Quédate Conmigo # 2 Llévame a...

By MirandaPuentes22

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Aarón, es un stripper sexy, divertido, impredecible. Adora su independencia y su trabajo. Hasta que conoce a... More

Escritora
Sinopsis
Capitulo 1 (Despedida de soltera)
Capitulo 2 (La morena sexy)
Capitulo 3 (La boda)
Capitulo 4 (Jane Vanella)
Capitulo 5 (El bar)
Capitulo 6 (socios)
Capitulo 7 ( convencerla)
Capitulo 8 ¿Como que soy un ocho?
Capitulo 9 ( Ego herido)
Capitulo 10 ( Acosador)
Capitulo 11 ( Quédate esta noche)
Capitulo 12 (Amigos)
Capitulo 13 ( Amenaza)
Capitulo 14 (obsequio)
Capitulo 15 ( mensajes)
Capitulo 16 ( a ti toca buscarme)
Capitulo 17 ( El juego )
Capitulo 18 (Golosa)
Capitulo 19 ( Viaje)
Capitulo 20 ( Te quiero fue...)
Capitulo 22 ( Una oportunidad)
Capitulo 23 ( Decepción)
Capitulo 24 (tregua)
Capitulo 25 ( De regreso al pasado)
Capitulo 26 (Mi padre)
Capitulo 27 ( Se termino)
Capitulo 28 (Final)
Epilogo
Agradecimientos

Capitulo 21 ( Dos endiablados)

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By MirandaPuentes22

- ¡Jane!- grita un hombre. Ambos volteamos a ver a su ex esposo. Está de pie tambaleándose y se acerca a nosotros. Me fulmina con la mirada al igual que a Jane, de nuevo Jane tiembla, pero sé que lo hace por temor.

- ¡Lárgate de aquí, maldito imbécil!- reacciono al instante, pongo a Jane detrás de mí, ella no pelea conmigo, solo me abraza.

- ¿Qué haces aquí?- dice Jane, apenas la escucho.

- Vine por ti, mi esposa, vine desde muy lejos, para llevarte de nuevo conmigo.- esta borracho, sigue tambaleándose, espero que caiga, pero el desgraciado, sigue de pie.- Pero ahora te encuentro, con este niño te vas a ir conmigo, perra.- mi sangre hierve tan solo con el ultimo insulto, Jane me toma con fuerza, la siento helada.

- Solo ignóralo-susurra.

- ¿Qué pasa niño?... yo soy su marido.

- Eres mi ex esposo.- dice Jane, intentando controlar el miedo que siente cuando tiene a este hombre cercas.

- Vine por ti Jane y no me iré sin la golfa de mi esposa.- suficiente, no pude aguantar ni un insulto más. Me zafe del agarre de Jane y me acerque al idiota.

- Más te vale que te retractes.

- Aarón, no lo hagas.- me pide Jane, pero yo ya estoy muy lejos de entender razones.

-  ¿Qué es lo que harás?- le doy un empujón y está a punto de caer, pero tiene más equilibro del que creí. Intenta darme un golpe, pero soy más rápido que eso y soy yo el que termina dando un golpe en la mandíbula, lo cual lo manda al suelo.

Me toma de la pierna, no sé qué es lo que intenta lograr, hasta que siento un golpe, el desgraciado me dio en la rodilla, le doy una patada en el costado y vuelve a caer.

-No te vuelvas acercar a ella de nuevo.- me acerco a Jane la envuelvo en mis brazos, pero ella sigue mirando a su ex marido en el suelo.

- ¡Ella tiene la culpa, ella me quito todo!

- ¡Aprende a trabajar!- le grito, Jane me toma de la mano, en la cual tengo algo de sangre y me estira para que entremos al hotel.

- ¡No es solo eso, ella me quito a mi hijo!- me detengo, Jane baja la mirada. Volteo a ver al ex esposo de Jane, que ahora intenta levantarse, Jane vuelve a estirarme.

- Entremos, por favor.- me dice Jane.

- Te volveré a buscar a Jane.- Jane cierra los ojos, y no se en que momento me suelta y camina directo a su ex esposo. Corro detrás de ella.

- ¡Escúchame imbécil, te vuelves acercar a mí y te quitara cada centavo que te queda, sabes que lo hare, ahora soy mucho más fuerte que tú, cuento con más recursos, y no me detendré hasta dejarte en la calle, asi que piénsalo, porque esta fue la última que me haces, no eres nadie, no volverás a pasar encima de mí!- le da una abofeteada, la tomo de los hombros y la estiro de nuevo a mis brazos.

- Tranquila linda.- la alejo de su ex esposo, quien por fin ha logrado levantarse y caminar hasta su auto.

- no me llames linda.- me dice cuando entramos al hotel.

Se recuesta en la cama. Me acomodo a su lado, la envuelvo entre mis brazos. Le doy un beso en la mejilla y acaricio su brazo, mientras ella sigue en silencio. No sé si me lo contara, y no me interesa si me lo cuenta, en realidad lo único que quiero es quedarme con ella, escucharla o simplemente quedarme asi, toda la noche.

-Tuve un aborto.- dice y la escucho romper en llanto. Me aferro más a ella, le sigo dando besos en las mejillas. Me sigue dando la espalda, por lo cual, la estiro para quede a mi lado, cierra los ojos, y miro como brotan lágrimas de ellos. Besos sus ojos, acaricio su piel, esperando a que se tranquilice.- Él nunca me lo ha perdonado, ni siquiera yo me lo he perdonado.

- Tranquila, cariño- le digo al oído, aun dándole tiernos besos.

- No me llames asi.- dice entre dientes. Su nariz esta roja, y sus ojos intentan controlar el llanto. Jane llorando, nunca pensé ver esto, sin embargo aquí estoy, viéndola, y aun en estos momentos, me parece la mujer más fuerte, obstinada, orgullosa y mandona, que haya conocido en mi vida.

- Te llamare asi y todas las maneras en que se me ocurra, porque eso eres Jane, eres hermosa, linda, preciosa, eres sexy, rojita, y te llamare cariño, porque eso es lo que siento por ti, y cuando lo digo, solo lo digo pensando en ti, asi que basta, te puedo jurar que tu más que cualquier otra mujer se merece que la llamen tan cariñosamente.- abre los ojos y me encuentro con sus ojos claros que ahora están ahogados en lagunas.

- Yo no sabía que estaba embarazada, antes de saberlo yo no había pensado en divorciarme, pero cuando me entere, fue imposible no pensarlo, fue justo lo que hizo mi madre por mí, ella dejo a mi padre, por mí. Yo tenía que hacerlo por mi hijo, tenía que alejarme. El día que lo decidí, el día que tome mis maletas y me enfrente a mi ex esposo, tuvimos una fuerte discusión, salí casi corriendo y me caí. Si yo hubiera ido al hospital un día antes, me habría enterado que tenía un embarazo de alto riesgo y tal vez

- Tenías que irte Jane, no había más opción, tenías que ser fuerte, tú no tuviste la culpa.

- Cuando mi padre se enteró se puso histérico y mi ex esposo me tomo más odio, fue la última vez que los vi, después de eso, pelee por librarme de ambos, lo demás ya lo sabes.- bese su frente, sabía que había más historia, ahora entendía porque no quería hablar de ello.

- Eres una mujer muy fuerte y valiente, no necesitas a nadie, escúchame, eres Jane Vanella, una mujer que ha salido triunfante en la vida, ningún hombre puede destruirte- bese sus labios, fue un beso tierno, un beso que esperaba que la reconfortara.

- Tengo miedo- susurra.

- Estoy aquí, preciosa.- pase mis manos por su abdomen y la acaricie. Ella cerró los ojos.

- No te quiero fuera de mi vida.- cerré los ojos.

- No iré a ningún lado.

- Aarón

- ¿Si?

- ¿Te quedas conmigo?- bese su frente.

- Mi lugar está contigo.  

Jane se levantó temprano como es su costumbre, por lo cual, yo estaba despierto desde hace unas horas, y no me importaba. Porque ambos estábamos acostados, abrazados, mirando las noticias.

- ¿Asi que te gusta cocinar?

- Me fascina.- contesta y pasa su mano por mi pecho.- Cuando era niña, la cocina era mi único refugio, no tengo mucho tiempo para cocinar, pero disfruto hacerlo cuando puedo.

- Ahora entiendo porque en tu cocina hay más color y vida que en todo tu departamento. – toma mi mano entre su pequeña mano y le da un beso. Suspiro, su forma de tratarme con tanta dulzura me tiene rendido a sus pies.         

- Supongo que tienes razón, no paso mucho tiempo en mi departamento y cuando tengo tiempo, solo estoy en la cocina.

- ¿Tienes amigos?- escucho su risa y me muevo para poder abrazarla.- Pareces muy solitaria.

- Me gusta serlo, cuando mi madre murió digamos que ya no tuve ningún momento de soledad, eso debió de ser bueno, pero no, no cuando te la pasas con un hombre como mi padre.- beso su frente y ella me sonríe.

- Odio que tu padre te haya tratado asi.

- Me hizo fuerte, tarde en serlo, pero de alguna manera, me gusta en lo que me convirtió, puedo defenderme y no espero mucho de las personas.- muerdo su oreja y ella maldice.-Y no, no tengo amigos, solo Alejandro.- resoplo.

- No quiero hablar de él.

- Qué bueno porque yo tampoco.- me quedo en silencio un rato hasta que recuerdo algo en su cocina.

-Había un cuadro tuyo en tu cocina.- asiente y cierra los ojos.

- Si es algo que no debería de tener, la hizo mi ex esposo, cuando nos conocimos, es el único regalo que aprecio de verdad.- gruño y ella me da un golpe en el pecho.

- No pienses mucho en eso, la pintura me encanta, no es como que la quiera para recordar al idiota de mi ex esposo, pero en realidad es una obra de arte.- beso su cuello.

- Bien, ¿Qué me dices de tu tatuaje?- me da un beso en la mejilla. Es extraño tener tanto contacto y estar tan felices mientras la pasamos en la cama.

- Lo hice muy joven, solo fue algo para demostrar rebeldía, como vez es una tontería.

- Pero en ti se ve tremendamente sexy- me subo encima de ella y acaricio su pierna. Jane se muerde el labio. Está completamente desnuda bajo a mí, y estar dándonos pequeñas caricias ya me están calentando.

- ¿Qué me dices del tuyo?- ya no había podido ocultar el tatuaje, aunque ella no lo había mencionado.

- Creo que será hermoso como su dueño y se nota que es fuerte.- sonríe contra mi pecho. Beso uno de sus senos y ella gime.

- Eres un engreído.- respiro su olor y la siento temblar, cuando dirijo mi mano a su entre pierna.

- Y tú eres exageradamente hermosa.- se ríe y me da una mordida en el cuello.

- Solo quieres que se me olvide que tenemos algo que hacer.- suspiro cercas de su oído y ella me da un empujón.   

-¿Ahora qué haremos?- se escabulle, para quedar a mi lado.  

- Tenemos un desayuno- dice, me burlo. Porque todo el calor está comenzando a disminuir, Jane comienza a recordarme que tiene trabajo y ahora tengo que aguantarme y dejar de tocarla.

- Me refiero a nosotros.- se sienta en la orilla de la cama.  

- No lo sé, solo intentemos nos hacernos sufrir en el proceso.-susurra, es todo lo que podre sacarle.  

- entonces seguimos juntos.- asiente.

- Eres bienvenido en mi departamento.- la estiro, se queja, aun asi se acomoda de nuevo a mi lado.  

- ¿Quieres que me muda?- se burla, no sé en qué momento cambiamos de tema, pero me gusta ponerla nerviosa.

- No me importaría encerrarte en mi departamento- gruño y ella acaricia mi pecho, trago saliva. Es tan hermosa en la mañana.

- ¿También quieres que cambie mi trabajo?

- Podría conseguirte algo en la empresa, solo necesito hablar con Alejandro- rechino los dientes, porque no es mala idea, había llegado el momento de cambiar de profesión, creo que desde que conocí a Jane lo había estado pensando.

- Una condición, no más vestidos cortos.- la escucho reír y me encanta provocar esto en ella. De repente cambia de posiciones y sube encima de mí. Toma mi erección y la lleva a la entrada de su deseo, me dejo hacer por ella. Me cabalga con tan rapidez y dureza, que me es imposible hablar. Jane está siendo poca cuidadosa, quiere un trabajo rápido, porque no tenemos tiempo para más. Ella consigue la excelencia aunque sea apresurada. Grito su nombre, porque el orgasmo es arrebatador y me deja exhausto. Jane se acerca, y aunque aún se le dificulta hablar me dice al oído.

- Ni loca.- se levanta de un salto- Ahora vístete, iremos a un desayuno.

Se da un baño, cuando sale de baño, trae un vestido corto, la fulmino con la mirada, y el endemoniado vestido es blanco, peor aún. La tomo del brazo y la regreso al baño.

-¡Aarón!- dice cuando le pongo seguro a la puerta.

- Nunca he sido celoso y no me considero machista, pero ese vestido no va.- sonríe, es una mujer muy mala.

- ¿Es porque no traigo ropa interior abajo?- parpadeo, creo que me dará un ataque.

- ¿No traes- resoplo y no puedo evitar mirarla de pies a cabeza.- Definitivamente no va.

- ¿Qué tienes contra mis vestidos?

- Esos no son vestidos solo son telas que apenas te cubren. Por favor.- pone los ojos en blancos.

- Bien, me pondré otro, aunque debe decirte que no es tan largo.

- ¿Al menos no es blanco?- sonríe.

- No, es vino, es todo lo que te ofrezco.- asiento y me acerco a ella, para envolverla entre mis brazos.

- Ahora deshagámonos de este.- la arrastro a la regadera y abro la llave de agua caliente, cargo a Jane con todo y vestido.

- ¡Aarón! ¡No, no, basta!- la dejo bajo el chorro de agua y ella grita. Le muevo a las llaves hasta que el agua esta tibia. Me desnudo frente a ella y la atrapo antes de que escape.

La tomo entre mis brazos y la hago retroceder hasta que choca contra la pared, la encierro entre mis brazos. Beso su cuello y muerdo su hombro.

-¿Cuánto cuesta el vestido?- le pregunto al oído.

- Entre dos mil pesos, ¿por- rompo el vestido en dos de un jalón. Ella grita y me maldice.

- Agrégalo a mi cuenta.- me da un empujón, el cual yo le regreso, para besarla.

Tiro la tela y paso mis manos por todo su cuerpo. Lo acepto, la estoy tocando como un hombre celoso, recordándole que toda ella me pertenece. ¿Qué? No me importa, no tengo tiempo para pensar, porque toda mi piel esta calienta y no dejo de jadear mientras toco las partes íntimas de Jane. Ella dice mi nombre, me arrodillo y la hago abrir las piernas. Consumo su sabor, lambo hasta sentirme satisfecho, Jane jura vengarse, y no me importan ahora sus amenazas, me importa más, saborearla. Mientras ella se recupera, le doy media vuelta y la acomodo, para poder adentrarme en ella, como un loco poseído. Tomo sus caderas, para hacer que se mueva y ella me consume. Me corro e intento cerrar la boca, pero el deseo y la satisfaccion, no me dejan.

-Estás loco- susurra Jane.

- Si, por ti.- le doy una nalgada y ella me deja salir de su interior. Se da media vuelta y me da un pellizco, después me besa, un beso que me deja sin aliento. 

¿Qué rayos está pasando?

 Cuando logramos llegar al desayuno, estoy un poco desconcertado. Miro a Jane y debo de admitir que su vestido vino es menos revelador que el anterior. Me deja en una mesa, la cual yo escojo, alejada de todos, porque en este momento, no tengo deseos de conversar. Mi celular suena y estoy tan concentrado mirando a Jane caminando de un lado hacia el otro, que estoy fuera de si por un instante.

-¿Qué pasa Tim?- la escucho resoplar.

- No he sabido nada de ti y cuando por fin contestas, lo haces sin ánimo, ¿Qué ocurre?

- Cuando regresemos, tendremos que hablar, hay algo que no te he dicho- llego el momento de revelarle a Tim, que salgo con Jane.

- Eso se escucha importante, ¿Qué pasa?

- Creo que me he involucrado más de lo que creí y ahora estoy asimilándolo.

- ¿Te enamoraste de ella?

- Aun no puedo contestar a esa pregunta, supongo que sí, solo sé que ella no lo hará fácil, estoy intentando manejar esto.

- ¿Por qué te es tan difícil?

- Pensé que sería difícil confiar de nuevo en una mujer, pero ella lo ha hecho muy fácil.

- Entonces haz algo para que se quede contigo.

- Lo intentare, es solo que ahora temo que ella me aleje, que ella sea la cuarta mujer que arruine mi vida.- bajo la mirada.

- Tranquilo, solo háblalo con ella. Hay un problema.

- ¿Qué sucede?

- Ha venido el casero y yo no tenía dinero, nos dio hasta mañana para pagar.- resoplo.- intentare sacar dinero hoy, para pagarle.

- No hagas ninguna locura, yo estaré mañana ahí, le pagare.- la escucho reírse.

- ¿Una locura? ¿Cómo que, acostarme con cinco hombres?- cierro los ojos, solo esto me faltaba una discusión con Tim.

- No dije eso.

- Pero lo insinuaste está bien arregla el problema, mañana te veo y ten cuidado con esa mujer.

- Lo hare.- Tim me desea suerte y yo cuelgo, cuando veo a Cristina caminar hacia a mí. Busco a Jane con la mirada y la encuentro con un sujeto que está acariciando su brazo, Jane parece tensa y se aleja con una sonrisa fingida, estoy a punto de pararme, cuando veo que Alejandro rescata a Jane, alejándola de aquel hombre.

Termino contándole casi todo, termino sacando mis penas con ella. Diciéndole lo que pienso de mudarme y de cambiar mi trabajo, aunque esto no es tan en serio, Jane lo menciono, pero es obvio que no fueron reales sus peticiones, ¿entonces porque rayos lo estoy tomando en consideración?

Jane y Alejandro se acercan a nosotros y aunque Alejandro mira solo a Cristina, noto como Jane es con él, se la pasa mirándolo como su lo admirara, sonríe cada vez que él dice algo, hay algo autentico ente ellos, tal vez solo es, porque se conocen, porque él conoce todo el pasado de Jane, tal vez es porque paso algo entre ellos, algo de lo cual no estoy muy seguro. No me gusta, no quiero que lo mire de esa manera, como si él fuera un amor platónico, como si lo quisiera pero al mismo tiempo entendiera que no es suyo. Jane no podría mirarme asi, yo no soy un hombre poderoso, yo no tengo una empresa, no tengo el dinero suficiente para comprarle la ropa cara a la que está acostumbrada. ¿Cómo rayos pienso en quedarme con ella, cuando es casi imposible? Somos diferentes, muy distintos y tenemos una vida muy separadas, vivimos en mundos diferentes y ambos nos gustan nuestros mundos, no cambiaríamos eso, ¿Cómo funcionaría algo asi? No lo hace.

-Tengo que ir con el señor Manuel a su habitación por unos papeles, que Alejando tiene que firmar, vuelvo en seguida- dice Jane, está por irse. Miro a los invitados y detecto al mismo sujeto que hace un momento estaba tocando a Jane, esta cercas de la puerta, mirando a Jane de pies a cabeza. Mis manos se cierran en puño.

- ¿Quién más vas? – le pregunto, ella me tuerce el ceño. Eso es lo que hace cuando quiere tener una distancia conmigo, me dice yo soy mi dueña, lo respeto, pero no por eso, voy a dejarla hacer lo que quiera enfrente de mí.

- Solo yo, no me tardare.- no lo soporte más, nuestras guerras con miradas no eran suficiente. Me levante y la sujete antes de que pudiera huir de mí. Hice que mirara, ya que una parte de ella, parecía vulnerable cada vez que la tocaba. Olvide que Alejandro y Cristina estaba ahí, no me importaba nadie más, más que una hermosa pelirroja que ahora estaba muy enojada conmigo, por no dejarla hacer su trabajo.

- No iras.- Jane tiembla y ahora sus ojos brillan, es el momento en el que haya ataca. Miro a Alejandro pidiéndole ayuda, pero es Cristina quien se ofrece para ir, Alejandro no la deja y ahora me siento más sobre protector, por algo Alejandro no quiere dejar ir sola a Cristina a una habitación con un socio.

Jane se zafa de mi agarre, después de decir que ella iría que era su trabajo. Mire al tal Manuel, y rechine los dientes, el viejo no dejaba de sonreír mientras Jane se acercaba a él. Ahora menos dejaría que fuera. Me acerque y la envolví entre mis brazos, lleve mi boca a su oreja le di una mordida.

-Si vas, yo voy.

- ¿Por qué haces esto?- me dice al oído.

- No me da confianza, solo no vayas, ya dijo Alejandro que no es necesario.

- Esto no es porque sea necesario o no, es mi trabajo y tú no respetas eso.- intenta separarse, llevo mi mano a su espalda y respiro su perfume de miel.

- Jane, ese viejo no deja de comerte con la mirada, no quiero que estés a sola con él, respecto a tu trabajo, eres la mejor, no tienes porque demostrar nada.

- Tengo que ir.- la suelto, no piensa escucharme.

Volteo para ver a Cristina y ella me da su apoyo, mira a la alberca. Sonrió, porque sé que Cristina tiene ideas que yo debería de tener, si no estuviera tan enojado. Corro detrás de  Jane y antes de que comience a pelear conmigo, la cargo y me dejo caer con ella a la alberca. Grita cuando siente el agua fría envolvernos, me da patadas, esperando que la suelte, pero más las sostengo. Me hundo con ella, para envolverla entre mis brazos y cuando salimos a la superficie, la beso. Pelea contra mí, como ya suponía, y sigue haciéndolo, hasta que se rinde a mi beso. ¿Asi de difícil será llegar a ella?  Somos dos endiablados que no queremos que nos den ordenes, somos dos arrogantes, engreídos, que no deseamos ser mangoneados ni avergonzados frente a nuestros empleos. Eso somos, cada vez se pone más complicado, y cada vez descubro que esto siempre será asi.

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