第49章
Cuando Yan Feili regreso a la cueva original, vio a los dos caballos comiendo hierba alrededor, mientras que Beitang Ao estaba de pie junto a la hoguera de la noche anterior, mirándola sin comprender.
"Maestro de Secta... ¿qué está haciendo?"
Cuando Beitang Ao lo vio, pareció un poco avergonzado y agitó la mano con nerviosismo, señalando el suelo: "Pensaba cocinar una deliciosa comida con el animal que cacé como la que tú hiciste, pero parece que lo he estropeado."
Cuando Yan Feili miró el desorden en el suelo, inconscientemente quiso reírse un poco. Beitang Ao era un Maestro de Secta y un Príncipe del Reino de Ming, y aunque a menudo salía a comer y dormir en la naturaleza, nunca lo había hecho estas cosas por su cuenta.
El antílope que estaba en el suelo había sido desollado, puesto en unas ramas y prendido a la hoguera, pero desgraciadamente estaba carbonizado. Yan Feili se acercó, sacó la carne y le dio la vuelta para mirarla.
¿Por qué no... voy a capturar otro que ande por ahí?" Beitang Ao vio su "obra maestra" y se sintió realmente humillado.
"¡No es necesario, este todavía es comestible!" Yan Feili sonrió y cortó la parte carbonizada para revelar la carne del interior, le dio la vuelta y la volvió a poner en el fuego para que se asara de nuevo.
Beitang Ao se sentó a su lado y lo observó trabajar a un lado. Antes era así, cuando estaba en movimiento por la naturaleza, nunca tenía que preocuparse por estas cosas.
"Feili, ¿estás bien físicamente?"
"... Hmm."
Beitang Ao sabía que había sido un poco exigente anoche, pero no sentía ninguna vergüenza por ello. De todos modos, siempre lo había deseado, y lo había comprendido cuando sostuvo su cuerpo desvanecido y frágil en la tienda de campaña del cuartel militar.
Más tarde, cuando fue secuestrado en la Ciudad Huacheng, Beitang Ao finalmente admitió que se preocupaba por este hombre, y se preocupaba más de lo que jamás podía imaginar.
Beitang Ao procedía de un entorno noble y fue criado con la educación más ortodoxa y exigente, teniendo un objetivo claro y un plan de vida definido.
Hasta ahora, sólo sus sentimientos por Yan Feili habían superado sus expectativas. Por supuesto, también lo era Li'er. Pero para un hombre, pase lo que pase, siempre era una alegría el nacimiento de un hijo, y más aún el hijo mayor que había heredado el linaje de la familia Beitang. Beitang Ao había aceptado a ese niño hace mucho tiempo y algún día lo devolvería al lugar que le corresponde.
Sin embargo, Yan Feili era una historia diferente. Beitang Ao sabía que se había enamorado de él. Sabía que era un hombre y su propio subordinado, pero estar enamorado era estar enamorado. Puede que no haya sido claro antes y que se haya engañado a sí mismo, pero ahora que estaba claro, Beitang Ao fue incapaz de persuadirse a sí mismo de seguir fingiendo.
Pero este asunto no era fácil de resolver...
"Feili, ¿qué tal si nos quedamos aquí unos días antes de volver?" El tono de deliberación era uno que nunca se había visto antes.
"¿Qué?" Yan Feili se sorprendió: "¿Quedarse aquí? ¿Cómo puede ser eso? La situación es tan tensa ahora, que deberíamos volver al Cuartel Central lo antes posible. Además, ¿no acordó con el Maestro de Secta Ximen para reunirse en la frontera?"
"El entorno aquí está aislado y no es fácil de descubrir. Las personas dentro de la Ciudad Huacheng están ocupándose de sí mismo, y creo que no habrá gente que se atreva a venir por nosotros ahora. En cuanto al acuerdo con Ximen..." Beitang Ao sonrió ligeramente: "Eso era sólo lo que decía su carta, pero este venerable no lo prometió."
"Maestro de Secta, esto no funcionará." Yan Feili frunció el ceño: "¿Por qué quiere quedarse aquí?"
"¿Acaso no te funcionaron muy bien las aguas termales?" Beitang Ao respondió con la misma ligereza de siempre.
Yan Feili miró hacia él y abrió la boca para hablar, pero volvió a cerrarla y giró la cabeza hacia otro lado.
"¿Qué? ¿Qué quieres decir?" Preguntó Beitang Ao.
El corazón de Yan Feili se conmovió un poco en ese momento, y comprendió vagamente lo que el Maestro de Secta tenía en mente.
"Este subordinado ya está bien, no permita que este subordinado retrase los asuntos importantes del Maestro de Secta. Deberíamos ir a reunirnos con el Maestro de Secta Ximen lo antes posible."
Beitang Ao se inclinó hacia Yan Feili, y le hizo el cabello a un lado, revelando las marcas rojas en su cuello, tan oscuras que eran de color púrpura, con tenues marcas de dientes incrustadas en ellas. Beitang Ao suspiró mientras tocaba suavemente su cuello, sus dedos estaban rasposos pero no le molestaba a Yan Feili.
"Estar aquí con ese estanque de aguas termales es bueno para tu cuerpo, así que quedémonos un poco más."
Ya sea un hombre y una mujer, o un hombre y un hombre, una vez que se ha producido este tipo de relación, es natural que se produzca la intimidad. Ellos dos no fueron la excepción.
Yan Feili dejó que le acariciara el cuello sin hablar, parecía seguir concentrado en asar el antílope, pero sus ojos habían flaqueado un poco.
Beitang Ao pensó que Yan Feili no quería perderse la gran guerra que se acercaba por culpa de las toxinas en su cuerpo, y le volvió a decir: "Feili, no te sobre esfuerces. Has tomado la Píldora Mituoxian, y aun no sabes cuándo podrás deshacerte de las propiedades de la droga. Aquí hay un estanque de aguas termales que puede ayudarte a desintoxicarte, así que ¿por qué no te desintoxicas antes de irte? ¿Realmente quieres arrastrar tu cuerpo así por el camino? Sabes que aunque vuelvas al Cuartel Central, puede que no haya otra forma de ayudarte."
Yan Feili quitó de la hoguera la carne de antílope asada, arrancó una pata y se la entregó, susurrando: "Es mejor que el Maestro de Secta tome la decisión..."
Los dos permanecieron en las profundas montañas durante dos días más.
Cuando Yan Feili iba a esa estanque de aguas termales noche tras noche para curar las toxinas, Beitang Ao tenía que seguirlo hasta allí y hacerle el amor sin descanso.
Después del incidente en la prisión de Huacheng, su corazón ya se había sacudido y era incapaz de rechazarlo. Más tarde, Beitang Ao lo obligó a decir la verdad, y Yan Feili ya no ocultó sus sentimientos.
Era un hombre, naturalmente, también tenía deseos de hombre. El Maestro de Secta era la persona que había anhelado durante nueve años. Su lealtad, admiración y el afecto inicial que tenía hacia él habían cambiado desde el incidente en el Bosque Fantasma, por no mencionar el hecho de que tenían un hijo, Li'er.
Yan Feili era una persona de mentalidad rígida, pero como ya sabía que tenía una relación amorosa inquebrantable con este hombre, y ahora estaba escondido en las profundidades de una montaña con él, así que simplemente lo dejé ser.
Beitang Ao lo envolvió con sus brazos y los dos se tumbaron junto al estanque de aguas termales. Este lugar se había convertido en un cálido refugio para ellos estos días.
"Maestro de Secta, ya es hora de regresar, ¿no es así?"
"¿Tienes mucha prisa por volver?" Yan Feili guardó silencio.
Este tipo de día, estar con Beitang Ao, no tener que pensar en nada, no tener que preocuparse por nada, era realmente un día divino para él, así que, ¿cómo podría querer volver? ¡Pero había cosas que tenían que hacer! Beitang Ao tampoco quiso que le respondiera y dijo: "Las toxinas en tu cuerpo ya casi han desaparecido. Contando los días, es hora de volver. Me pregunto cómo se estarán preparando las Puertas Celestiales." La última frase parecía ser un murmullo para sí mismo.
El estanque de aguas termales era realmente milagrosa, y Yan Feili ya no estaba profundamente intoxicado, así que después de tres días consecutivos de inmersión, y con la ayuda de la fuerza interior de Beitang Ao, los efectos de la Píldora Mituoxian se habían disipado realmente entre un 70% y un 80%.
"Maestro de Secta, todavía tiene mucho trabajo que hacer."
"Feili, ¿realmente estas dispuesto a volver al Cuartel Central conmigo?" Los ojos de Yan Feili se oscurecieron por un momento, pero fue sólo un destello, tan rápido que no se pudo captar.
"Son tiempos agitados en la secta, y como Maestro de la Puerta del Norte, debe tener muchas cosas de las que ocuparse."
"Feili, a veces realmente no te entiendo." Beitang Ao recogió el cabello oscuro de Yan Feili y suspiró: "Es evidente que me amas demasiado y que deseas estar conmigo, pero nunca lo dices y sólo quieres esperar en silencio. Ahora yo estoy dispuesto a quedarme aquí para hacerte compañía, pero tú tienes prisa por irte..."
Yan Feili enrojeció ferozmente y apartó la mano, diciendo: "¿Quién, quién....? ¡Está diciendo tonterías, Maestro de Secta!" Beitang Ao se quedó paralizado un momento, y de repente soltó una sonora carcajada y lo abrazó con una mano.
"¡Feili, todavía quieres negarlo en este momento!" Yan Feili se sintió como si estuviera en llamas. Sentía un poco de vergüenza, un poco de pena, pero más que eso, una débil felicidad brotó del fondo de su corazón.
Al salir de las montañas profundas, Yan Feili miró hacia atrás una última vez y vio las montañas llenas de niebla, las aguas termales del valle y las colinas verdes de una vegetación abundante, todo parecía estar cubierto con un fino velo.
La felicidad de estos tres días era también como esa densa niebla que se extendía durante todo el año, siempre envuelta en una capa de sombras, que hacía imposible que la gente viera lo que realmente había detrás.
"¡Vamos!" Beitang Ao gritó y Moxue galopo a toda velocidad.
Yan Feili se recompuso, levantó su látigo y lo siguió de cerca.
Al atardecer del segundo día, llegaron a la frontera norte dos días después de lo previsto, pero no esperaban ver la situación en la que se encontraban los dos ejércitos.
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Esta es una traducción propia del chino al español, espero y la disfruten.
No bueno, ¡¡alguien venga y detenga a estos tortolitos!! Jajaja bromeando, confesando su amor, haciendo cosas sucias...
Desafortunadamente, ahora tienen que regresar a la realidad. Una nueva arca de la historia empieza.... Ahora.