Capítulo 13

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Narra Anson:


Tal vez aún no conozco muy bien a Charles, y tuve que descubrirlo por culpa de Zee; pero eso ya no importa, lo único realmente relevante para mí, es que me gusta cuando me hace suyo. Me subí a horcajadas en él viendo cómo su cuerpo se tensó al instante; por lo que busqué sus labios para que me besara de esa forma casi asfixiante.

- ¡Anson!... Ten piedad de mí, por favor... Soy solo un humano. - Su suplica es en vano, él es demasiado bueno en lo que me hace.

- Charles, me portaré bien; prometo no lastimarte... Solo... Yo quiero...


🔥🔞🔞🔞🔥


Antes de que yo pudiera terminar mi petición que se escuchaba casi como un sollozo; Charles ya me estaba besando de nuevo y sé adueñó por completo de mis labios. Su lengua invadió mi boca en su totalidad, empecé un vaivén con mis caderas que sabía que le encantaba y mordí levemente su labio, dejándome saborear su sangre.

Se levantó de la cama, me quitó la ropa a una velocidad increíble, ni siquiera me dejó quitarle la suya; él se la quitó solo y después se vino sobre mí, empujándome contra la pared. Me golpeé la cabeza con mucha fuerza, pero me fascinó que fuera así de salvaje, en un momento tan lujurioso, enredé mis piernas en su cintura y él me regañó.

- Debería de dejarte en abstinencia; mira mi labio, prometiste no lastimarme.

- Solo déjame sentirte... Quiero saber que siempre seré tuyo.

Bajé mi mano derecha por si torso duro como roca, llegando hasta su entrepierna sin quitar mis ojos de los suyos, fue tan sensual, más que nada cuando cerró sus ojos y sollozó mi nombre. Su miembro estaba duro como roca, y con mis caricias, parecía que no duraríamos mucho, por lo que lo llevé a mi entrada y metí un poco.

- Aahh...

- Quita tu mano, yo lo haré...

Obedecí esa voz ronca, sensual, cargada de deseo, y que es capaz de ponerme de rodillas si se lo propusiera; luego de quitar mi mano, me penetró de una vez y tuve que enterrar mi cabeza en su cuello para no lastimarlo por la intensidad de lo que sentí; gemí tan fuerte, que se escuchó como un eco en toda la habitación.

Nos besamos con intensidad mientras trataba de no lastimarlo con mi fuerza, uñas o colmillos; solo quería que nos entregáramos a esto que nos atrae, a lo que me desespera por tenerlo dentro de mí. Es un calor asfixiante que me hace suplicarle por más, aún sabiendo que ya está siendo bastante rudo con mi cuerpo, apesar de ser humano.

- ¡Maldita sea, Anson!

Se sentía tan bien que me tuviera a su merced contra aquella pared, los gruñidos que salían de su garganta, el sudor de nuestros cuerpos y los gemidos un tanto vergonzosos que me arrancaba. Diría que levitaría en cualquier momento; pero la verdad es que sí volamos hasta el techo, donde mis uñas se incrustaron para sostenernos.

- ¡Hazme un bebé, Charles!

Susurré contra sus labios antes de robarle otro beso; su espalda estaba contra el techo, sus manos viajaron para sostener mi trasero y me ayudó a moverme para que me penetrara con fuerza. Jamás imaginé que estar en un lugar tan inalcanzable, sería así de estimulante; y no me deja comprender la razón por la que la habitación sé siente tan caliente.

Charles se inclina para morder mi cuello, mis clavículas y pellizca levemente mi pezón derecho; me está matando de placer, estábamos tan calientes, que nosotros mismos podríamos haber incendiado la cabaña y juro que lo último que haría, sería arrepentirme de ello; ¿por qué hace tanto calor en este momento?

Sangre Peligrosa "MewGulf y CharlesAnson"Where stories live. Discover now