⚠️ ADVERTENCIA ⚠️
Este capítulo contiene escenas +18 😏
~~~~~ O ~~~~~
Una soleada mañana de domingo, un guardia de Azkaban escoltaba a (T/N) hacia una nueva sección de la prisión que era muy diferente a la fría y sombría sección de las celdas. (T/N) se sorprendió al llegar a un hermoso jardín lleno de vida y bañado por los rayos del sol, en el que habían unos diez pequeños remolques aparcados de forma dispersa.
—Es aquí —dijo el guardia y abrió la puerta de uno de los remolques.
Draco estaba ahí dentro, sentado en una cama, y se puso de pie apenas escuchó abrirse la puerta. Entonces la vio. Allí estaba su amada (T/N) con un lindo vestido camisero largo de seda, sin mangas y con estampado de flores, un sombrero de paja y unas sandalias con terraplén de corcho. Se había esmerado maquillándose y se veía preciosa.
Draco se veía muy diferente. Su traje de prisionero estaba muy limpio, ya no se veía tan delgado, las ojeras habían desaparecido de su pálido rostro, se había afeitado y su larga cabellera rubia había recuperado su brillo y estaba atada en un pequeño moño. Se había acicalado sólo para (T/N) y se veía guapísimo.
—Tienen una hora —dijo el guardia y cerró la puerta, y se escuchó que le puso seguro desde afuera.
Draco había sido premiado con una visita conyugal por buen comportamiento, como se lo había prometido a (T/N) hace un mes atrás.
—Draco, amor —dijo (T/N) con lágrimas de emoción en sus hermosos ojos.
—(T/N) preciosa —dijo Draco, igual de emocionado que ella.
(T/N) corrió a abrazarlo y él la levantó y la hizo girar. A (T/N) se le cayó el sombrero y ambos comenzaron a reír y se comieron a besos.
—¡Guau! Estás bellísima —dijo Draco con una hermosa sonrisa dibujada en su rostro.
—Gracias. Tú también estás muy guapo —respondió (T/N) sonrojándose—. Te ves mucho más joven sin barba —añadió acariciándole su hermoso rostro—, aunque admito que te ves muy sexy cuando ese vello facial está a medio crecer.
—Entonces me lo dejaré crecer para ti, aunque no tanto como la última vez.
—De acuerdo, chico sexy —dijo (T/N) y le guiñó un ojo con picardía.
Draco sonrió y se mordió el labio inferior seductoramente, y al ver que (T/N) estaba agarrando algo que parecía una postal, preguntó:
—¿Qué tienes en la mano, hermosa?
—Te traje una fotografía de Dani. La tomé esta mañana.
(T/N) se la entregó y Draco sonrió al ver que era una hermosa fotografía en movimiento. Dani estaba sentada en un columpio en un lindo jardín e iba vestida exactamente igual a (T/N), aunque las sandalias de la niña eran planas. Ella saludaba hacia la cámara con una hermosa sonrisa en su rostro y le tiraba besos.
—Es hermosa. La guardaré en mi celda junto con las demás —dijo Draco con dulzura. Él tenía muchas fotos de Dani y (T/N) guardadas allí desde que la niña nació—. ¿Dónde la tomaste?
—En casa de mis padres. Ellos están cuidando a Dani hoy. ¿Y sabes qué les dijo?
—No tengo idea.
—"A papi le dieron permiso para salir de su celda, para que pueda acariciarse con mami en un remolque. ¿No es romántico?"
—¿Qué? —Preguntó Draco abriendo los ojos como platos y soltó una risita.
—¡Lo sé! —Dijo (T/N) y rió también—. Me puse tan colorada que no sabía donde esconder mi cara, y mis padres se sintieron muy incómodos.
—Nuestra Dani es tan inocente.
—Hicimos una hermosa niña, Draco.
—¿Me ayudas a recordar? —Preguntó Draco acariciándole la cintura suavemente.
(T/N) sonrió con picardía y, envolviendo sus manos alrededor del cuello de su amado, lo besó en la boca, quitándole el aliento. Draco comenzó a desabotonarle el vestido y (T/N) comenzó a desabotonarle la chaqueta de su traje, pero cuando ella terminó, él iba a la altura de las caderas y aún le faltaba la mitad.
—Tienes muchos botones —dijo Draco y comenzó a desesperarse.
—Perdóname, mi amor. La verdad no había pensado en eso —se disculpó (T/N) y, con un ágil movimiento de brazos, se liberó del vestido y éste cayó al suelo, revelando un muy sensual y delicado juego de lencería de encaje, dejando a Draco boquiabierto.
—¡Guau, nena! —Exclamó el guapo rubio, devorándola con los ojos—. ¿Siempre usas ropa interior tan sexy?
—La verdad no. La compré especialmente para nuestra cita de hoy. ¿Te gusta?
—¡Me encanta!
Draco sonrió y sus hermosos ojos grises se llenaron de lágrimas de emoción. Ella se había tomado el tiempo de comprar lencería sexy para usarla sólo para él.
(T/N) estaba igual de emocionada. Le abrió la chaqueta y comenzó a acariciar y besar su sexy torso desnudo que aún tenía las sensuales cicatrices del Sectumsempra mientras Draco se la quitaba, revelando sus fuertes brazos. El guapo rubio levantó a (T/N) por los muslos y ella envolvió sus piernas alrededor de su cintura, la tumbó sobre la cama y se recostó cómodamente entre sus piernas, y la besó tan profundamente que ella podía sentir la lengua de Draco en su garganta.
(T/N) jadeaba de placer al sentir a su amado entre sus piernas, frotándose deliciosamente con ella mientras su rostro estaba enterrado entre sus pechos y sus labios dejaban un rastro de besos muy húmedos en ellos. Draco rodó sus labios por el cuello de su amada hasta encontrar su boca y comenzó a mordisquear su labios. Sólo se detuvo cuando ella dejó escapar un pequeño gemido.
—Estás mucho más fuerte que la única vez que nos tocamos, amor —dijo (T/N).
—Es que he estado ejercitándome para ti, preciosa.
Desde que Draco le había confesado su amor a (T/N), había comenzado a cuidar de su persona, mostrando interés en comer y asearse como es debido, y había encontrado la manera de ejercitarse en su celda. El taller de carpintería también había sido de mucha ayuda para fortalecer sus brazos.
Continuaron besándose apasionadamente hasta que Draco deslizó su mano dentro de las bragas de (T/N) y sintió lo mojada que se había puesto. (T/N) gimió al sentirlo tocándola allí y más aún cuando sintió uno de los dedos de Draco deslizándose dentro.
El corpiño de (T/N) se abrochaba por delante, así que se lo desabrochó y le enseñó a Draco sus pechos, cuyos pezones se habían puesto muy erectos, y él se lo agradeció jugueteando con ellos; mordisqueándolos y succionándolos mientras la masturbaba con sus dedos, haciéndola gemir de deseo ardiente y mojarse hasta el extremo.
Draco retiró su mano de la entrepierna de (T/N), le quitó las bragas y las arrojó lejos, y lo mismo hizo con sus pantalones y sus boxers, revelando una espectacular erección. El guapo rubio abrió las piernas de su amada y se acomodó entre ellas para alinearse con su centro, y entró en el corazón de su feminidad con una feroz embestida, lo que causó que ella soltara un gemido de dolor.
—¿Estás bien, hermosa? ¿Te lastimé? —Preguntó Draco con preocupación.
—Estoy bien, amor —respondió (T/N)—. Sólo un poco oxidada por los doce años de abstinencia.
—Sí, también yo. Perdona mi lado animal que estaba desesperado por fundirse contigo.
—Sólo dame un minuto para adaptarme a tu tamaño, tigre —dijo (T/N) y le guiñó un ojo con picardía.
Draco sonrió y la besó, y (T/N) contrajo sus paredes internas, causando que Draco gimiera de placer.
—¿Qué estás haciendo, preciosa?
—¿Qué? ¿Esto? —Preguntó (T/N) y volvió a contraer sus paredes.
—¡Ah! ¡Sí! —Gimió Draco.
—¿Te gusta?
—¡Me encanta! ¡Ah!
(T/N) le estaba dando un delicioso masaje a su miembro con ese movimiento, y entonces Draco supo que esa era una señal de que ella estaba lista para que comenzara a embestirla.
Y así lo hizo.
(T/N) gemía de placer con cada embestida y Draco ahogaba sus gemidos con sus besos, igual que la primera y única vez que estuvieron juntos en la intimidad. (T/N) le acariciaba la espalda y meneaba sus caderas al ritmo de las de él, intentando que su delicioso falo entrara más y más profundo en ella con cada embestida.
Adentro, afuera, adentro, afuera, adentro, afuera. Ambos se sentían en el cielo.
Los gemidos de (T/N) se volvían más agudos y Draco sintió que estaba a punto de acabar, entonces comenzó a embestirla más y más rápido, hasta que con un fuerte rugido terminó en ella y la llenó de su esencia, lo que desencadenó un poderoso orgasmo dentro de ella, que se anunció con el más fuerte y agudo de sus gemidos.
Ambos temblaban, producto de la maravillosa experiencia que acababan de tener. Draco besó los labios de su amada con suavidad y se desplomó sobre sus pechos, totalmente exhausto y cubierto de sudor.
—Me gustaba mirar tus pechos cuando amamantabas a Dani, ¿sabes? —Confesó Draco.
—¡Ay, pero qué pillo! —Dijo (T/N) y soltó una risita mientras le acariciaba la espalda.
—No es mi culpa que tus pechos tengan las formas más hermosas del universo —respondió Draco y (T/N) se sonrojó.
Draco sonrió y se incorporó un poco para besar los labios de su amada, y luego volvió a recostarse sobre sus pechos.
—Doce años esperé para volver a sentirte, mi amor. Para que me hicieras tuya de nuevo —dijo (T/N) con lágrimas de emoción en sus hermosos ojos mientras le acariciaba el cabello suavemente.
—¿Y valió la pena?
—Valió toda la pena del mundo. Eres el amor de mi vida, Draco.
—Tú también, (T/N). Eres el amor de mi vida. Tú me haces sentir completo y amado. Perdóname por ponerte en esta situación, y a Dani. Te he hecho esperar doce años por nuestra primera cita, y a Dani la he visto crecer pero nunca pude jugar con ella. Nunca estuve presente en sus cumpleaños, nunca pude llevarla al parque, ni empujarle el columpio, ni... —la voz de Draco se quebró y ahogó un sollozo.
—Dani lo entiende, mi amor. Y te ama mucho igual que yo —le dijo (T/N) con dulzura y besó su frente con ternura—. Tú eres su héroe, Draco, pero no le digas que te lo dije, ¿si?
Draco sonrió y en ese momento alguien llamó a la puerta del remolque bruscamente, haciéndoles dar un salto del susto.
—¡Les quedan diez minutos, Malfoy! —Chilló un guardia desde afuera.
—¿Es en serio? —Dijo (T/N) con tristeza.
—Pero aprovechamos muy bien cada segundo de nuestro tiempo, hermosa —dijo Draco y (T/N) buscó sus labios para darle un beso muy profundo.
—Espero que volvamos a tener otra oportunidad como esta.
—Seguiré con mi buen comportamiento y... crucemos los dedos, amor. Estoy ansioso por repetirlo.
Después de compartir un último beso muy húmedo y apasionado, Draco y (T/N) se vistieron, y cuando su tiempo se terminó, el guardia abrió la puerta del remolque y ambos salieron al jardín con las manos entrelazadas. Se veían radiantes después de compartir esos maravillosos momentos íntimos.
Pero ya era hora de despedirse.
El guardia le puso esposas mágicas a Draco y (T/N) le dio un rápido piquito en los labios para despedirse.
—Te amo, (T/N).
—Yo te amo más, Draco.
—Camina, Malfoy —le ordenó el guardia a Draco y tiró de su brazo, forzándolo a voltearse y lo llevó de regreso a su celda.
—Por aquí, señora —le dijo otro guardia a (T/N) y la escoltó fuera de Azkaban.
Un mes después...
Draco conversaba con (T/N) a través de los barrotes de su celda durante su visita semanal. Era la primera vez en más de una década que (T/N) visitaba sola a Draco en Azkaban, pues su pequeña princesa estaba ahora en Hogwarts. Dani se había ido a la escuela hace sólo unos días atrás.
—Se siente raro que Dani no esté aquí con nosotros hoy, ¿no? —Preguntó (T/N).
—Sí —Draco asintió—. Ya la extraño mucho.
—También yo.
—Recibí su primera carta y me alegra que haya quedado seleccionada en Slytherin.
—Está en su sangre, mi amor.
—Aún no puedo creer que tenga una varita de espino con núcleo central de fibras de corazón de dragón.
—Bueno, es una Malfoy. Tiene la combinación perfecta de las varitas de su padre y su abuelo.
—Mi padre odia el taller de carpintería —dijo Draco y soltó una risita sin gracia.
—Ah, pero a ti te está yendo muy bien, ¿no, amor?
—Pues... sí. Hasta tengo ampollas en las manos y siento que mis brazos están más fuertes.
—Muero de ganas de ver tus fuertes y musculosos brazos, y también ese sexy torso sin chaqueta, guapo —dijo (T/N) y le guiñó un ojo con picardía.
Draco sonrió y la besó mientras entrelazaba sus manos con las de ella. Luego respondió:
—Y yo muero de ganas de hacerte el amor otra vez, preciosa. Me pregunto si algún día se me otorgará otra visita conyugal. He estado comportándome muy bien, pero... supongo que es un privilegio que no le dan a uno todos los meses.
—Hablando de eso... umm... —dijo (T/N) con nerviosismo—. Creo que tienes muy buena puntería, mi amor.
—¿A qué te refieres, hermosa? No entiendo.
—Estoy embarazada.
—¿Qué? —Preguntó Draco abriendo los ojos como platos—. ¿Hablas en serio?
—Jamás bromearía con algo como eso. Tengo un retraso de dos semanas y esta mañana me hice la prueba de embarazo casera.
—¿Y eso qué es?
—Se compra en las farmacias muggles. Es un pequeño dispositivo que analiza una muestra de orina y te da los resultados en cuestión de segundos.
—¿Y son confiables esas pruebas?
—Bueno... compré tres paquetes. Dos por paquete son seis. Y todas salieron positivas. ¡Vamos a tener otro bebé! —Dijo (T/N) con lágrimas de emoción en los ojos.
—¡Oh, por Merlín! ¡Eso es maravilloso! —Dijo Draco igual de emocionado y la besó.
—Dani va a enloquecer cuando se lo diga.
—¿Y si se lo decimos juntos?
—Es un gran plan. Entonces será en Navidad. Será un hermoso regalo para nuestra princesa.
—Y hablando de regalos, amor, tengo algo para ti.
Draco se acercó a su mesita de noche y cogió algo pequeño, se pasó una mano por el cabello y luego por la barba, que ahora estaba muy bien cuidada. Se la estaba dejando crecer sólo para (T/N). Luego regresó y le mostró a su amada que en la palma de su mano tenía un hermoso anillo de madera que él mismo había hecho en el taller de carpintería, se arrodilló y le preguntó:
—(T/N) (T/A), ¿te casarías conmigo?
—¡Oh, Santo Cielo! ¡Sí! —Chilló (T/N) emocionada y al borde de las lágrimas mientras Draco le colocaba el anillo en su dedo anular.
Le quedaba perfecto.
Ella también se arrodilló y se comieron a besos mientras lloraban como dos niños. Ninguno sabía cómo, pero ambos tenían la corazonada de que junto con el bebé llegaría una hermosa boda.
Notas de la autora:
(T/N) = Tu Nombre
(T/A) = Tu Apellido
A que no se lo esperaban, ¿eh?
¿Qué les pareció la visita conyugal? 😏
En la siguiente parte tendremos interesantes revelaciones 😱
¿Qué creen que sean?
Comenten sus teorías de conspiración y no olviden dejarme sus opiniones y sugerencias en los comentarios x
¡Nos leemos pronto con la cuarta parte!
¡Besos!