«Porque de ahora en adelante, para mí ya no habrá más represiones, es momento de comenzar a vivir y experimentar».
¿Es la fidelidad una decisión? O ¿simplemente se espera que las únicas fieles seamos las mujeres?
¿Era la fidelidad una decisión o como ellos decían los impulsos no podían controlarlos?
«Allá íbamos, con el afán de los hombres con referir que las mujeres necesitamos a un hombre para poder ser felices, para poder vivir. No era nada más que un aprendizaje proveniente de una cultura con la creencia de que venimos como seres incompletos cuya otra mitad el hombre viene a terminarnos, como si fuésemos una obra incompleta. Yo lo era, pero no necesitaba a un hombre que me completara».
—Bueno, las chicas buenas van al cielo. Las malas, vamos a todos lados—
«...si todo fuera diferente y yo no estuviese tan rota ni hubiese perdido la fe en el amor. Quizás entonces podría enamorarme de él algún día».
«Bueno, yo no le había prometido amor, así que esperaba que cuando éste experimento acabara, su corazón no estuviera irreparablemente dañado.».
«Reglas del Experimento:
1.No involucrarse sentimentalmente. Eso quiere decir, No enamorarse.
2.Nunca pasar la noche en el lugar de residencia de ningún hombre. Si se ha de pasar la noche con alguien, será en mi apartamento, en mi territorio.
3.No mezclar con tu vida laboral y mucho menos familiar. (Mi madre no puede enterarse de ninguno de ellos, bajo ningún motivo).
4.Está PROHIBIDO usar cualquier tipo de vestimenta perteneciente a uno de los hombres involucrados en el experimento, que tengan su olor o no, en especial, camisas de hombre.
5.La fidelidad no es una opción. Ese es el punto del experimento.»
«Sentir su aroma luego de tanto tiempo me hizo sentir de alguna manera en casa».
«No podía negar que aprendí a querer a Adrián. Él era dulce, atento, sexy y un buen amante. Pero, nada más, no había la fogosidad y no se nublaba mi pensamiento como con Rafael».
«...que pasara lo que pasara, siempre las tendría a ellas, habían estado conmigo cada paso del camino, en cada decisión, eran las hermanas que nunca tuve y estaba agradecida por eso».
—Esa fue una de las causantes de muchas diferencias entre nosotros. Su inagotable ambición, era asfixiante en ocasiones tener una relación con alguien así, más aún si no hay amor de por medio y los defectos se ven tan claros sin una venda en los ojos.
«—Depositó un beso en mi cabeza antes de marcharse en dirección a la cocina. Suspiré al verlo irse tan contento. Aquí estaba este chico maravilloso todo para mí».
«Ya había comprobado mi experimento, tenía las respuestas que necesitaba, ¿qué hacía continuando con todo esto?»
«La verdad, quería a Adrián, había aprendido a quererlo, era tan sencillo como respirar, pero me resultaba muy difícil resistirme a lo que Rafael despertaba en mí y eso sabía que sería mi perdición».
«¿cómo resistirse ante este asombroso hombre que cada día se esforzaba por enamorarme?»
—En sus ojos pude ver arrepentimiento real, dolor, tristeza y luego de lo que yo había hecho, no podía juzgarlo. Aún cuando comencé este experimento buscando entender, no era mejor que él, la diferencia entre ambos es que yo aún no tuve que lidiar con todas las consecuencias de mis acciones, yo aún no rompía su corazón.
«...aprendí a amarme primero y más a mí misma, porque sin eso una relación no vale la pena».
«En mi afán de este estúpido experimento, lastimé a varias personas, destruí una relación, rompí las ilusiones de un chico que recién comenzaba a creer en el amor, le trastorné la vida a un hombre implacable sólo porque para mí representaba un reto, enamoré a un hombre sensible a quien tarde o temprano terminaría haciéndole daño».
«Y con los fines más crueles y vengativos destruí el orgullo y corazón de un hombre, que en un momento consideré el amor de mi vida».
«Nada de lo que hice tenía una justificación, ningún motivo validaba mis opciones, ninguna razón era suficiente para jugar con los sentimientos humanos».