Lena Jennings // La segunda p...

By NinaLopez_

1.7K 148 256

Soy Lena, a mis espaldas tengo muchos crímenes y experiencia en hacer nada bueno. Después de haber sido trai... More

Prólogo.
2.
3.
4.
5.
6.
7.
8.
9.
10.
11.
12.
13.
14.
15.
16.
17.

1.

116 9 18
By NinaLopez_

LENA POV:

– ¿Me puedes repetir por qué estás viniendo conmigo?–me preguntó Miller.

Han pasado ya un par de semanas desde que discutimos mis condiciones del trato. Después de haber sido estudiado por Big Momma, todas mis condiciones tienen luz verde y yo firmé el trato dejando claro que una vez atraparan a Mustang, se me juzgaría por mis crímenes y acataría mi condena, sea cual fuere sin ningún tipo de reducción.

Durante estas semanas he estado en mi celda de aislamiento pero recibiendo visitas casi diarias del agente Miller que me iba poniendo al tanto de toda la situación sobre Mustang. Además de que ya he podido tener tiempo al aire libre ejercitando y comiendo en el comedor con el resto de presas, aunque eso sí, sin contacto con ninguna de ellas, yo siempre separada. Para el resto de presas soy como un animal de circo mitológico, como un león con dos cabezas o algo así, soy esa leyenda que siempre han escuchado pero nunca creían verdad. Muchas mostraban interés en acercarse a mí pero mi escudo de agentes lo impedía, y luego a las otras, le daba tanto miedo que pudieran caer en algún tipo de encanto mío y ni siquiera se atrevían a mirarme.

Hoy es el día en el que van a hablar con Miranda y con Alexander para proponerle el trato que yo he firmado, la verdad es que yo espero que acepten, porque lo he hecho con la mejor intención.

– Pues porque me has dejado venir contigo, si no no podría haber salido de esa celda de aislamiento y porque tú sólo no vas a ser capaz de convencer a Miranda para que acepte el trato; y créeme cuando te digo que ella es fundamental aunque odie reconocerlo, es tremendamente inteligente y sabe cómo operar en este mundillo de manera rápida y eficiente. Miller.–dije mientras avanzaba a su lado por los pasillos. Él tan trajeado como siempre y yo con el pantalón gris y camiseta blanca, el uniforme de la cárcel. – ¿Te puedo llamar James? es que Miller es muy serio, ¿no te parece?

Miller resopló y me miró.

–Con todo el tiempo que vamos a pasar juntos, James está bien, pero nada de motes raritos.–avisó.

Sonreí.

La tercera condición de no tener cámaras ni micrófonos en mi tiempo libre también fue concedida. En cuanto se acabe de formar todo el equipo que se va a encargar de la operación, no podré separarme de Miller, será él quién me supervisará y me vigilará muy de cerca.

Me puso las esposas en las manos, pasó su tarjeta por una puerta y ésta se abrió. El sol me dio en la cara, achiné los ojos, echaba de menos esta sensación. Cuando me dejan salir al patio para tomar el aire, ya es tarde y apenas quedan rayos de sol y mucho menos que te den directamente sobre la piel.

Fuera había un furgón policial esperándonos. Me subí en la parte trasera y al lado mío se sentó Miller. Nos dirigimos a centro penitenciario en el que está recluida Miranda.

–¿ Por qué crees que Miranda no va a querer aceptar el trato?–me preguntó Miller.

–Miri está rota, totalmente rota, sobre todo después de la información que le dí antes de ser arrestada. Creo que se ha dado cuenta de todas las cosas que ha hecho mal, de todas las vidas que ha jodido y se cree que lo que la justicia dicte es lo que se merece, por tanto no va a querer expiar sus pecados por un camino fácil como es este trato, quiere asumir toda la resposabilidad de sus actos, sus asesinatos.–chasqueé la lengua y eché la cabeza hacia atrás.– además que me odia, y en ese trato pone que tendrá que trabajar codo con codo conmigo.

–¿Por qué si te odia la sugeriste a ella para tu equipo?–James estaba tan perdido.

–James, para ser el que ha estado investigando a los estafadores durante tanto tiempo y para ser la persona que ha estado al corriente sobre todo el desmantelaje de la organización no te enteras del buen drama, ¿eh?.–dije en tono burlón.

He cambiado, me lo noto, pero me gusta. Ya no me queda nada y pretendo ser de la forma que mejor me asegure la supervivencia. He sufrido mucho y me han hecho mucho daño como para no cambiar.

– Para eso estás tú, para ponerme al tanto de todo el drama que os traéis entre manos los criminales, sé que hay muchísimo más de lo que muestran los informes, de lo que nosotros podemos conseguir de información.–me dijo.

Me cae bien Miller, cada vez nos llevamos mejor y es que tenemos unas personalidades que se compenetran muy bien, vamos a hacer buen equipo, eso presiento. Además que sé que para él soy una especie de animal en peligro de extinción, algo muy extraño a lo que hay que cuidar y admirar porque quedamos muy pocos. Sé que él quiere aprender de mí, porque sabe que eso le va a llevar muy lejos en su carrera profesional, no le culpo, aprender de mí es el mejor regalo que nadie puede recibir de mí. Mis métodos son los mejores.

Después de dos horas en carretera llegamos. Esta vez iba a ser yo quién iba a estar detrás del cristal tintado mientras James y Miri mantenían la conversación.

– No va a querer firmar y probablemente se va a alterar. No entres en sus juegos Miller. Cuando se te vaya de las manos, déjame entrar, déjame que yo me encargue.–con mis manos esposadas agarré a James de su chaqueta.

Sus ojos marrones me miraron serio.

– Tú quédate aquí y no andes metiéndote en líos que aún no hemos ni empezado con la operación. En bastantes aprietos me has metido ya como para que sigas haciéndolo. Soy yo quién está al cargo de todo esto– me contestó deshaciendo mi agarre en su chaqueta.

Wow, Miller acaba de sacar sus garras queriendo marcar territorio y haciéndome saber que el dominante de los dos es él no yo; que soy yo la que está bajo sus órdenes y yo solo puedo limitarme a seguirlas.

Me quedé en silencio, me mordí el interior de la mejilla para no iniciar una discusión por ese comportamiento, ya que yo solo quería ayudarle. Me rasqué el brazo y me tragué el orgullo. Ya no soy la Carterista, ahora soy una don nadie que no está a cargo de nada, ahora soy solo un peón.

– De acuerdo, agente Miller.–dije seca.

Él salió de la pequeña habitación que estaba detrás del cristal tintado y entró en la habitación en la que se reuniría con Miranda. Yo me quedé sola mirándolo todo.

JAMES POV:

Mi comentario no le ha sentado nada bien a la Carterista, quizás lo he dicho de una forma demasiado brusca, solo quería hacerle entender que sé lidiar con estas situaciones. Soy muy capaz de muchas cosas, quiero demostrarle que soy un igual a ella, sé salir de situaciones difíciles, yo también he sido entrenado.

Me senté en la habitación aún vacía. Me di la vuelta y miré hacia la cristalera tintada, vi mi reflejo, respiré hondo.

La puerta se abrió y apareció Miranda López, era traída por dos agentes. Al entrar y verme mostró rechazo.

–¿Se supone que tengo que conocerte?–fue lo primero que dijo con un fuerte acento español.

– Toma asiento Miranda. Soy el agente Miller, tenemos cosas de las que hablar. –dije sacando los papeles de mi maletín de cuero.

Miranda miró al frente, hacia la cristalera tintada.

–¿Sabes que tienes un remolino de pelo justo en la coronilla?–me dijo haciendo un gesto con su mano dirigiéndose a la cabeza dando círculos.

"No caigas en sus juegos" las palabras de Lena retumbaban en mi cabeza.

– Miranda, aún estás a espera de juicio y no sé si te haces a una idea pero se te suponen unos 25-30 años de prisión.– dije.

La expresión de su rostro cambió por completo. Es tan diferente a Lena, a ella todo le daba igual, sabía qué había hecho y sabía que estaba donde tenía que estar por hacer lo que ha hecho, solo se deja llevar por lo que ya sabía podía pasar. Miranda se muestra preocupada y asustada, totalmente arrepentida por sus actos.

Miranda asintió levemente con una expresión amarga.

Le tendí el papeleo, el trato con todas las condiciones.

– ¿ Qué es esto?– preguntó cogiendo el papel.

– Léelo todo con calma Miranda, esto es un trato extraoficial que la Agencia de Seguridad Nacional está dispuesta a hacer contigo. Si lo aceptas, además de muchas otras cosas, se te reducirá la condena en 10 años negociables en un futuro hasta 15 según los resultados de la operación.– dije.

Ella frunció el ceño, pero sus ojos estaban llenos de luz, se veía algo de ilusión.

– ¿Esto tiene que ser una broma? ¿Dónde está la cámara oculta? ¿Por qué me ibáis a ofrecer un trato tan bueno?–dijo con tono burlón mientras comenzaba a leer.

Me quedé en silencio, ella siguió leyendo.

– Un momento– dijo muy seria. –¿Por qué es una operación para detener solo a Mustang? ¿Qué pasa con la Carterista? A ella también hay que detenerla, es una psicópata calculadora  ¿y quién narices es Lena Jennings, por qué voy a tener que trabajar con ella ? – Miranda se empezó a agitar.

¿Lena una psicópata? Por favor... lo de calculadora no te digo yo que no... pero Miranda vamos a ver, Lena jamás ha matado a nadie y tú tienes varios asesinatos a tus espaldas. Que a mí me generas bastante asco, si estoy aquí con una sonrisa en la cara dándote el trato de tu vida, ya que nadie jamás va a conseguir un trato que reduzca tanto una pena, es porque Lena asegura que eres una pieza fundamental; tú como individuo me generas náuseas, eres todo lo que odia cualquier persona que se dedica a ser policía. Eres tú el monstruo.

Salí de mis pensamientos pues solo iban a hacer que mi mente se nublara con odio y rabia.

– La Carterista fue arrestada minutos después de serlo tú.–dije, en ese instante la sonrisa de Miranda se extendió de oreja a oreja. – Fue traicionada por una antigua compañera suya, Luna, y por su jefe Mustang.– dije.

Miranda soltó una carcajada.

– Uf, que satisfacción me acabas de dar y no es por nada pero menudo hijo de puta Mustang... yo creo que la Carterista realmente le quería, ¿sabes? Pues nada oye qué pena, al final tuvo el final que se merecía– dijo muy risueña.

Debajo de la mesa apreté el puño. Es verdad que Lena es también una criminal, pero son tan distintas, Lena es tan inteligente y elegante, hace que estafar parezca una obra de arte con planes elaborados. Miranda tiene una mente tan simple. Admiro los criminales como La Carterista, los criminales tan básicos como Miranda solo me generan repulsión, solo le movió las ganas de venganza y cuando vio que lo que hizo ni siquiera tenía sentido, escondió el rabo entre las piernas como un animal asustado y comenzó a arrepentirse de todo, pero ya estaba todo hecho, ya había matado a esas personas.

Lena no, ella hizo las cosas sabiendo que no estaba actuando acorde a la moral ni a la legalidad y acata absolutamente todas las consecuencias. Es la diferencia entre las dos, Miri es una criminal inteligente y muy irracional; Lena es la descripción de la nobleza por sus ideales y su gente aunque signifique sacrificarse a sí misma.

Me imagino qué caras estaría poniendo ahora Lena, detrás de esa cristalera tintada, viendo como reacciona Miranda. Pero ya entiendo por qué decía que Miranda no iba a querer aceptar el trato.

–  Lena Jennings es la identidad real de La Carterista. El trato original iba destinado exclusivamente a ella. Lena ha solicitado tu ayuda en la operación contra Mustang, así como ha decidido repartir los beneficios del trato, gracias a ella estoy aquí ahora mismo con estos documentos.– dije.

Miranda pareció cortocircuitar por un momento. Estaba digiriendo toda la información.

Luego se levantó como un resorte de la silla muy agitada.

–¿ Qué clase de broma de mal gusto es esta?–gritó muy enojada.

En ese momento entraron rápidamente los dos agentes y la sujetaron. Yo hice un gesto con la mano indicando que todo estaba bien que no la tocaran.

– Si estoy aquí metida y amargada porque mi vida se ha acabado es por esa perra de La Carterista, y ahora ¿se supone que debo lamerle el culo y estarle agradecida porque esa cabrona decide sugerirme a un trato por el debo poner mi vida en peligro? ¿Para qué? ¿Para atrapar el otro gran cabronazo y yo siga cometiendo atroces crímenes que me quitan el sueño por las noches? – dijo muy alterada.  Por dios que idiota es, ¿qué coño hace alzándome la voz? A mí, ¿acaso no sabe con quién está hablando? Que por esta ofensa puedo hacer que su pena sea de 40 años o más.

– Miranda, Lena te considera una persona muy válida y capacitada, de esta forma puedes devolverle a la sociedad todo lo que le has quitado y sanar tu moral.– dije intentado mantener la calma. Si Lena asegura que ella es fundamental, debo mantener la calma e intentar que acceda.

– ¡Que no voy a trabajar con esa zorra!– gritó encarándose a mí, tanto que su aliento rozó mi rostro. Me levanté rápidamente de la silla, muy agitado, apreté el puño.

Por menos que esta falta de respeto otros han acabado en aislamiento durante todo un mes. Yo no soy pez pequeño, soy pez gordo y muy peligroso.

Miraba fijamente a sus ojos, marrones pero algo más claros que los míos. Miranda me das tanto asco que me entran ganas de apalearte.

Se escuchó como una puerta se abría rápidamente. Ese sonido hizo darme cuenta de las barbaridades en las que estaba pensando. Por dios... ¿cómo puedo pensar en apalear a una persona?

La Carterista apareció, con sus manos esposadas y su uniforme. Ha desobedecido mis órdenes de dejarme a mí lidiar con la situación, pero ella tenía razón, yo no voy a ser capaz de tratar con Miranda, ella lo sabía.

– Pero bueno, Miri, ¿desde cuándo eres tan ordinaria? Sabía que eras muy pasional e irascible, pero siempre te tenía equiparada a mi a nivel intelectual, pero con esos insultos tan bajos...– dijo ella mirándome, me estaba diciendo con sus ojos que sentía haberme desobedecido. Su intervención venía en el momento oportuno porque mi mente estaba empezando a perder sus papeles.

Yo asentí levemente, dándole permiso para entrar en acción y hacer lo que ella creyera conveniente.

–¿Cómo tienes la cara de estar aquí? ¿De proponerme esta mierda de trato en la cara? Ya me has hundido Carterista, déjame pudrirme en paz.– dijo ella muy enfadada acercándose a La Carterista.

Lena no mostraba achantarse, estaba totalmente tranquila analizando cuidadosamente la situación.

– Sujetadla.–ordené a los agentes que agarraron a Miranda por cada brazo, pues su lenguaje corporal era muy agresivo y no podía permitir una pelea física aquí ahora mismo.

– Mira Miranda, te voy a decir las cosas tal y como son. Fuiste tú. Tú mataste a esas personas. Fuiste tú quién empezó todo, soy yo la que tendría que desear que te murieras y te pudrieras muy lentamente. Tú jugaste con fuego y te quemaste de una manera muy pero que muy fea.– hizo una pausa, comenzó a moverse alrededor de Miranda. Le puso la mano en el hombro.– Recuerda el origen de todo. Me odias, muy bien, pero sobre todo te odias a ti misma. No puedes ni mirarte al espejo viendo en lo que te has convertido.

Miranda miraba a Lena con odio, parecía que espuma iba a salir de su boca por toda la rabia. Si Miranda pudiera comenzaría a ladrar.

– Pero piénsate si te merece la pena joderte a ti misma por querer joderme a mí. Por no querer atrapar a Mustang solo porque significa cooperar conmigo, te tragarías hasta 15 años más de condena, te estás tomando el asunto como si tuvieras todos los años del mundo a tu disposición. ¡Oh! ¡Espera! ¡Que tienes la receta de la inmortalidad! Por eso te da igual pudrirte 30 años en la cárcel, en una celda de aislamiento, tú solita, con tus pensamientos, reviviendo todos y cada uno de tus crímenes.– dijo con tono burlón, me miró y me guiñó un ojo.

Yo no pude reprimir una sonrisilla, es buena, es muy buena, sabe como atacar a su enemigo.

– A mí no me hables con ese tono burlón y me vaciles de esa forma, Carterista.– ladró brusca Miranda.

–Ahora soy Lena.– Se acercó aún más a Miranda y apoyó su frente en la de ella.– Y te hablo de la única forma que aceptas que te hablen, porque Miller ha ido de buenas y te has dejado por los suelos.– murmuró mirándola fijamente y a tan corta distancia.

Se separó de Miranda y con sus manos esposadas se quitó un mechón de pelo de la cara y se lo apartó a un lado.

– Te detesto...– comenzó a decir pero Lena interrumpió.

– No, eso es mentira, no me detestas a mí, eso es lo que tu mente te ha hecho creer para poder seguir viviendo. Detestas la realidad, detestas la verdad que te conté y detestas tu vida. Yo solo soy la persona que te lo recuerda.– se acercó a la mesa y cogió los papeles con la dificultad que le suponían las esposas, se dirigió a Miranda y se los lanzó encima, los agente los cogieron al vuelo. – Léetelo, con calma, de momento no hay prisa, lee todas las condiciones, todo lo que se espera de ti, que no es poco he de añadir. Y luego ya decides, si quieres cambiar tu situación y poder volver a estar bien contigo misma a la vez que ayudas a la sociedad deteniendo a un ser miserable como es Mustang, o si decides pudrirte en una celda durante la gran mayoría de tu vida todo por el orgullo de no tener que compartir un caso conmigo.– dijo muy seria.

Se hizo el silencio. Miranda miraba fijamente a Lena con ganas de querer asesinarla.

– Yo creo que ya podemos irnos de aquí, se nos hace tarde. – dijo mirándome.

Salí un momento de mi mundo, pues me había quedado, ahí de pie, mirando como esta situación tan intensa se desarrollaba.

–Claro. Llevadla de vuelta a su celda.– dije a los agentes refiriendo a Miranda. Que la sacaron de ahí a la fuerza, Miri seguía muy agitada, con ganas de enfrentarse a La Carterista, pues ella acababa de humillarla.

Nos quedamos los dos solos en la sala.

– Bueno pues yo creo que mañana por la mañana tienes esos papeles firmados en tu oficina.– me dijo satisfecha.

Suspiré. Menudos momentos de tensión, os prometo que Miranda casi saca lo peor de mí, es una persona horrible.

Miré a Lena con el ceño fruncido, fui a decir algo pero ella se me adelantó.

– Antes de que me eches la bronca por saltarme tus órdenes, lo siento, lo siento mucho... debo aprender a contenerme. Me dijiste que te dejara las cosas a ti y eso debí hacer.– se disculpó.

Relajé el ceño. Es como si se adelantara a todo, sabe lo que todo el mundo piensa y va a hacer.

– No lo vuelvas a hacer.– dije cogiendo mi maletín y cerrándolo. Debo hacerme el duro, se supone que de los dos soy yo la autoridad. Debo dejar claro los papeles de cada uno.

No voy a mentir, recibir una disculpa de la Carterista satisface muchísimo, me hace sentir que soy su amo y ella está bien dominada.

Lena negó con la cabeza.

– Bien. Ahora vámonos, tienes que regresar a tu centro penitenciario se ha hecho tarde.– dije dirigiéndome a la puerta.

–¿Pero no íbamos a ver a Alexander Wilson para proponerle el trato?– preguntó nerviosa.

La verdad es que no tengo ni la menor idea por qué Lena tiene tanto interés en ese agente corrupto del FBI, es verdad que él le ayudó a huir... pero ella tiene mucho interés y ganas de verle.

– Así es, pero tengo que ir yo solo, no dejan que presas entren en ese recinto, pues es solo un centro para hombres.– dije saliendo.

Sus ojos que se iluminaron al pensar en Alexander se volvieron a apagar, miró al suelo.

–Está bien, de todas formas estoy muy cansada, me gustaría llegar pronto y descansar en mi celda, James.– dijo siguiéndome.

Se hizo el silencio durante unos segundos.

– Gracias.– dije. – por lo de Miranda.

– Aún no me las des, aún no ha firmado. Además vamos a ser un equipo, tenemos que respaldarnos los unos a los otros.–dijo sonriendo levemente y tendiéndome el puño.

Sonreí levemente y choqué mi puño con ella.

Me da miedo pensar en cómo va a ser esta operación y todo lo que nos vamos a encontrar. Porque no hemos ni empezado y ya ha habido momentos muy tensos, discusiones y he tenido pensamientos bastantes oscuros.

Debo mentalizarme en controlarme, controlar mi ira, todos esos recursos que he aprendido en terapia.


NOTA DE LA AUTORA:

HOLAAA!! SIENTA BIEN ESTAR DE VUELTA! :) PUES AQUÍ TENEMOS EL PRIMER CAPÍTULO DE LENA JENNINGS. ¿QUÉ OPINÁIS? ME ENCANTARÍA ESCUCHAR TODAS VUESTRAS OPINIONES.

A PARTIR DE HOY VA A HABER UN CAPÍTULO NUEVO TODOS LOS SÁBADOS (QUIZÁS VIERNES POR LA NOCHE DEPENDE DE CÓMO DE OCUPADA VAYA A ESTAR EL FIN DE SEMANA)

ESTÁN YA ESCRITOS VARIOS CAPÍTULOS DE LA HISTORIA Y ME HACE TANTA ILUSIÓN QUE VAYÁIS POCO A POCO CONOCIENDO A LOS NUEVOS PERSONAJES Y CONOCIENDO PARTE QUE NO CONOCÍAMOS DE ANTIGUOS PERSONAJES.

ESTOY REALMENTE EMOCIONADA CON LA PUBLICACIÓN DE ESTA HISTORIA, CREO QUE OS VA A ENCANTAR TANTO COMO A MÍ, HE TENIDO QUE ESTAR TANTO TIEMPO ESCRIBIENDO SIN DECIROS NADA, NI DAR PISTAS QUE AHORA QUE COMIENZO A PUBLICAR SE SIENTE MUY BIEN Y MUERO DE GANAS DE LEER TODOS VUESTROS COMENTARIOS.

¿QUÉ VAIS OPINANDO DE MILLER? CREO QUE ES UNO DE LOS PERSONAJES MÁS COMPLEJOS DE ESTA HISTORIA, YA LE IRÉIS CONOCIENDO POCO A POCO.

MUCHÍSIMAS GRACIAS POR TODO VUESTRO APOYO, GRACIAS POR VOTAR Y COMENTAR SIGNIFICA MUCHO PARA MÍ Y ME AYUDA A CRECER.

YA SABÉIS QUE PARA CUALQUIER COSA ESTOY A VUESTRA DISPOSICIÓN DEJADLA ESCRITA EN LOS COMENTARIOS, EN MI TABLÓN O EN UN MENSAJE PRIVADO, ESTOY ENCANTADA DE HABLAR CON VOSOTRAS SOBRE LO QUE QUERÁIS!

NOS VEREMOS EL PRÓXIMO SÁBADO CON UN NUEVO CAPÍTULO. HASTA ENTONCES OS DESEO UNA MUY BUENA SEMANA.

Un besazo enorme

NinaLópez_ ❤️


Este capítulo tiene 3787 palabras

Continue Reading

You'll Also Like

88.9K 12.3K 121
[Excelente relación calidad-precio, volvería. Mis huesos se sintieron rejuvenecidos y fortalecidos. ¡Ainz Ooal Gown nunca conocerá la derrota!] - Señ...
8.7K 501 16
esto es una historia de tierra x todos , disfrútenlo ^^
55.6K 4.1K 49
Al estar solo durante toda su niñez, sin familia o amigos, Naruto descubre la música, algo que en una aldea de ninjas es considerado obsoleto y poco...
4K 552 6
Otra vez...otra vez fui asesinado, ¿cuántas veces mori? creo que fueron tres... supongo que la tercera es la vencida, siendo honestos llegue más lejo...