第36章
"¡Todavía tienes la más mínima capacidad de discernimiento!" Wujie se burló.
Yan Feili frunció el ceño y dijo con indiferencia: "He oído que el General Wujie es el número uno del Reino de Dian, que puede mover sus tropas como un dios y que tiene un aura extraordinaria. Yan'mou* realmente pensó que usted sería un hombre grandioso, pero al conocerlo el día de hoy, ¡resulto ser nada más que un mediocre! Como era de esperarse, usted no es tan bueno como me habían dicho."
(* Agregar el 某 [mǒu] después del apellido es una forma modesta de llamarse a uno mismo, similar a decir este humilde servidor.)
La expresión en el rostro de WuJie se distorsiono: "¡Te estás burlando de este General por usar trucos para traerte aquí!"
"¡No me atrevo! Es solo que los que las personas que luchan en el campo de batalla deberían resolver sus rencores y agravios en el campo de batalla. El uso de tácticas tan indignas es realmente decepcionante para Yan'mou."
"¡Humph! Si no eres lo suficientemente bueno, simplemente no es lo suficientemente bueno. A los hombres talentosos del Reino de Dian no nos gusta adoptar una postura de grandeza como ustedes en las Llanuras Centrales." El hombre de negro que estaba detrás de Wujie dijo en voz baja.
Wujie dijo fríamente: "¡Cómo no me voy a vengar de ti por haber matado a mi hermano! Si el General Yan no hubiera huido sigilosamente del campo de batalla, este General no habría tenido que perseguirlo hasta aquí."
"¿Huir sigilosamente?" Yan Feili se rió: "He luchado en el campo de batalla durante muchos años, y durante todo este tiempo, una infinidad de mis hombres han perdido sus almas, así que ¿por qué iba a huir sólo por haber matado a una persona más? Además, no sé quién es su hermano. Incluso si lo haya matado, usted y yo somos enemigos y no amigos. En el campo de batalla, o muere usted o muero yo, así que si su hermano era un soldado, ¡habrá muerto por una buena causa!"
"¡He oído que el General Yan es el mejor General Militar bajo el Maestro de la Puerta del Norte, pero nunca pensé que fuera tan elocuente! No voy a discutir con contigo, es tu destino caer en mis manos el día de hoy."
Se dio la vuelta y le dijo a su confidente: "Dale una buena hospitalidad al General en nombre de este venerable. No dejemos de estar a la altura de las expectativas del General después de haber trabajado tan duro para traerlo aquí." Con una fría sonrisa, se dio la vuelta y se fue.
Yan Feili miró con recelo al hombre de negro.
El hombre esbozó una sonrisa apenada y se acercó lentamente: "General Yan, no tiene por qué estar nervioso, no dejaré que sufra. Al contrario, lo trataré con la medicina más preciada y eficaz de nuestro Reino de Dian."
Al decir esto, agarró la garganta de Yan Feili y le metió una píldora en la boca. Yan Feili no pudo resistirse en absoluto porque había perdido todas sus fuerzas. La píldora se deslizó por su garganta, se deshizo en su boca y desapareció antes de llegar a su estómago.
"General Yan, esta es la famosa Píldora Mituoxian* de nuestro Reino de Dian. No es exactamente un veneno, pero te hará sentir que estás muerto en vida, pero no podrás hacer nada para detenerlo. Y lo mejor es que no hay ningún medicamento para curarlo."
(*La Torre Perdida de la Inmortalidad.)
El hombre entrecerró sus largos y sombríos ojos y se rió dos veces: "Pero cuando te vuelvas adicto, me temo que no estarás desesperado por un antídoto, sino que estarás llorando y suplicando que te dé unas cuantas píldoras más. Una píldora al día, y estarás 'transformado' en tres días."
El corazón de Yan Feili se enfrió. Había oído que esta substancia del Reino de Dian era muy poderosa, capaz de erosionar lentamente la mente de uno, haciendo que su temperamento cambiara drásticamente y convirtiéndose gradualmente en una adicción.
Era como la adicción al alcohol de un borracho o la adicción al juego de un jugador, pero esto era mucho más poderoso. Esas adiccionessólo pueden calificarse como un pequeño problema que aún se puede dejar. Sin embargo, la Píldora Mituoxian era una droga que controla los nervios, y si uno no la toma después de ser adicto, su vida será peor que la muerte.
Después de que el hombre vestido de negro se marchara, Yan Feili se arrojó al rincón y trató desesperadamente de vomitar la droga, pero no había ni un poco de agua para enjuagar su boca.
En este momento, había perdido todo sus habilidades y no podía utilizar su fuerza interna para expulsar las toxinas de su cuerpo, por lo que sólo podía dejar que las propiedades de esta sustancia viajaran a través de su cuerpo.
Después de poco tiempo, su conciencia se adormeció gradualmente, y todo su cuerpo se volvió liviano, como una pluma que fluye a través de la brisa, como si estuviera a punto de volar hacia el cielo, se sentía indescriptiblemente incómodo.
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.... Beitang Ao analizó la información que había recibido hasta el momento y determinó que Wujie y los demás no habían abandonado aún la Ciudad Huacheng y seguían al acecho en algún lugar de la ciudad.
Ese Wujie era del Reino de Dian, su imagen era muy diferente a la de una persona de las Llanuras Centrales. No importaba cómo se disfrazara, mientras apareciera en la ciudad, definitivamente sería descubierto por la gente de las Puertas Celestiales.
Beitang Ao estaba ligeramente desconcertado. Si su objetivo era vengarse, entonces deberían haberse ido inmediatamente después de capturar a Yan Feili, en lugar de permanecer en el territorio de las Puertas Celestiales. Dado que no hicieron esto, debían tener otro propósito.
Entonces podría especular audazmente que Yan Feili debería seguir vivo ahora. Pero esto no disipó la inquietud de Beitang Ao. No podía esperar ni un momento, sólo quería encontrar rápidamente a Yan Feili.
Una repentina corriente de aire flotó muy cerca, y Beitang Ao salió del salón y llegó a la esquina del patio trasero, donde una figura ya lo estaba esperando.
"¡Venerable Maestro de Secta, este subordinado tiene noticias del General Yan!"
"¿Qué?" Beitang Ao gritó inmediatamente: "¡Habla!"
"El Maestro de Secta me ordenó vigilar los movimientos de Ling Qing, y lo vi seguir el rastro del General Yan hasta la entrada de una calle en el oeste de la ciudad, donde luchó con un hombre de negro. Más tarde, las habilidades de Ling Qing se agotaron y volvió a la sub-división para informar de las noticias. Debería haberlo seguido de vuelta, pero pensé que el asunto del General Yan era más importante, así que este subordinado se tomó la libertad de seguir al hombre de negro."
Beitang Ao no esperaba que esta intervención sin sentido produjera una cosecha inesperada.
"¿Dónde se detuvo el hombre de negro?"
"En el oeste de la ciudad, en una mansión llamada Liuyin."
".... ¡Bien! Ling Zhu, harás un viaje con este venerable maestro esta noche."
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"Xiao-Yuan."
"¡No me llames así!" Qiu Yeyuan estalló.
La cara de bebé originalmente delicada y bonita, ahora estaba ligeramente distorsionada en ese momento.
"¡Basta, no es tu culpa!" Ximen Yue ignoró su resistencia y se acercó a abrazarlo con fuerza.
"¡Qué sabes tú! ¡Qué sabes tú! Si no fuera porque dejé que Ling Qing lo llevara a relajarse, si no hubiera llegado a comprarme bocadillos de flores de melocotón, el General Yan se habría ido con el Maestro de la Puerta del Norte mañana. Cómo pudo pasar esto."
Efectivamente, este pensamiento estaba girando implacablemente en la cabeza de este pequeño tonto.
"Incluso si no salieran hoy, incluso si no llegarán a comprar bocadillos de flor de melocotón, Wujie ha estado planeando esto durante mucho tiempo, y definitivamente usaría cualquier otro método para lidiar con Yan Feili."
"¡No! ¡No lo entiendes! Yo soy el que les ha dado la oportunidad, todo es por mi culpa..." Qiu Yeyuan no pudo continuar, su voz se ahogó en sollozos.
Cuando vio a Ling Qing volvió malherido, cuando supo que Yan Feili había caído en manos del enemigo sin dejar rastro, cuando vio los bocadillos de flor de melocotón en la mesa que habían sido aplastados y no eran comestibles, ¡Qiu Yeyuan quería estrellar su cabeza contra el suelo!
"¡Basta! Encontraremos al General Yan, ¡estará bien!" Ximen Yue no sabía consolar a la gente en absoluto, y no sabía qué decir en este momento, sólo sabía que tenía que encontrar a Yan Feili lo antes posible, o de lo contrario este pequeño tonto se arrepentiría por el resto de su vida y sería incapaz de liberarse.
El corazón de Qiu Yeyuan estaba lleno de ansiedad y remordimiento, y no le importaba en qué brazos estaba, estalló en lágrimas, sollozando como si estuviera desahogándose.
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Esta es una traducción propia del chino al español. Puede contener errores.
¿Quien será este Ling Zhu? 🤨