Narra Mew:
Perder a Gulf no es una opción para mí, no permitiré que se vaya de mi lado y lo reclamaría mil veces ante de que el pueda escapar de mí. Eso es lo que me llevó a besarlo como si nada más importara, solamente quiero probar sus labios y demostrar que aunque es un vampiro, también puede ser mío.
Anoche, la sangre en su boca no me permitió saborearlo bien, ahora puedo morder sus labios y desear que estén hechos solo para mí. Gulf me empuja en un par de ocasiones, sin éxito alguno por el cansancio en su cuerpo; pero no quiero detenerme, porque si lo hago, sé que se irá y una segunda vez, no podré recuperarlo.
- ¿Por qué no me dejas ir? ¡Tú no me quieres contigo!
- Eres mío, ¿de verdad creíste que escaparías de mí y no haría nada?
- ¡¡¿De qué me sirve estar en esa cabaña si no puedo tenerte?!! - Se escuchó tan frustrado, casi pude sentirlo.
- Bien, entonces, me tendrás.
Besé a Gulf, aún con más pasión que las veces anteriores y en lugar de rechazarme, ahora me correspondió perfecto y rodeó mis hombros con sus brazos. Quiere ser mío y yo quiero ser suyo, es todo lo que me importa en este momento, si lo reclamo, nadie en su sano juicio se atrevería a quitármelo.
- ¡Alfa, estás bien loco!
- Mew... Dime, Mew.
- Mew, debemos bajar de aquí.
- No quiero, aquí nadie nos verá, ni te escucharán y mucho menos te ayudarán.
- ¿De verdad serás mío?
- Y tú mío... No lo olvides nunca.
🔥🔞🔞🔞🔥
Hay ventajas al ser el destinado de un lobo, el cuerpo reacciona de diferentes maneras, como el calor que emana Gulf, en verdad se siente muy caliente. Además de la lubricación, se conoce perfectamente que un lobo tiene un miembro grande, así que su pareja necesita más lubricación de la normal para poder resistir.
Pude sentir como estaba mojándose cuando metí mi mano en su ropa para poder tocarlo, lo besé de nuevo y el se soltó de forma violenta de mis labios para gemir. Se sujeta de mi brazo con fuerza pidiéndome que no juegue con lo que estoy haciendo, suplicando que no lo deje así de nuevo, que le haga el amor.
- Esta vez, nada podrá detenerme.
- ¿Y por qué te estás tardando en quitarme la ropa?
- Es tu primera vez, debo hacerlo lento y cuidadoso.
- Mi alfa, soy tuyo. Por favor, apresúrate.
Mordí sus labios mientras rompía el resto de su ropa para poder ver su cuerpo desnudo; Gulf se aferró con fuerza a mis hombros. Poco a poco me arrodillé frente a él, su mirada estaba llena de lujuria, sonrío al ver su expresión, luego paso mi lengua por su pene que parece estar esperando mucho más de lo que le estoy dando.
Repartía besos por todo su grosor que cada vez pulsaba más, mientras mi mano se iba a la parte de atrás para empezar a prepararlo, porque sé que no lo soportaré. El cuerpo de Gulf temblaba, su mano estaba sobre mi cabello guiando el movimiento; jadeaba fuerte por recuperar el aire en sus pulmones y eso no me detuvo.
- Aahh... Mew...
- ¿Te gusta o me detengo?
- ¡Eres un imbécil!
- Tu boca es un poco sucia al hablar... Arrodíllate Gulf, la limpiaré por ti.
Estábamos en ramas diferentes, por eso fue fácil que se arrodillara, toqué el rostro de Gulf y me incliné para besar sus delicados labios antes de que usara su boca para mí. Se sentía increíble, tan cálido y húmedo, temía perder el control e insertarme en su boca hasta lo más profundo y escuchar como luchaba por respirar.
Pero al final, no tuve que hacerlo, él sabía perfectamente lo que yo pensaba, ya que fue voluntaria la forma en cómo metió mi pene en su boca. Tuve que separarlo o terminaría en su garganta antes de hacer todo lo que deseo con ese cuerpo; y después de acorralarlo de nuevo contra el árbol, decidí decirle la verdad sobre lo que pasó anoche.
Narra Gulf:
Nunca imaginé que así se sentiría ser deseado por mi destinado, es como si mi cuerpo quisiera más y no soy capaz de controlar lo que me exige. He cumplido cada capricho que puedo sentir que Mew desea; y justo cuando ya no quiero que se detenga más y lo haga de una vez por todas, se detiene a confesarme algo.
- Anoche, no fue mi intención irme. Es que no eras consciente de lo que tu cuerpo pedía.
- ¿Por qué me dejaste? ¡Yo solo quería estar contigo!
- Pero sí lo hicimos Gulf, en mi mente, lo hicimos tres veces... Cada una fue más caliente que la otra y te penetré con la fuerza que pediste. - Mis piernas temblaron cuando lo escuché.
- ¿Te tocaste pensando en mí? ¡¿Y por qué no dejaste que lo hiciera yo?! - Se acerca a mi oído y susurra:
- Respira hondo Gulf, porque mis fantasías están a punto de hacerse realidad.
Mew abre mis piernas y me ayuda a enredarlas en su cintura, con las palabras: “respira hondo”, empieza a meterse lentamente en mí. Pese a la lubricación que mi propio cuerpo liberó, en verdad fue muy doloroso, tanto que algunas lágrimas escaparon de mis ojos e inserté mis uñas en su espalda, causando unos arañazos.
El aire que introduje en mis pulmones para tratar de resistir la penetración, salió en cuestión de segundos cuando lo sentí dentro de mí. Un inmenso jadeo me hizo soltarlo todo, después de haber entrado por completo, Mew no se movió, se sujetó a árbol con fuerza mientras me besaba y al mismo tiempo me masturbaba.
- ¡Estás... Apretado!... - Se escuchaba claramente el esfuerzo que hacía para no perder el control. - ¡Por favor, no te pongas tenso! Relaja tu cuerpo.
- ¿Me marcarás Mew?
Hace una pequeña pausa para sonreírme, y al momento de inclinarse para besarme, empezó a moverse con lentitud, tan despacio que me desesperaba. Un lobo es mi destinado y sé que son muy dominantes y descontrolados cuando están en un momento como este; pero me encanta que Mew sea paciente en mi primera vez.
Puedo sentir como me rozo una y otra vez contra el tronco, pero no quiero desconcentrarme de lo que me está haciendo, deseo recordar cada segundo. Sus penetraciones empiezan a volverse más fuertes y profundas, provocando que mi voz no pueda quedarse en mi garganta, me abrazo a su cuerpo, enterrando mi rostro en su hombro izquierdo.
- ¡Rico... Mew!
Al principio me dolió, pero eso poco a poco fue disipado, sobretodo cuando mi cuerpo liberó más lubricación, invitándolo a que fuera más rudo si así lo deseaba. De pronto, siento que estamos a punto, ninguno podrá soportarlo mucho tiempo, el miembro de Mew pulsa más rápido dentro de mí y él pierde el control de sus embestidas.
Los gruñidos de Mew se escuchaban tan sexys, sus brazos son tan fuertes y su cuerpo suda junto al mío, mientras nos lleva a ambos a un inevitable orgasmo. El momento se tornó placentero y lujurioso, hasta que siento sus dientes en mi hombro, en una mordida tan fuerte que me hizo terminar entre nuestros cuerpos.
- Eres mío ahora, Gulf... Y yo soy tuyo.
- Te amo Mew.
Sonreí después de decirle aquellas palabras que salieron directamente de mi corazón y lo vi abrir su boca, pero antes de decirme algo, vio detrás de mí. Lo que veo en su rostro, es una imagen de preocupación, por eso me giré un poco y veo como el cielo empieza a aclararse, lo que indica que el sol saldrá muy pronto.
- ¡Mew! - Dije con tono de preocupación.
- ¡No lograremos llegar a la cabaña! Estamos muy lejos. ¡Buscaremos un refugio! ¡Sujétate!
Mew se suelta del árbol, lo que nos hizo caer en picada hacia el piso, pero antes de caer, él se transformó en lobo, con eso consiguió que no nos lastimáramos. Empieza a correr en dirección contraria al sol y logro ver una cueva a la distancia, por la posición en la que está, es evidente que no llega la luz de el sol.
- ¡AUCH!
El sol lastimó mi pie y Mew en su desesperación por salvarme, frenó de forma brusca, no pude sostenerme de su pelaje y acabé dentro de la cueva en cuestión de segundos. Él entró después de mí, se convirtió en humano y revisó mi pie, la verdad es que no fue tan grave, de seguro se curará con algunas horas de descanso.
- ¡Te arde, puedo sentirlo!
Sonreí, porque es la marca de unión que tengo ahora, la que lo hace sentir lo mismo que yo; pero lo que me preocupó, es que empecé a sentir mucho calor...