-Ya lo cambiaron de habitación, se encuentra en la 352 –me informa Logan apenas entro al hospital.
- ¿Despertó? –pregunto ante la información.
-Sí –me confirma, y es todo lo que necesito para salir corriendo, en busca del cuarto en el que está.
No me interesa quien está esperando su turno para entrar, solo abro la puerta y me meto a la habitación, pero me detengo en seco cuando veo a una enfermera sonriendo mientras le da de comer en la boca a él sin vergüenza de mi prometido.
-Yo puedo continuar con eso –digo de golpe, llamando la atención de ambos.
-Señorita, es mi trabajo –responde la enfermera, colmando mis niveles de paciencia.
-Soy totalmente capaz de atender a mi Prometido y no soy "señorita", soy la Comandante Kaira O'connor –digo usando mi nombre para causar la reacción que deseo.
La enfermera se larga dejándome a solas con Zeth, quien se ve mejor, no tardo en llegar a su lado y abrazarlo, sintiendo la calidez de su cuerpo
-Nunca te había escuchado decir prometido, y no sabía que fueras tan posesiva –dice Zeth recriminándome.
-Cariño, no compartía mis muñecas en el preescolar, no creas que pienso compartir a mi prometido –le digo como si no me importara –y vete acostumbrando a esa palabra, porque tú fuiste el que me puso el añillo en el dedo –le recuerdo y él sonríe.
- ¿Te doy de comer, o quieres que llame a la arribista esa? –pregunto celosa.
-Es su trabajo, aparte quien se puede resistir a mí –dice y después me guiña un ojo haciéndome sonrojar.
Tomo el plato de sopa, la cual se ve asquerosa, y yo con mi inteligencia de tres años se me ocurre probarla, la insipidez de la comida me da repugnancia, no sé cómo un hospital de esta categoría puede dar comida tan... tan fea.
- ¿Cómo puedes comer esto? –pregunto alejando el plato de nosotros –te tengo una sorpresa –me quito de donde estaba y salgo de la habitación antes de que él me pueda responder.
No encuentro a Donovan en el pasillo, por lo que camino a la sala de espera, en donde lo veo hablando con Logan, así que me acerco a ellos, Logan es el primero en notar mi presencia, y la mirada que me lanza me alegra el día sin saber por qué.
- ¿Pasa algo? –pregunto ante la cara contenta de Logan.
-Tengo buenas noticias, Zeth va a estar bien, al parecer está reaccionando bien con los medicamentos y solo le va a tocar hacer terapia para estar mejor, mañana mismo puede irse –me lanzo abrazando a mi amigo con euforia, al saber que no pasó a mayores –te lo hubiera dicho antes si no hubieras salido corriendo –dice cuando lo termino de abrazar.
-Donovan, Zeth te espera en la habitación –digo llamando la atención de Donovan.
-Vamos, no puedo hacerlo esperar –dice, pero por su tono de voz noto la ansiedad que tiene por verlo, lo que me causa ternura.
Le pido con señas que espere a fuera un momento, acede sin cuestionar y vuelvo a entrar a cuarto, queriendo matar a la enfermera, que se volvió a colar a la habitación de mi prometido.
-Otra vez tú –digo, tratando de sonar neutral.
-Estoy revisando los signos y temperatura del paciente –dice mientras toca a Zeth quitándole el termómetro del brazo, existen más de cien maneras en la que puedo matarla sin que sospechen de mí, no tarde ni 5 minutos, la voy a matar, no hay dudas de eso.
-Amor, dijiste que me tenías una sorpresa –dice Zeth quitándome las ideas de la cabeza.
-Cierto –respondo con una sonrisa en el rostro, ya que sé que Donovan es importante para él.
Me acerco a la puerta y la abro llamado a Donovan, quien entra con una sonrisa y le quito la mochila de las manos para que pueda ir a abrazar a Zeth, lo que no duda en hacer, mientras yo intento de aguantarme las lágrimas, la enfermera me pasa a un lado y ni siquiera me molesto en mirarla, ya que ver a Zeth feliz hace que me olvide de lo demás.
-Tengo que llamar a tus papás –dice Donovan, separándose de Zeth.
-Yo lo hago –me ofrezco –para que ustedes hablen, supongo que necesitan un par de minutos.
- ¿Segura? –inquiere Zeth.
-Claro –digo como si no pasara nada, pero los nervios me entran al saber que hablare con mis suegros –en algún momento los tendré que conocer.
Donovan me entrega su celular, mientras en esté comienzan a sonar los tonos de llamada a la madre de Zeth, salgo de la habitación, dejando a los dos hombres solos y siento que se me crea un nudo en el estómago, ya que no es la mejor manera de conocer a los padres de mi prometido.
- ¿Halo? –contesta la voz suave y serena de Scarlet James, y me quedo en blanco al no saber que decir - ¿Donovan?
-Señora James, no soy Donovan, soy una amiga de su hijo, Donovan me presto su celular para informarles que Zeth se encuentra hospitalizado, pero no es necesario venir, ya que mañana por la mañana estará en su casa –digo y me siento una estúpida hablando como una secretaria y no como su nuera.
- ¿En qué hospital está? –pregunta la mujer con voz alterada.
-En el hospital de la central de Eugene, pero no es necesario que venga, el mejor equipo médico lo está atendiendo –insisto.
-Es mi hijo, lo más importante para mí, lo sabría si tuviera hijos –responde la mujer y cuelga, dejándome un hueco en el estómago ante sus palabras.
Decido no llamar a Peter James, el padre de Zeth, ya que supongo su esposa le avisará, me toma hacer unos ejercicios de respiración y limpiarme los ojos antes de volver a entrar, ya que las palabras de esa mujer fueron duras, tal vez no fue su intención, pero eso no quita que haya dolido.
- ¿Hablaste con mi madre? –pregunta Zeth apenas doy un paso dentro de la habitación.
-Sí, es una mujer... agradable –digo fingiendo entusiasmo, que al parecer es poco creíble.
- ¿Qué paso? –pregunta Zeth y me siento flanquear, pero solo sonrió y niego con la cabeza.
Para mi suerte el celular se Donovan suena, por lo que se lo entrego y la contesta apenas ve el nombre, no sale de la habitación, por lo que Zeth y yo guardamos silencio, a pesar de que noto su cara de intriga hacia mí.
-No amor, no es... claro... cariño ya te dije que... escúchame... cariño no es... está bien... –aprieto mis labios para contener la sonrisa que se me quiere escapar al escuchar como Donovan trata a su mujer –acá te espero, vente con el chofer.
Se voltea hacia nosotros y puedo notar de donde aprendió Zeth a ser tan caballeroso, por lo que me omito mis comentarios y solo me siento en la silla a lado de Zeth fingiendo estar molesta por la enfermera obsesionada con mi prometido.
-General –dice la voz de Megan entrando a la habitación.
- ¿No te enseñaron modales Megan? –pregunto sacando todo mi enojo con ella
-El General y yo llevamos una relación en la cual la confianza a veces nos hace olvidar los modales –dice y comienzo a pensar en sus medidas para su ataúd.
-Largo, estoy hablando cosas importantes con él –digo dándole su última oportunidad de salir.
-Solo quiero saber cómo está Zeth –me reta.
-Cariño, tengo hambre, pensé que me conseguirías comida –dice Zeth, fingiendo que las hormonas en el ambiente no existen, a pesar de eso, puedo notar la mirada de perplejidad de Megan, por lo que "disimuladamente" hago un ademan, haciendo que se fije en mi anillo.
-Si me das 5 minutos te la consigo –le respondo y le dedico una mirada cargada de enojo que hace que Megan se salga y le estrello la puerta en la nariz.
Todo se queda en silencio cuando la puerta se cierra, todo se me acumula y no sé qué hacer, no he tenido ni un puto día de descanso desde hace 11 meses, mi vida se está yendo al carajo, y ahora también me tengo que preocupar de todas las tipas que se le insinúan a mí, repito, mí prometido, cuando tendré un día de descanso, si no estoy en misiones, estoy secuestrada, o en depresión, ya estoy harta, lo más cercano que tuve a un descanso fue hace unos días, pero siempre tenía que estar alerta ante cualquier situación.
-Cariño, ¿estás bien? –pregunta Zeth sacándome de mi trance.
-Sí –respondo y me volteo, caminando hacia él –es solo que... Megan siempre me ha caído mal ¿Qué quieres de comer?
-Mi esposa viene, y trae comida para todos –dice Donovan, quitándome un peso de encima –voy a salir a esperarla –informa y se marcha, supongo que sabe que necesitamos hablar.
-Te ves hermosa –dice recordándome que tengo puesta su ropa.
-Se me ve mejor que a ti –respondo acercándome a la cama.
-Tal vez –admite.
-No, tal vez no, estoy segura –digo mientras finjo modelarle causándole una sonrisa
- ¿Qué te dijo mi madre? –pregunta, pero no quiero ahondar en el tema.
-Nada, se preocupó por ti –es todo lo que le digo, a pesar se nota que sabe que hay algo más decide dejarlo por la paz.
Sin poder aguantarme más me agacho y lo beso, tengo que tener mucho cuidado con su herida, pero no puedo evitarlo, el simple hecho de pensar en perderlo me causa temor, disfruto sus labios, grabando la suavidad y carnosidad de su boca, el amor, elegancia y deseo con el que besa, haciéndome rogar tenerlos por siempre, sería algo de lo que no me aburriría.
-Feliz cumpleaños –dice, descolocándome, cuando termina el beso.
- ¿De qué hablas? –pregunto sin comprender.
-Son las 00:23 del 16 de diciembre del 2027, lo cual te hace una mujer con 27 años –dice y vuelve a besarme, ya que no me levante.
Me es inevitable ocultar la sonrisa de oreja a oreja, él me la devuelve instantáneamente, haciendo que lo vuelva a besar, una, otra, y otra vez, hasta que llegamos a uno que se vuelve lento y largo, en donde disfrutamos el estar aquí, la forma en la que me trata y me hace sentir me reitera que debo estar con él, no es perfecto, porque no existe alguien así, pero sus errores complementan los míos, haciéndome sentir más normal.
-Gracias –respondo cuando por fin nos separamos.
Tocan la puerta y en vez de hablar, me separo de Zeth y voy a abrirla, una mujer a lado de Donovan se encuentra al otro lado, y apenas me ve, abre sus brazos, envolviéndome en ellos, su olor me reconforta, al igual que la calidez con la que me recibe.
-Tú debes ser la fortuna de mi pequeño Zeth –dice cuando me suelta –veo en ti un brillo que está a punto de salir y muchas buenas noticias prontas a llegar.
Sus palabras me confunden, pero me distraigo cuando me suelta y corre hacia Zeth, abrazándolo de una forma maternal que añoro me abrasen hace mucho tiempo, por obvias razones sé que ella es la esposa de Donovan, ya que a la madre de Zeth la he visto en revistas, noticias y periódicos.
-Algo dentro de mí me decía que necesitaban de mi comida –dice la mujer, llamando a Donovan con la mano, quien se acerca a ella y le entrega una maleta, de la cual comienza a sacar tupper –les prepare caldo para ti –dice señalando a Zeth –y una lasaña para ti, aparte de aguas de naranja, la cual es muy buena, para la salud.
-Muchas gracias –digo siendo educada, con la mujer que me sonríe con calidez.
-La madre de Donovan llego –dice Donovan y me siento congelar.
-Voy a buscarla –digo –por favor ayuden a Zeth a comenzar a comer, debe de tener mucha hambre.
Salgo antes de que alguien me reproche, intento medio alisarme la ropa, pero no hay mucha mejora, camino a la sala de espera y reconozco al instante a la mujer, junto a su esposo, quien la acompaña, mientras habla con Max, un médico del equipo de Logan.
Mientras me acerco detallo a la mujer, su porte y elegancia hace sentir hasta al mejor vestido como un simple vagabundo, y en cuanto al señor James es casi idéntico a su hijo, solo que una versión más madura, por lo que sé, los James tuvieron muy jóvenes a su primer y único hijo, Zeth, por lo cual ambos padres se ven excepcionales.
-Buenos días, señores James, Max, yo me encargo, no te preocupes –digo y mi compañero parece relajarse –señora Scarlet, soy la mujer con la que hablo por teléfono, Kaira O'connor –me presento y noto la sorpresa de la mujer al reconocer quien soy.
-Comandante O'connor, es un placer que esté aquí –dice Peter James estirando la mano, la cual acepto, estrechándola delicadamente.
-Scarlet James-Mars –se presenta la mujer, dándome la mano.
-Su hijo se encuentra comiendo, pero estoy seguro de que se alegrará de recibirlos –digo, pero la mujer no se mueve.
- ¿Me vas a decir suegra, o me vas a tratar como una extraña? –suelta la mujer de repente, sorprendiéndome, pero noto que su esposo solo sonríe.
- ¿Perdone? –digo ante la sorpresa.
-Por dios, mi hijo me cuenta todo, hace mucho anhelaba conocerla, lamento lo que dije por teléfono, no era mi intención, el saber que Zeth está hospitalizado me pone tensa, jamás me acostumbrare a eso –dice la mujer, tan rápido que apenas soy capaz de entender todo.
-Por dios, abrázanos, somos casi familia –dice Peter, alzando mi mano, mostrándole el anillo a su esposa.
Ambos me abrazan y no sé qué decir, después de mucho tiempo siento que una parte de mi vida es normal, cuando los abrazos y presentaciones terminan los llevo al cuarto en donde está Zeth, la mujer apenas ve a su hijo en la cama, sale corriendo a abrazarlo, y reclamarle entre lágrimas el no haberle dicho del compromiso, cuando termina su mujer, Peter se acerca y abraza a su hijo, diciéndole que los asusto de muerte.
Entre platicas y risas se nos pasa el día, en ningún escenario me hubiera imaginado esto, la madrugada de hace 4 días Zeth estaba siendo ingresado al hospital después de recibir una bala por mí, y hoy estamos riendo con su familia, que no paran de contarme anécdotas, tratándome como si nos conociéramos de años.
Más tarde recibo algunas llamadas, felicitándome por mi cumpleaños, pero me toca despacharlas rápido, ya que no me quiero alejar tanto tiempo de Zeth, la llamada en la que más tardo es cuando le hable a mi gemelo para felicitarlo, y estuve más de 20 minutos hablando con el pequeño Carter y Louis, quienes solo babeaban y hacían sonidos, lo que me bastaba, y la que más me costó fue cuando me llamo Benedic, la sensación de traición ronda por mi pecho cada que hablo con él, pero el mentir tanto tiempo me volví experta. Después de las 4 de la tarde, preparamos todo y nos marchamos del hospital, llegando a casa, en donde Zeth haría todo el tratamiento para su recuperación.