| 8. Llamada de auxilio |
Kat
Día cinco, intento número 23.
Camino a hurtadillas por el pasillo esperando que mi nuevo intento de escaparme sea mucho más exitoso que los anteriores, con resultados poco efectivos pues siempre Altair o Avner aparecían en el último minuto. Pero ahora tenía la oportunidad perfecta, Avner había salido y Altair estaba escuchando a Marilyn Manson a todo volumen en la habitación de al lado.
Me apresuro a bajar las escaleras, aunque Altair esté muy entretenido escuchando música, procuré ser lo más silenciosa posible. Corro hacia la puerta cuando el timbre resuena por toda la casa.
Maldición ¿Por qué pasa esto justo cuando estoy intentando escaparme? ¿Por qué no pasan a visitar a esos chicos diabólicos cuando me haya ido a mi casa?
— ¿Qué crees que haces? — pregunta Altair a mis espaldas —. ¿Piensas escapar de nuevo, Kat?
— ¿A ti que te parece? — farfullo
Altair se acerca a mí, no puedo evitar retroceder. Intento mantener la postura y no dejarme intimidar por ese demonio. Siento la leve respiración de Altair y su fresco aliento a mentol, el chico se la pasa comiendo caramelos de menta, lo noté en mis cinco días de secuestro. Empiezo a sentir que el demonio estaba violando mi espacio personal ¿Qué acaso no entiende lo que es el espacio personal? El sonido del timbre desvía su atención de mí y se acerca a la puerta a atender.
— Quédate ahí — me ordena antes de abrir la puerta
¿Qué le hace creer que le voy a hacer caso?
Altair abre la puerta, aprovecho su distracción para intentar escabullirme, regresar a la habitación e intentar salir por la ventana.
— Te dije que no te movieras — advierte seriamente y provoca que me de un escalofrío —. ¿Y tú qué quieres?
Veo a quién se dirige, en la puerta había un chico de unos 22 años, su cabello negro estaba mojado a causa de la lluvia, era un poco más bajito que Altair aunque más fornido, bronceado, ojos verdosos y labios delgados.
— Sabas y el chico Tomlinson — informa asustado
Al oír eso, pongo mi completa atención al chico.
— ¿Qué quiere nuestro amigo Sabas? — pregunta Altair
— Atraparon a Nick — informa
— Ese no es mi problema — dice Altair sin mostrar interés alguno
— Creyeron que era yo y... — comienza a explicar pero Altair lo interrumpe de nuevo
— Eso sigue sin interesarme, ve al grano — demanda
— Tomlinson lo atrapó para interrogarlo, sacarle información sobre ustedes — declara
— Y quiero pensar que el inútil de tu amigo no le haya dicho ni media palabra — suspira Altair
— No había manera, él no sabía nada — dice el chico
— ¿Y cuál es el problema, Agraviane? — interroga Altair
— Ese par no tardarán en encontrarme y...
— Confío en que no dirás absolutamente nada — asegura Altair
— Ese es el problema, uno de ellos puede penetrar la mente — responde el chico haciendo referencia a James
— Ah — dice Altair —. Ya veo. No te preocupes, ellos no te encontrarán.. Vivo
— ¿Qué? — pregunta perturbado —. ¿Qué quieres decir con....
El chico no pudo terminar de formular su pregunta cuando Altair lo apuñala repetidas veces en el pecho. El chico ya debía estar completamente muerto pero Altair seguía apuñalándolo una y otra vez por diversión. Recuerdo mi segundo plan de escape y corro escaleras arriba para intentar escapar por la ventana. Entro en la habitación de Altair pues la ventana de mi habitación estaba atascada, tenía unos 2 minutos como máximo antes de que Altair dejara de apuñalar el cadáver del chico y notara que yo había desaparecido. Noto que habían dos celulares en la mesita auxiliar al lado de la cama, tomo el que tiene la funda color roja y abro la ventana. Me impulso para subir, miro hacia abajo y hago mis cálculos, podría amortiguar la caída con mis poderes y caería sana y salva. Me preparo y alguien me toma del brazo, ese era Altair impidiendo mi paso a mi libertad, otra vez.
El aire dejó de penetrar en mis pulmones, su expresión no reflejaba nada bueno, cuando su fría mirada color moka se encontró con la mía, solo podía pensar una cosa, ¡Corre, Kat, corre!"
— ¿Qué parte de no te irás no entiendes? — habló seriamente
El simple contacto de sus dedos con mi piel era algo me estremecía. Altair me jala con una increíble sutileza que no me esperaba, me aseguro de esconder muy bien el celular sin que se diera cuenta, me lleva de regreso a la habitación en la que he estado cautiva estos días y me obliga a sentarme en la cama.
— ¿Qué voy a hacer contigo? — suspira
— Seguiré intentando escapar — aseguro
— Y seguirás fracasando, una y otra vez — sonríe
— ¿Qué demonios quieres conmigo? — pregunto por milésima vez —. ¿Qué hago aquí?
— Todo a su tiempo, preciosa — dice Altair con calma
Suspiro frustrada, lo único que deseaba era poder salir de este maldito lugar, ir a casa con mis hermanos y ver a Louis.
La música de Marilyn Manson seguía sonando haciendo el momento menos incómodo. Me quedo sentada en el borde de la cama mientras Altair mira el reloj de su muñeca y se aceraba al estante de libros para sacar el libro rojo de hechizos.
— ¡ULRICH! — grita la voz de Avner desde el recibidor —. ¡ULRICH!
— Ven conmigo — dice Altair acercándose y tomándome de la muñeca, supongo que es para evitar otro intento de escape. Altair me lleva hasta el barandal en donde se puede ver el recibidor —. ¿Qué ocurre, Hunter?
— ¿Qué hace un sujeto muerto en nuestro vestíbulo? — pregunta Avner
— Ohh, me olvidé de él — vacila Altair
— ¿Por qué hay un demonio muerto en nuestra casa? — pregunta de nuevo Avner
— Ah, claro. Deja te explico — dice Altair —. Yo estaba en mi cuarto, nuestra querida invitada quería escapar de nuevo, la detuve y luego este sujeto tocó el timbre
— Sí.. — dice Hunter indicándole que prosiga
— Entonces me dijo que nuestros queridos amigos Liam y Louis andan causando problemas
— ¿Y luego? — pregunta Avner
— Yo.. Lo apuñalé 37 veces en el pecho — sonríe perversamente
— ¡Ulrich! — exclama Hunter —. ¿No pudiste matarlo afuera? ha manchado el piso y yo tendré que limpiarlo.
No sé por qué no me sorprende que le preocupe más el suelo que el hecho que haya un muerto en el recibidor de su casa ¿Qué podía esperar de ellos? Los dos son un par de psicópatas sanguinarios que solo se preocupan por ellos mismos.
— Lo siento — se disculpa —. Lo limpiaré, lo prometo... ¿Lo tienes?
Hunter asiente y muestra un frasco con lo que parecían hierbas secas, pero estaba segura que eran las alas de sidhe que necesitaban para algún hechizo raro.
— Perfecto — sonríe Altair —. Hay que hacerlo
— Claro, y después tú sacarás el cadáver de aquí — asiente Hunter —. Oh, lo olvidaba... Tuve un pequeño encuentro con nuestros amigos en Brixham
— ¿Y? — pregunta Altair interesado
— Oh, nada importante — dice Avner —. Louis creyó que podía enfrentarme él solo y sin poderes, lo cual fue muy estúpido
— Ese chico tiene un récord en hacer cosas estúpidas — comenta Ulrich divertido mientras sacaba un caramelo de menta de su bolsillo, se lo lleva a los labios y lo desenvuelve con los dientes. Sentí un enorme vacío dentro ¿Louis sin poderes? Entonces imaginé lo peor... —. Eso es interesante ¿Y Qué pasó? — preguntó Altair
— Lo hice llorar sangre, literalmente
Un nudo se fue formando en mi garganta ¿Louis estaba bien? Demonios, ahora es cuando debería estar con él pero estoy aquí encerrada con este par de demonios psicópatas.
Altair se ríe en señal de aprobación y me lleva de nuevo a la habitación, prácticamente jalándome. Avner aparece con una cazuela de cobre y más frascos de cristal. ¿Otro hechizo? Este será el segundo durante mi no tan agradable estancia. Altair hojeó el libro y lo dejó abierto en el taburete, esperando a Avner para comenzar a hacer su raro hechizo.
— Quid ad me veniet mutatio — recita Altair
Avner va agregando cosas al caldero conforme Altair se lo indica, el simple hecho de que estén haciendo eso me pone los pelos de punta, sé que este hechizo no traerá nada bueno, y por alguna extraña razón, necesitan mi sangre para ello. ¿Por qué yo? Mi sangre no tiene nada de extraordinario, salvo que soy una guardián elemental, pero eso no tiene ningún sentido para mí. Lo único que tengo claro es que por alguna razón que no conozco, estos chicos Hunter y Ulrich tienen un odio absoluto por Louis, y no hay que ser muy perspicaz para darse cuenta de ello.
Avner toma mi mano, intento soltarme pero obviamente no sirvió de mucho pues él es más fuerte que yo, siento la filosa daga cortar mi piel, haciendo una cortada superficial. Tomo lo primero que tenía a la mano para detener la hemorragia en mi mano. Avner termina el hechizo con la sangre de Ulrich, lo cuál aún no tenía ningún sentido para mí ¿Por qué agregaría su sangre también?
— Listo — dice Avner satisfecho al ver la cortina de humo blanco salir del caldero de cobre —. Ahora podrás ir y deshacerte del cadáver que dejaste en el vestíbulo
— Ya voy — asiente Altair
Antes de irse, Ulrich truena los dedos y hace aparecer una bandeja de comida, mi cena del día de hoy era una hamburguesa de pollo con papas a la francesa y una gaseosa de cereza. Una vez sola en mi habitación, cierro la puerta con seguro, aunque sé que eso no serviría de nada pero al menos estos demonios respetan mi privacidad. Moría de hambre pero tenía que hacer una cosa primero, mucho más importante que saciar mi necesidad de comer algo.
Entro al baño y abro la llave del agua para que ésta hiciera ruido y mis secuestradores no me escucharan hacer mi llamada de auxilio. Cierro la puerta del baño y saco el celular de mi bolsillo. Repito en mi mente los números de los celulares de mis hermanos pero no estaba muy segura sobre los teléfonos de Logan y Dan, el de Dan siempre se me olvida y Logan cambia de número celular como de calcetines, ha tenido cerca de 13 números distintos, pues ha perdido o roto muchos celulares.
Decido marcar el teléfono de Drake por ser el que mejor me sabía, pulso en la pantalla el teléfonito verde para marcar, me pego el teléfono al oído y espero. Escucho el típico beep que hace la línea mientras contesta. Estaba muy ansiosa, empecé a caminar en el reducido baño, el agua de la regadera me salpicaba un poco y mojaba mis converse. Al tercer beep Drake contesta.
— ¿Hola? — suelto un suspiro, con solo escuchar su voz me sentía más aliviada y segura, demonios, extrañaba tanto a mis hermanos
— Drake — digo aún sin poder creer que hablaba con él
— ¿Kat? — exclama —. Santa vaca ¿Eres tú?
No puedo evitar reír y soltar unas lágrimas. Tenía años que no escuchaba a Drake decir eso, era más sutil decir un "santa vaca" que "mierda" cuando éramos pequeños y papá estaba cerca.
— Sí
— ¿Dónde estás? ¿Qué pasó? — pregunta Drake
— Dame eso, yo quiero hablar con Kat — oigo la voz de Will y puedo imaginarme como él y Drake se empujan para tener el teléfono
— A un lado, William, la pondré en altavoz — dice Drake
— ¡Kat! — exclama Logan —. ¿Estás bien? ¿Esos malditos de han hecho daño?
— Estoy bien, mejor de lo que me esperaba — admito —. Pero eso no le quita lo horrible a este lugar.
— ¿Dónde estás? — pregunta Dan
— Desearía poder saberlo — suspiro —. No tengo ni la menor idea, es una casa muy grande, lo único que puedo ver por la ventana son árboles y más árboles ¿Ustedes dónde están?
— En la casa de los Tomlinson — responde Logan —. ¿Cómo conseguiste marcarnos?
— Le robé el celular a Altair — confieso
— Tengo una idea — dice Logan
— ¿Qué? — pregunté
— Quizá no podamos saber dónde estás mágicamente pero sí tecnológicamente — dice Logan — Activa el GPS del celular
— ¿Cómo no pensé en eso antes? — murmuro dándome cuenta de lo torpe que era —. Les mandaré la ubicación
— Bien pensado, Logan — aclama Dan
— ¿Está Louis por ahí? — no pude evitar no preguntar por él
— Ah... — vacila Will
Hubo un pequeño silencio, siento un pequeño escalofrío recorrerme de pies a cabeza.
— ¿Qué pasa? — pregunto nerviosa
— No está en condiciones de contestar el teléfono — responde Drake con un hilo de voz
— ¿Qué le pasó? ¿Qué demonios le hizo ese maldito? — pregunto entre molesta y asustada recordando lo que había dicho Avner sobre su corto encuentro con Louis en Brixham
— Está bien, si hablamos físicamente — dice Dan —. Pero estaba furioso, hizo estallar todos los cristales de la casa y con decir todos, me refiero a todos
Oh, no. Estaba perdiendo el control de nuevo, y eso puede llegar a ser peligroso pues alguien podría salir lastimado y se sentiría terriblemente culpable por ello. Quizá si me escucha y sabe que estoy sana y salva (por así decirlo, claro) lo tranquilizaría y haría que pudiera controlar su pequeño problema con sus poderes.
— Necesito hablar con él — pido
— Está durmiendo, Liam tuvo que drogarlo con un polvito mágico — responde Drake
— ¿Y eso como por qué? — cuestiono
— No estaba en sus cabales — responde Logan
— Entiendo — me siento un poco triste por no poder hablar con Louis, cuanto extrañaba el sonido de su voz, en realidad, extrañaba todo de él. —. Mandaré la ubicación, por favor no tarden en venir por mi
— Creo que el efecto de los polvitos mágicos durarán hasta la mañana, estaremos ahí por ti a primera hora — asegura Drake
— Gracias, los extraño — oigo ruido en el pasillo —. Tengo que colgar, adiós
Guardo silencio unos segundos, quizá había sido mi imaginación. Configuro el GPS del celular y le envío la localización a Drake por multimedia. Borro el registro de llamadas y mensajes para dejar el celular en algún lugar de la casa para que Altair no sospeche nada, cierro la llave del agua y salgo a comer mi cena. Disfruto mi última comida en este maldito lugar, me iría a casa, finalmente.
Termino de cenar algo pero la gaseosa no fue suficiente para saciar mi sed, decido bajar a la cocina por un vaso de agua. Altair se había encargado de deshacerse del cadáver y de limpiar el charco de sangre que las 37 puñaladas habían provocado. Entro a la cocina, busco un vaso en los entrepaños y lo lleno de agua hasta el tope. Le doy un sorbo antes de que se escurra, saco el celular de mi bolsillo y lo dejo junto al frutero.
— Pero qué sorpresa — reconozco la voz burlona de Avner. Demonios, alguien dígame que no vio lo que acabo de hacer —. Nuestra querida Kat no está intentando escapar como siempre.
— Necesito estar hidratada para otro intento — respondo
Avner se recarga en el muro de la cocina, se cruza de brazos y se me queda viendo, intento ignorarlo pero es imposible pasarlo por alto. Noto que al parecer no se había percatado del celular.
— ¿Se te ofrece algo? — pregunto
— Si no te has dado cuenta, Kat, estás en mi cocina — objeta
Ah, claro. Olvidaba ese pequeño detalle. De repente recuerdo que el maldito había lastimado a Louis, y no lo iba a dejar así. Lancé el vaso con todas mis fuerzas apuntando a su cabeza, por desgracia lo consiguió esquivar al último segundo. Avner me mira un poco molesto.
— ¿Qué demonios te pasa? — pregunta
— ¿Quieres saber qué demonios me pasa? — exclamo —. Un par de demonios sádicos me secuestraron y se ven empeñados en lastimar a mi novio.
— No te lo tomes personal — se encoge de hombros
— Es difícil no tomármelo personal — murmuro molesta
— Tranquila, preciosa, no es personal contigo — repite Hunter tomando un par de uvas del frutero —. Esto acabará mucho antes de lo que te imaginas, aunque tendrás que buscarte otro novio.
— Tú le haces algo a Louis, te acabaré yo misma — advierto —. ¿Te quedó claro o tengo que decírtelo por escrito?
— No se me dan los escritos — sonríe de lado
— ¿Qué pasa, Avner? — alzo una ceja —. ¿No sabes leer?
— Soy disléxico — responde — Y tengo TADH.. TAHD — se corrige — T... Bueno, eso
THDA. Vaya, nunca me imaginé que los demonios tuvieran problemas de ese tipo. El ruido estruendoso de algo cayéndose en el piso de arriba acapara toda la atención de Avner. Siento un ligero dolor en la rodilla que se va extendiendo hasta la pantorrilla. Me quejo por ello y espero que el dolor vaya pasando. Un calambre, seguramente.
— ¿Ulrich? — llama Avner —. ¡Ulrich!
— No pasa nada — exclama Altair desde arriba
— Espero que no hayas roto nada — exclama Avner saliendo de la cocina para comprobar qué había provocado el ruido
Espero que Avner salga de la cocina y me quedo justo donde estaba mientras estiraba la pierna esperando que el calambre pasara, el dolor iba disminuyendo poco a poco. Me preparo para subir y descansar un poco, esta sería mi última noche en este lugar y eso me hace tan feliz de diferentes maneras. Regresaré con mis hermanos y Louis, ellos son todo lo que necesito para ser feliz.
Un pequeño golpeteo me detiene en seco, me quedo estática esperando volver a oírlo y guiarme por el sonido. Podía el ligero movimiento de cadenas que era apenas audible, provenía del sótano. Escucho a Avner hablar con Altair, seguramente demorarán en arreglar el desastre que Altair había hecho allá arriba. Cruzo el pasillo hasta llegar a la desgastada puerta de madera que lleva al sótano de la casa, tomo la perilla y la giro sin problemas, la puerta ya no tenía seguro así que podría entrar sin problemas.
El sótano estaba completamente oscuro, olía a humedad, tierra mojada y sangre. Seguramente dejaron aquí las cosas con las que limpiaron la sangre de aquél chico que vino en la tarde. Cruzo los dedos deseando no ser atacada por murciélagos como la última vez que bajé a un sótano. Me sostengo firmemente del barandal para evitar caerme por las escaleras debido a la falta de luz. Busco el interruptor de luz con mi mano libre, cuando finalmente lo encuentro, enciendo la luz y el sótano es iluminado por completo por una luz brillante que me atarantó por unos segundos.
Me quedo paralizada sin poder creer lo que veía. El sótano era el calabozo personal de Altair y Avner. Me acerco a una de las jaulas, había alguien durmiendo y dándome la espalda, al igual que las otras dos que tenía al lado. La sensación de pánico se hizo presente cuando reconocí quiénes eran.
— ¿Harry? — susurro —. ¿Kendall? ¿Niall?