menor trago con dificultad mientras abría sus ojos encontrándose con los oscuros iris del mayor, este no se alejó en ningún momento, mientras que él asintió levemente mientras mantenía su mirada, sin atreverse a acabar con aquel contacto visual, pero de repente el mayor se encontraba nuevamente besándolo y él no podía seguir allí, no cuando le había pedido que se alejara.

— Me tengo que ir —Murmuró el menor alejándose del azabache para poder levantarse, paso la manga de su abrigo por sus mejillas y tomo su mochila rápidamente antes de que esté pudiera levantarse. — Si tú de verdad me quieres, entonces también debes entender que esto es por nuestro bien ¿Sí? Creo que estamos en el momento equivocado de nuestras vidas

— No puedes simplemente decirme que me quieres e irte, oye —Dijo él levantándose rápidamente. — Yeonjun...

El rubio intento sonreír, aunque no pudo lograrlo, colocó una mano en su rostro y se dio la media vuelta para poder entrar al edificio de la universidad y comenzar a bajar las escaleras sintiendo un vacío en su pecho mientras escuchaba al mayor llamarlo desde afuera.