Pasamos una noche increíble, ella es buenísima en la cama, me ha dejado totalmente cansada. Siento que corrí un maldito maratón, no quiero ni pararme de la cama.
-Amor, es hora de despertar, tengo que llevarte a casa.- Ella solo se quejó. -Yo también estoy cansada, pero debes levantarte.- Acaricié su espalda desnuda.
-Uf.- Se quejó, se paró de la cama y se fue al baño.
-¡Si, buenos días para ti también!- Me quedé acostada y prendí la tele.
Pov Brisa
Entré al baño ¿Les he dicho que tan perfecta es An en la cama? ¡LA AMO, LA AMO! Es la mejor. Oí que empezó a sonar mi teléfono así que lo agarre y vi que quien llamaba era Tini. Contesté.
*En la llamada*
T: Brisa, hay algo que debes saber- Se escuchaba preocupada y tensa.
B: ¿Qué es?- Contesté preocupada.
T: Es sobre Angie... -Suspiró.- Y Pedro.
B: ¿Que es lo que pasa con ellos?- Dije confundida.
T: ¿Recuerdas que te dije que había visto esos ojos oscuros de Angie en algún lado? Bueno. Ahora sé de dónde los había visto...
*Fin de la llamada*
Pov Angie
Ya se había tardado demasiado en el baño. -Amor, ¿Todo bien?- Se abrió la puerta, tenía los ojos llorosos.
-¿Que pasa cariño?- Le dije preocupada mientras le agarraba la mano.
-Llévame a mi casa.- Ni siquiera me volteó a ver.
-Pero...- Me interrumpió. -¡Mierda, llévame a mi casa!- Abrí mis ojos sorprendida.
-Si, pero ¿Pasó algo malo cariño?- Lo único que recibí como respuesta fue una gran cachetada. Me sobé la mejilla.
-¡DEJA DE DECIRME CIELO; CARIÑO; AMOR!- La miré muy confundida pero con enojo. Esta bien que le perdone sus dramas estúpidos, pero acaba de pegarme, no dije nada.
-¿Que creías?- La miré. -¿Que jamás me enteraría que tú fuiste la niña ratera que salió de mi casa. En la noche cuando era una niña.- Espera. ¿QUÉ? No, no, no ¡Houston tenemos un problema! ¡CÓDIGO ROJO, REPITO, CÓDIGO ROJO! -¿Tenías el maldito descaro de entrar a mi casa, sentarte en mi sala, comer en mi cocina y comerme en mi cuarto. Mientras tú eras quien entró a robarme a mi?- Me empezó a pegar en el pecho, yo no sabía que decir.
-Bri.- Ella me miró feo y me empujó.
-No me llames así. Llévame a mi casa.- Dijo y salió del cuarto dejándome ahí gritando.
Me subí al auto.
-Bri. Eso fue hace demasiado tiempo. Las dos ya somos grandes. Si sé que eso no se hace, pero yo fui oblig...- Me interrumpió. -Limítate a conducir. Por favor.- Yo sabía lo que hice en mi pasado, no era porque yo quería. Sí, yo usaba su ropa, dormía con su peluche y esas cosas, pero eran una necesidad para mí, y mi padre era el que me obligaba, yo no lo hacía porque sí.
-Bri... Brisa, yo lo lamento, entiéndeme, yo... Yo te amo y yo cuando era pequeña, yo estaba oblig...- Ella volvió a interrumpir. -¡MALDITA SEA, CÁLLATE!- Gritó tan duro que hasta brinqué un poco, me desvié del camino a su casa.
-¿A dónde mierda vas?- La miré rápido y dirigí de nuevo mi mirada al frente.
-Tengo que hacer una parada rápida.- Ella solo recargó la cabeza en la ventana. -No tardaré.- Llegué a mi casa. Bajé del auto y entré. Agarré mi mochila y metí al peluche, no quería que lo viera hasta llegar a su casa.
-Vamos.- Ella no contestó. -Bri.- Ella resopló.
-Enserio, quiero silencio, no quiero hablar contigo.- Esta vez hice caso y me limité a conducir hasta llegar a su casa.
-Bri. Perdóname.- Intenté tomar su mano, ella la quitó con fuerza y se bajó. -BRISA.- Grité mientras ella bajaba. -Déjame explicarte, te lo pido.- Le rogué.
-No hay nada que decir, eres una ratera. Lárgate de aquí.- La miré y bajé la cabeza. Abrí la mochila y saqué el peluche. Cuando ella lo vio casi lloró.
-Ifos.- Dijo en voz baja.
-Lo lamento, lo guardé todo este tiempo, llegó un momento en que no pude dejar de dormir sin él, tenía un olor que amaba. Bri, lo lamento, de verdad, tú no entiendes. Yo te amo y jamás haría eso de nuevo, yo cambié, Pedro y yo...- Como siempre ella me interrumpió. -¡VETE ANGIE, NO QUIERO VERTE POR AQUÍ NUNCA MÁS!- Bajé la cabeza.
-¡Que te vayas!- Metí mis manos al pantalón y le di las llaves que me había dado de su casa.
-Yo si te amo Bri.- Le dije y me subí a mi auto nuevamente. Lloré hasta que llegué al campus, baje de mi auto, corrí a mi dormitorio y lloré en mi cama. Mi primo llegó a mi lado y me abrazó, lloramos juntos, lloramos porque nosotros sabíamos que habíamos sido obligados, porque no queríamos hacerlo y porque nosotros no teníamos la culpa de eso, éramos chicos buenos.
-Nosotros somos buenas personas, nosotros no somos como él.-
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-An, voy a casa de Tini. Voy a tratar de hablar con ella.- Dijo Pedro.
-¿Vas?- Solo negué con la cabeza.
-Oh dios An, no puedes estar siempre acostada en tu cama. Han pasado semanas y sigues igual ¿Al menos has intentado hablar con ella?- Me paré demasiado rápido.
-¡Claro que sí idiota! ¿Crees que dejaría las cosas así porque sí? ¡Claro que no! ¡Yo la amo...-
-¡Yo también! Amo a Tini, con todo mi corazón Angie. Por eso voy a ir y tú deberías hacer lo mismo.-
En ese momento recordé todas las veces que me había mandado al carajo. Y me sentí fatal. Pero ya no perdía nada si volvía a mandarme al carajo. Suspiré. -Vamos.- Él me sonrió.
-Esa es mi chica.-
Me subí al auto con Pedro, llegamos a casa de Brisa y Tini.
-Bien, bajemos.- Dije nerviosa. Él solo asintió, estaba igual de nervioso que yo, podía sentirlo.
Tocó la puerta y abrió Tini sin preguntar. Tenía una sonrisa, pero cuando nos vio, ésta se desvaneció.
-¿Que quieren?- Y en ese momento apareció Brisa. Bajé la cabeza.
-Angie.- Oí que Brisa susurró. Levanté la cabeza para ver si trataba de hablar conmigo.
-Pasen.- Dijo Tini. Entramos y Tini se llevó a Pedro a la cocina. Brisa se sentó en un sillón y yo me quedé parada, pasaron varios segundos que parecían eterno y no sabía que decir.
-Bripsi.- Ella prendió el televisor y buscó una película.
-Mira Angie, ya quedamos, no hay nada que arreglar, eres una ladrona ¿Por qué yo querría seguir contigo?- Ouch, eso dolió. Bajé la cabeza. -Vamos Angie vete. No quiero verte de nuevo.-
-Vamos Brisa, ¿Qué tengo que hacer para que vuelvas conmigo? Vamos a dejar el pasado atrás, para mi la vida no tiene sentido si te vas.-
-¿Quieres que olvide que robaste mi casa y muchas casas antes?- Dijo, ella no me entendía. Nunca me deja explicarle.
-¡Brisa, entiende, nosotros fuimos...- Como siempre, ella me interrumpió. -¡No me grites!- Suspiré.
-Bien, ojalá te des cuenta pronto.-
-¿De qué Angie? Vete de mi casa por favor.- Ella señaló la puerta.
-De que te amo y que estás cometiendo un error al no dejarme explicarte. Pero un día me iré y tendrás que conformarte con la nada.- Me di vuelta y caminé a la cocina y vi a Pedro besando a Tini. Carraspeé la garganta. -Perdón por interrumpir.- Agaché la cabeza. -Ya me voy Pedro, ¿Te vas o que quedas?- Pedro me miró triste, sabía que no había funcionado nada con Brisa.
-Quédate.- Le susurró Tini a Pedro.
-Me voy Pedro, nos vemos allá, hasta luego Tini.- Salí de la cocina y de la casa, iba hacia mi auto y escuché -¡Angie!- Volteé, era Tini. Corrió hacia mí. -Dale tiempo.- Solo asentí y me fui.-Cuídate.- Me dijo. Lloré en el auto hasta que me dolió la cabeza, estaba demasiado triste, pero me compensaba que al menos a uno de los dos las cosas le salieran bien.
Pov Brisa
La extrañaba con todo mi ser y lloraba todas las noches. Yo quería hacerla sufrir. Porque claro que quería perdonarla, claro que la quería, pero quería que sufriera tanto como yo sufrí cuando me enteré. Vi que Tini salió de la casa así que pensé que ya se habían ido, tenía sed por gritarle a Angie. Fui a la cocina por agua.
-¿Qué haces aquí?- Le pregunté a Pedro cuando lo vi sentado. Solo, en mi cocina.
-Oh, hola.- Me saludó con su mano y sonrió. -Hablé con Tini y le expliqué todo. Ella acaba de perdonarme. Me pidió que la esperara tantito en lo que salía a despedir a mi prima. ¿Cómo has estado?- Me preguntó amablemente.
-¿No estás enojado conmigo?- Le pregunté.
-Obvio no.- Él sabía a que me refería. -Tú y yo somos amigos... O éramos... Pero los problemas que tú tengas con Angie son sus problemas, yo no voy a meterme.-
-No sé como Tini puede perdonarte, eres un ladrón igual que ella.- Pedro se levantó del banco alto. Se veía enojado.
-Mira Brisa, yo te dije que no me metería contigo y Angie. Te pido lo mismo entre Tini y yo, Tini sabe perdonar, sabe escuchar, Tini puede esperar a que le den una explicación antes de solo atacar a las personas. Tú no sabes por qué lo hicimos ¿Ok?- Lo interrumpí. -Y no quiero saberlo.- Me crucé de brazos. En ese momento llegó Tini.
-¡Brisa basta!- Me gritó, volteé a verla. -Ellos no querían hacerlo ¿Está bien? Ellos tenían problemas de chicos.-
-¿Económicos?- La miré. -Que se pongan a trabajar.- Corrí y subí las escaleras, me fui a mi habitación, no quería discutir más, Angie vendría pronto a pedirme perdón y entonces dejaré que me explique, estamos sufriendo demasiado.