第110章
Capítulo 110 — A ver a dónde corres.
Qiu Yeyuan vio las grandes olas oscuras entre los dos y se quedó en silencio.
Cuando Bai Jingyun, el artista marcial número uno de la Puerta Celestial del Oeste, desertó de las Puertas Celestiales, el incidente fue tan grande que rápidamente se esparció por todas las sectas. Incluso una persona como Qiu Yeyuan, que rara vez hacía preguntas sobre los asuntos de las sectas, sabía un par de cosas sobre este asunto.
Sin embargo, no hay forma de conocer todos los detalles. No se sabía nada de Bai Jingyun desde que abandonó la Puerta Celestial del Oeste, y los otros tres maestros de secta habían instado a que el traidor fuera castigado con severidad, pero Ximen Yue lo había reprimido, y finalmente el asunto había llegado a su fin.
Ximen Yue dijo: "Jingyun, has estado aquí lo suficiente, es hora de que vuelvas."
Bai Jingyun dijo: "Maestro de Secta, estoy aquí para pedirle al Doctor Qiu que vea a un paciente."
Ximen Yue dijo: "El Rey Rui tiene innumerables personas capaces bajo su mando, así que no tienes que venir hasta aquí para ver a un médico, ¿verdad?"
Bai Jingyun apretó los dientes y dijo: "Para ser franco, sólo el Doctor Qiu puede curar la enfermedad del Rey Rui, así que le pido al Maestro de Secta Ximen que sea tan amable de dejar que el Doctor Qiu venga conmigo."
Ximen Yue reflexionó: "Jingyun, ¿me estás suplicando?"
Qiu Yeyuan se dio cuenta de que utilizó la palabra "me" en lugar de "este venerable" en esta frase.
(*No se entiende muy bien al traducirlo, dice 我 una forma informal de referirse a sí mismo. Usualmente se refiere a sí mismo como 本座. Ximen Yue le dice: me estas suplicando, en lugar de decir: le estas suplicando a este venerable... espero se entienda a lo que me refiero xd)
Bai Jingyun tembló ligeramente y dijo: "Sí."
Ximen Yue lo miró en silencio durante mucho tiempo, y de repente giró la cabeza hacia Qiu Yeyuan con una leve sonrisa: "Doctor Qiu, este venerable te acompañara a ver la enfermedad del Rey Rui."
El Rey Rui y su grupo se establecieron temporalmente en la cordillera de la montaña a las afueras de la Ciudad Liuyang. Bai Jingyun ya había preparado los caballos, y Qiu Yeyuan y Ximen Yue, montados juntos, llegaron al lugar cuando estaba a punto de amanecer.
Bai Jinyun hizo los arreglos pertinentes y llevó a Qiu Yeyuan a ver al Rey Rui después de la hora del almuerzo. Era el final de la tarde cuando Qiu Yeyuan regresó, y Ximen Yue estaba merodeando por el patio con Ling'er en brazos. Naturalmente, la gente de la residencia del Rey Rui era muy respetuosa con el Maestro de la Puerta Celestial del Oeste y no se atrevían a actuar precipitadamente, así que esperaban fuera del patio.
Cuando Ximen Yue le vio regresar, tomó la manita de Ling'er y lo saludó. Qiu Yeyuan se sorprendió, ¿cómo podía haberse familiarizado tanto con la niña en sólo medio día?
Cuando entraron en la casa, Ximen Yue le entregó el bebé y la bolsa de piel de oveja con leche, diciendo: "No pudieron encontrar una nodriza después de buscar un tiempo, así que enviaron leche fresca para arreglárselas. Le he dado de comer hace un momento, pero no parece estar satisfecha."
Qiu Yeyuan abrazó a la pequeña y le dio leche, pero su rostro no era bueno y entre sus cejas parecía haber una nube oscura por la tristeza.
Ximen Yue dijo: "La gente de la residencia del Rey Rui aún sabe ser educada, y Bai Jingyun también es una persona sensata, así que si puedes curar el veneno del Rey Rui, eso es bueno. Si no puedes curarlo, no te harán pasar un mal rato."
Qiu Yeyuan se preguntó: "¿Cómo sabes que fue envenenado?"
Ximen Yue dijo: "El Rey Rui es un artista marcial extremadamente hábil, y su Sutra Hao Tian* ha alcanzado el séptimo nivel, así que ¿cómo podría verse afectado por una enfermedad común? Si ha venido hasta aquí a buscarte, naturalmente ha sido envenenado."
(*Sutra del Cielo Vasto.)
Qiu Yeyuan dijo: "Tienes razón. Está realmente envenenado."
Al ver su expresión, Ximen Yue preguntó: "¿Con qué clase de veneno ha sido envenenado? ¿No puedes curarlo?"
Qiu Yeyuan dijo: "Fue envenenado con el veneno del Valle Lingyin, no es que no pueda curarlo, sólo es un poco más problemático."
Ximen Yue se sorprendió un poco: "¿Valle Lingyin?"
Las Cuatro Puertas Celestiales eran sin duda los más poderosos, los más fuertes, los más rectos y honestos del mundo de las artes marciales. En cuanto a las artes marciales demoniacas, la más fuerte y malvada en términos de artes marciales, y la más inescrupulosa, era la Secta del Inframundo Divino. Sin embargo, si hablamos del más misterioso, el más indiferente y el más impredecible era el Valle Lingyin.
Hace más de doscientos o trescientos años que se fundó el Valle Lingyin, y su historia no es menor que la de las Puertas Celestiales, pero rara vez se menciona en el mundo Jianghu, y mucha gente ni siquiera conoce esta secta. La gente del Valle Lingyin son misteriosos e imprevisibles, y rara vez viajan por el Jianghu. Poca gente sabe lo buenas que son sus artes marciales, pero no hay duda de que sus habilidades médicas son las mejores del mundo.
Se dice que el antiguo fundador de la clínica médica de Qiu Yeyuan procedía del Valle Lingyin, por lo que existe alguna conexión. El Valle Lingyin rara vez pone un pie en el Jianghu, así que no se sabía cuál era la historia interna detrás del envenenamiento del Rey Rui.
Qiu Yeyuan no quiso volver a mencionar este asunto, y de repente cambió de tema y preguntó: "Usted y el General Bai parecen tener una buena amistad."
Ximen Yue se rió y dijo: "¿Crees que tenemos una buena amistad?"
Qiu Yeyuan tosió, alimentando a Ling'er mientras fingía ser indiferente: "Escuché que su rebelión contra la Puerta Celestial del Oeste fue un gran golpe para ti, pero hoy, parece que en realidad fue un falso rumor."
Ximen Yue se puso una mano en la barbilla y lo miró fijamente: "¿Qué quieres preguntar exactamente?"
Insatisfecho con su actitud, Qiu Yeyuan reprochó: "¡Creo que la relación entre ustedes dos es inusual!"
De hecho, anoche había sentido que había algo extraño entre los dos, una atmósfera en la que nadie podía interferir. Fue una sensación terrible. Ese Bai Jingyun tenía una apariencia fresca y elegante, un temperamento extraordinario. Había estado con Ximen Yue durante más de diez años, si decía que no había nada entre ellos, definitivamente no lo creía.
Qiu Yeyuan no se dio cuenta de que sus propios pensamientos habían abandonado inconscientemente este mundo, volviéndose profanos, y la sola idea de no darse cuenta de que había algo entre dos hombres era extraña en sí misma.
De la nada, había dicho lo que tenía en el corazón, y se sobresaltó tanto que su mano tembló y la leche de cabra se derramó de la bolsa.
Ximen Yue lo miró fijamente y dijo con una sonrisa irónica: "Entonces, ¿cuál crees que es nuestra relación?"
"¡Cómo voy a saberlo!" Qiu Yeyuan tartamudeó dos veces, pero finalmente se irritó, tiró de las mangas, tomó a la niña y se precipitó a la habitación interior.
Ximen Yue lo siguió sin prisa. Qiu Yeyuan acababa de acomodar a Ling'er, que estaba durmiendo profundamente después de comer. Al girar para verlo, su rostro se hundió: "¿Qué haces aquí?"
Ximen Yue bostezó y dijo con pereza: "Es muy tarde, por supuesto que es hora de descansar."
Qiu Yeyuan se sobresaltó: "Tú, ¿quieres descansar aquí?"
Ximen Yue se acercó a la cama y se sentó, mientras se desnudaba, dijo: "Si no es aquí, ¿dónde? ¿Has visto a esa persona con el apellido Bai prepara otra habitación para mí?"
Qiu Yeyuan se llenó de inquietud. Es cierto que Bai Jingyun sólo había dispuesto este recinto para ellos, y ésta era la única habitación para dormir aquí.
"Iré a verlo y le pediré que nos busque otra habitación a Ling'er y a mí."
"Olvídalo." Ximen Yue tiró de él hacia atrás y lo rodeó por el pecho, riendo: "El Rey Rui y un grupo de su gente se apresuró a buscar ayuda médica de ti. Es bueno encontrar un lugar de este tamaño en un pueblo tan remoto. Con tanta gente entrando y saliendo, ¿dónde pueden conseguir tantas habitaciones para alojarse?"
Qiu Yeyuan luchó torpemente, y lo miró fijamente sin hablar.
Ximen Yue sonrió débilmente y lo rodeó con más fuerza, susurrando ambiguamente: "Me temo que tendré que pedirle al Doctor Milagroso Qiu que se quede con este venerable durante los próximos días."
Qiu Yeyuan bajó la cabeza, y Ximen Yue estaba a punto de seguir coqueteando con él, cuando de repente un entumecimiento le llegó al lado del cuello, y su cuerpo se puso rígido, incapaz de volver a moverse. Cuando levantó la vista, vio a Qiu Yeyuan sosteniendo una aguja de plata en su mano y mirándolo triunfalmente.
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Esta es una traducción propia del chino al español, espero lo disfruten.
Jajaja Qiu Yeyuan siempre tan pasado de lanza xd Pobre Ximen, le pasa de todo u.u
De alguna manera, logre traducir un capítulo más en un par de horas. Ahora si, buenas noches xd