第97章
Beitang Ao y Yu Feiqing condujeron a sus tropas a un patio abandonado en las afueras de la ciudad. Cuando entraron, descubrieron que la casa estaba vacía, sin un solo rastro de ellos.
Yu Feiqing frunció el ceño e inmediatamente dirigió a los guardias imperiales para que buscaran con cuidado, sin dejar una piedra sin remover. Después de un largo rato, los guardias que realizaron la inspección informaron que no habían encontrado ninguna persona o cosa sospechosa.
Yu Feiqing miró hacia Beitang Ao quien estaba de pie en medio del vestíbulo, con el rostro inexpresivo, sin saber qué estaba pensando.
"Su Majestad...."
Beitang Ao dijo: "No se encontró nada." Esta declaración no era una pregunta, sino una afirmación.
".... Sí." Yu Feiqing se sintió extremadamente avergonzado. Era impactante ver que algo así sucediera con la familia del Rey Beitang. El Emperador explicó personalmente que los guardias imperiales de la capital ayudarían a investigar a fondo el asunto, asegurándose de encontrar a la concubina real y a los dos príncipes.
Sin embargo, desde hace tres días, han buscado en muchos lugares sospechosos, pero no han encontrado ninguna pista útil. Por alguna razón desconocida y sin fundamentos, los bandidos habían escondido a la concubina real y a los dos príncipes tan eficazmente que era como si hubieran desaparecido en el aire.
Beitang Ao no se quedó más tiempo y se dio la vuelta para salir del recinto. Yu Feiqing se apresuró a seguirlo. Beitang Ao subió a Moxue y antes de salir galopando, miró hacia el patio con una mirada abstraída.
Esto era demasiado extraño. La otra parte parecía conocerlo muy bien y se había mantenido por delante de él en cada paso del camino. Los guardias que habían escoltado a Lin Yanyan a la ceremonia del incienso eran todos maestros de artes marciales que se enfrentaban uno contra diez, y cualquiera de ellos habría sido un hombre destacado en el Jianghu, así que ¿cómo podían haber sido derrotados tan fácilmente?
Beitang Ao montó a Moxue por el campo, dejando a Yu Feiqing y a los demás muy atrás.
¡Hay algo sospechoso en este asunto!
Beitang Ao estaba muy seguro.
En un principio, sospechó que este incidente era probablemente obra de Wujie. Como dice el refrán, ¡un ciempiés puede morir sin mostrar signos de rigor mortis!* Aunque le había roto las piernas en la batalla del Reino de Yue, lo habían conducido de regreso al Reino de Dian. Pero como Gran General de un país y sobrino del Rey de Dian, ¡no renunciaría a su venganza!
(*死而不僵 [sǐér bù jiāng]; modismo: muerto pero sin mostrar signos de rigor mortis / morir pero no ser vencido.)
La gente del Reino de Dian no era de fiar, no tenía sentimientos y tienen una sangre desquiciada por la venganza, así que harían cualquier cosa para vengarse.
Beitang Ao había estado siguiendo este rastro, pero en este momento no podía dejar de preguntarse cómo un extranjero como Wujie podía haber ideado tantos trucos. Además, esta estrategia pasó a paso y cada etapa estaba dirigida directamente hacia él. Beitang Ao tuvo la vaga sensación de que la mano que está detrás de todo esto perecía estar muy familiarizada con él....
Restringiendo las riendas, esperó a que los hombres que venían detrás de él lo alcanzaran. Beitang Ao ordenó: "Ustedes regresen primero."
Yu Feiqing preguntó: "Su Majestad, ¿a dónde va? Ahora en este momento...."
Beitang Ao le interrumpió con un gesto de la mano: "¡No hay que preocuparse, nadie puede hacerme nada!" Giró la cabeza hacia la gente de la residencia real y les ordenó: "¡No hace falta que me sigan, vuelvan a la residencia real por su cuenta!" Después de terminar, levantó su látigo y los cascos de Moxue parecían volar, desapareciendo en un abrir y cerrar de ojos.
La multitud pensó: Por no hablar de las habilidades en artes marciales del Rey, incluso con Moxue cerca, ¡nadie sería capaz de alcanzar sus cuatro pezuñas!
Beitang Ao llegó a la casa en el campo. Se sintió ligeramente aliviado al ver que los guardias hacían una guardia muy estricta. Sin embargo, tras escuchar el informe de Ling Zhu, frunció el ceño.
Cuando llegó al patio interior donde vivía Yan Feili, vio la ventana entreabierta y la llama de la vela en la habitación meciéndose con la brisa otoñal, tenue y silenciosa. Beitang Ao entró en la habitación y vio a Yan Feili sentado en el escritorio vistiendo solo una prenda ligera, sosteniendo un objeto parecido a una carta en la mano, pero sus ojos miraban por la ventana, sin saber en qué estaba pensando.
"Has vuelto." Dijo Yan Feili lentamente y sin moverse.
"¿Por qué sigues despierto hasta tan tarde?"
"Te estaba esperando." Yan Feili le entregó la carta en su mano y lo miró fijamente.
Beitang Ao lo tomó y echo un vistazo, su expresión cambió ligeramente.
"¿Qué es exactamente? ¿Tienes alguna pista?" Preguntó Yan Feili.
Beitang Ao suspiró, sabiendo que el asunto no podía ocultarse, así que se sentó a su lado y dijo: "No quiero que te preocupes por esto."
El corazón de Yan Feili se resquebrajó de dolor mientras decía: "¿Crees que puedo sentirme tranquilo después de que le haya ocurrido un incidente tan grave a Li'er?"
Beitang Ao abrió la boca, pero Yan Feili lo interrumpió: "¿Qué crees que soy para Li'er? He perdido un porcentaje de mis habilidades marciales, pero todavía no soy un inválido. No quieres que me preocupe, pero ¿has pensado alguna vez en mí?"
"Feili...." Beitang Ao se quedó sin palabras.
Yan Feili cerró los ojos, se tranquilizó y dijo en voz baja: "Ahora no es el momento de hablar de esto. ¿Qué está pasando? ¡Quiero que me digas tú mismo todo lo que está pasando!"
Beitang Ao le tomó la mano y le dijo: "Te lo diré, pero tómatelo con calma." Diciendo esto, contó lentamente el asunto de principio a fin.
Yan Feili inclinó la cabeza en contemplación y dijo: "El propósito de esta gente soy yo."
Beitang Ao dijo: "No, no sólo tú, sino yo también. Parece que no sólo saben de nuestra relación, sino que también es muy probable que sepan del nacimiento de Li'er." El corazón de Yan Feili dio un salto y le entró un sudor frío.
Beitang Ao lo tranquilizó: "Esto es sólo una especulación mía. Tú y yo somos las únicas personas en este mundo que conocen el origen del nacimiento de Li'er."
Yan Feili miró la carta, reflexionó un momento y dijo: "No, deben saber algo, de lo contrario no me amenazarían con Li'er. ¡Qianzhi, voy a ir a la cita!"
Beitang Ao sabía que diría esto y dijo rotundamente: "¡No!"
Yan Feili dijo: "Lo más probable es que este asunto sea de Wujie. Me guarda rencor por haber matado a su hermano menor y a ti por haberle roto las piernas, y en la Ciudad Huacheng se enteró de nuestra relación. Es solo que nunca podría haber sabido de los asuntos de Li'er...." Al final de la frase, el ceño de Yan Feili estaba profundamente fruncido, mostrando una mirada de incomprensión.
Las mismas dudas existían en Beitang Ao.
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Esta es una traducción propia del chino al español, espero lo disfruten!