Todos estamos locos
A Gu Lingxiao le pareció un banquete de lo más aburrido.
La mayor parte del tiempo, los dos jefes de secta se dedicaron a hacer cortesías y a presumir el uno del otro durante un rato.
Hoy, Xie Jiu Ze no estaba muy animada y sólo quedaba Lin Youzhu para iniciar la conversación, que poco a poco se desvió hacia Chi Ning.
"Inmortal Chi, recientemente he descubierto una nueva capa de intención de espada", dijo Lin Youzhi, "¿por qué no tenemos algo de tiempo para una sesión de competir?"
Chi Ning rara vez había bajado de la montaña a lo largo de los años, alegando siempre estar recluido. Los dos hermanos mayores eran los que tenían que representar al Pico Cuyu en ocasiones.
Con el paso del tiempo, los rumores se extendieron inevitablemente en el mundo exterior.
Lin Youzhi probablemente había escuchado algunos de estos rumores y había venido a probar a Chi Ning.
Chi Ning levantó originalmente su vaso para beber, pero su expresión no cambió al decir: "Bien".
"El nivel de cultivo del maestro Lin es sólo YuanYing, así que sería condescendiente pedirle a mi maestro que lo haga", Gu LingXiao tiró de la manga bajo el caso de Chi Ning, "Si el maestro Lin quiere enseñar, yo, Gu LingXiao, puedo hacerlo por él".
Las palabras eran tan salvajemente contradictorias que incluso una persona suave y mundana como Lin Youzhi se atragantó por un momento, mirándolo fijamente, incapaz de hablar.
¡Un simple mocoso se atrevió a llamar a su farol!
(Desafiarlo)
Por suerte, Xie Jiuzhe pudo aliviarlo a tiempo: "El maestro Lin está muy cansado, ¿por qué no descansa primero unos días y espera a la sesión de la competencia?"
El tema se trasladó apresuradamente, pero Gu Lingxiao se había convertido en el centro de atención de la sala.
Las pocas mujeres practicantes de la Secta Qianye comenzaron a susurrar.
Se habían fijado en Gu Lingxiao cuando siguió a Chi Ning a la sala, el joven era extremadamente llamativo, sus cejas eran profundas y cortadas con un cuchillo. Aunque era joven, su aura ya era extraordinariamente tranquila.
Gu Lingxiao no era consciente de las corrientes subterráneas que le rodeaban, se inclinó y quitó la copa de vino de la mano de Chi Ning, sustituyéndola por una taza de té caliente en su mano: "El maestro no puede beber vino frío".
El calor estaba en la palma de su mano. Chi Ning frunció los labios, todavía incapaz de culpar a Gu Lingxiao por ser imprudente.
Cuando Gu Lingxiao levantó los ojos, sólo vio que las cultivadoras de la Secta Qianye miraban hacia ellos.
Lo primero que hicieron fue mirar a su maestro. Gu Lingxiao resopló mirándolos a todos.
La mayor parte del banquete se celebró. Gu Lingxiao miró a la secta Qianye con cuidado. Sintió que la Secta Qianye se había esforzado mucho para hacer ruido esta vez.
Lin Youzhi no se movió, pero fue Huo Liu, que estaba sentado a su lado, quien se levantó de repente, lo que era bastante sospechoso.
Gu Lingxiao también siguió su ejemplo y se levantó. Chi Ning estaba hablando con JiuZe cuando levantó la vista y le preguntó: "¿A dónde vas?".
"Para estar sobrio, ya vuelvo". Gu Lingxiao respondió.
Huo Liu tenía prisa y, tras salir del vestíbulo principal, dio la vuelta a la parte trasera del edificio y se metió por un camino lateral.
Parecía conocer bien la topografía de Cuyu y tenía un destino claro en mente.
Por miedo a alertar a la serpiente, Gu Lingxiao hizo acopio de su energía espiritual y la siguió de lejos.
Huo Liu dio varios rodeos y giró en un cruce, mirando con recelo a sus espaldas.
Afortunadamente, había un pequeño ático a la vuelta de la esquina para cubrirse, así que Gu Lingxiao se escondió contra la pared y esperó un momento antes de volver a seguir.
Desde la posición de Gu Lingxiao, sólo podía distinguir el contorno de la espalda de Huo Liu, pero no podía distinguir su rostro.
Cuanto más caminaba Huo Liu, más aislado se encontraba, pisando un camino de piedra que sólo conducía a un lugar.
Efectivamente, Huo Liu se detuvo frente a un edificio alto.
Era el edificio de la colección de libros del pico CuYu.
Hoy, la mayoría de los discípulos del Pico Cuyu habían ido al salón principal, por lo que el edificio estaba vacío y deprimido en el exterior.
El edificio tenía trece puertas y trece sistemas prohibidos.
Sólo hay una entrada, y las personas que entran desde el mismo lugar pueden acceder a espacios diferentes debido a las distintas tarjetas de cintura que utilizan.
Para los de la secta, cuanto más alto sea el nivel de cultivo y la antigüedad, más prohibiciones podrán desbloquear.
Por ejemplo, Chi Ning tiene permiso para entrar en la duodécima puerta.
En cuanto a la decimotercera planta, nadie puede entrar excepto las sucesivas generaciones del Maestro de la Secta.
No mucha gente en todo el mundo sabía lo que se escondía bajo la decimotercera puerta prohibida.
Cuando Gu Lingxiao se escondió tras un muro bajo, miró el solemne edificio y recordó un viejo incidente.
En su última vida, fue en la cima del Depósito de Libros donde Gu Lingxiao luchó con Chi Ning por última vez.
La espada era tan afilada que cada vez que golpeaba, llevaba una intención de matar.
Sólo entonces Gu Lingxiao se dio cuenta de que Chi Ning, por muy frío e indiferente que fuera, también sentía odio, pues había matado a toda la gente del Pico Cuyu, y su cuerpo, aún blando, yacía en el suelo fuera del Depósito de Libros.
Así que Chi Ning lo odiaba y quería matarlo.
Gu Lingxiao realmente sintió placer. Las intensas emociones de Chi Ning le estimulaban más que la sangre.
El camino de cultivo de Gu Lingxiao era diferente, y no le interesaba el Manual de la Espada Luoqi en el llamado decimotercer camino prohibido. Miró el frágil aspecto de Chi Ning mientras caía al suelo con graves heridas, y un violento destello de excitación pasó bajo sus ojos.
"Están todos muertos de todos modos, los enterraré aquí, ¿de acuerdo?"
Gu Lingxiao encendió un fuego bajo el depósito de libros.
Un fuego abrasador envolvió el alto edificio, las llamas se elevaron, las vigas de madera se derrumbaron, Gu Lingxiao vio el color del fuego en las pupilas de Chi Ning, y el miedo, la desesperación.
Gu Lingxiao admiraba a Chi Ning como una presa, observándolo indefenso, con el hígado roto.
El fuego no se apagó, pero el brillo de los ojos de Chi Ning se apagó primero.
El sonido de la puerta abriéndose sacó a Gu Lingxiao de sus recuerdos.
Huo Liu ya había esquivado el edificio y Gu Lingxiao entró antes de que se cerrara la puerta de cobre.
La escena dentro de la puerta de bronce era desconocida para Gu Lingxiao, que no había estado antes en esta planta.
En esta sala, las paredes y el suelo eran todos del mismo color negro, con sólo una lámpara colgada en el centro de la habitación. En el suelo, donde brillaba la luz, estaba tallado el número doce.
Lo que Huo Liu había abierto era en realidad la duodécima prohibición.
La luz era tenue y Gu Lingxiao entrecerró los ojos mientras exploraba las filas de estanterías de madera.
Estaba vacío, no había nadie.
Una vez que Huo Liu entró en el edificio, se desvaneció en el aire.
Había puestos vacíos por todas partes, silenciosos hasta lo inquietante. Gu Lingxiao sintió que se había metido en un bolsillo negro y que luego alguien había atado bien la bolsa.
Le habían tendido una trampa deliberadamente.
"Es hora de mostrarse, ¿verdad?" Gu Lingxiao miró a su alrededor, "¿Cuál es el propósito de atraerme aquí?"
Un rincón de la habitación se volvió gradualmente oscuro y pesado, condensándose poco a poco en una figura humana.
Cuando vio el aspecto de la persona, el corazón de Gu Lingxiao sintió un escalofrío de maldad.
"Hace tiempo que no te veo, has crecido, no como tu madre". Gu Lin evaluó a Gu Lingxiao.
"No estás calificado para mencionarla". Gu Lingxiao dijo con voz fría.
"Es la única mujer que me ha desobedecido".
Siempre había lugares que el pico CuYu no podía controlar, como las afueras de las Llanuras Centrales, al norte de las Montañas Rotas de Xuan, donde había una gran zona de tierra vacía y silenciosa.
Antes de la aparición de Gu Lin, Yanbei era un desierto estéril. Donde la tierra bajo los pies se congelaba en invierno cuando hacía mucho frío. En verano cuando hacía calor y la arena amarilla llenaba el cielo durante todo el día, y la cosecha obtenida era bastante escasa.
Era una tierra desierta, perfecta para las ambiciones de Gu Lin.
Con una banda de forajidos, arrasó con las tribus que bordeaban el norte del país. Derramando sangre y cadáveres mientras saqueaba riquezas, hombres fuertes y mujeres.
Así que Gu Lin pisó los cadáveres y tomó el trono con la belleza en sus brazos.
"Te estoy derribando, Gu Lingxiao, te estoy vigilando, qué más da que hayas escapado de Yanbei, tienes la misma sangre que yo, los dos estamos locos".
"Seguirás el mismo camino que yo".
"¡No lo haré!" Gu Lingxiao blandió su Espada Zhaichen, apuñalando a Gu Lin una tras otra.
Gu Lin rió como un fantasma: "No puedes matarme, no puedes matarme ......"
Sólo era un fantasma, no se le podía matar, no se le podía diezmar.
En medio de las escabrosas risas, una estridente alarma sonó en todo el edificio, informando de una intrusión.