第18章
En el momento en el que Yan Feili lo cubrió con una colcha de seda, ya había despierto.
Al anochecer, Dongfang Xi se acercó al Patio Shanmei balanceando en sus manos la solicitud de asistencia al campo de batalla de Yan Feili y un frasco de vino fino Xianlong. Cuando vio que estaba ocupado con la gran boda, quiso unirse a la diversión y lo arrastró a beber.
Beitang Ao nunca había sido un buen bebedor, pero no pudo resistirse a la invitación de su hermano mayor, así que tuvo que acompañarle.
Después de beber tres rondas de vino, Dongfang Xi le preguntó: "¿Has dado tu permiso para que Yan Feili asista al campo de batalla del Reino de Jian?"
"¿Qué?" Beitang Ao se quedó helado y dejó su copa de vino.
"¿Así que no lo sabías? Parece que el General Yan se adelantó con la petición." Dongfang Xi sacó la carpeta y se lo entregó: "Léelo tú mismo."
Beitang Ao le dio la vuelta a los documentos y no pudo evitar que su expresión se hundiera. Tras la desaparición del Reino de Jian, éste quedó temporalmente bajo el mando de las Cuatro Puertas Celestiales. No se creó ningún reino nuevo, y los asuntos bajo la Puerta del Sur y las Cuatro Puertas Celestiales mantuvieron el nombre de Reino de Jian.
Antes del fin del año, el Reino de Dian en el suroeste, vieron que nadie había tomado control de esta mina de oro durante muchos años, y como eran una nación salvaje que ignoraba los asuntos de las Llanuras Centrales, quisieron arrebatar el Reino de Jian y establecerlo como su territorio.
Esto fue una provocación directa para las Cuatro Puertas Celestiales, así que naturalmente no podían ignorarlo. Pero con las inundaciones en el Reino de Yue en el sur, un gran número de hombres de la Puerta Celestial del Sur se habían desplegado en esa dirección, y como el Reino de Dian es un país realmente poderoso, con gran poder nacional, fue bastante abrumador tratar con ellos durante un tiempo.
El hecho de que Yan Feili haya tomado la iniciativa de ofrecer su apoyo hoy es sin duda una asistencia oportuna.
De acuerdo con el temperamento de Beitang Ao, en todo momento se preocupa sólo por sí mismo. Este no es un asunto que implique a las Cuatro Puertas Celestiales. Debería ser de la incumbencia de Nangong y Ximen, así que ¿por qué debería molestarse con enviar a su propia gente?
Ahora que Yan Feili había tomado el asunto en sus propias manos, ¿todavía se preocupaba por él como Maestro de Secta? Beitang Ao agarró las carpetas y frunció el ceño, disgustado.
"¿Cómo pudo el General Yan hacer eso?" Beitang Ao miró ligeramente a Dongfang Xi y no respondió.
"No me importan los asuntos de tu Puerta del Norte..." Dijo Dongfang Xi como si estuviera de buen humor y despreocupado: "Simplemente no digas que no te lo recordé. El Maestro de la Puerta Celestial y sus propios generales militares deben tener una buena relación y llevarse bien, al igual que un marido y una mujer. No debe haber una enemistad de la noche a la mañana, de lo contrario, si la persona en la que más confías te traiciona un día, ¡nadie sería capaz de soportarlo!"
Cuando Beitang Ao escuchó sus palabras, recordó lo que le sucedió a Ximen Yue hace unos años, y realmente sintió una sensación de precaución.
Después de pensarlo, sacudió la cabeza y dijo: "Feili no me traicionaría."
"No he dicho que te haya traicionado. El General Yan tiene un temperamento estable y es leal a ti, pero ahora está haciendo esto, así que debe haber una razón para ello."
Dongfang Xi sonrió. Era el hombre más coqueto y romántico del mundo, y siempre se ha divertido en lugares hermosos donde abunda el amor, por lo que nunca le presta mucha atención a nada más.
Sin embargo, hace unos años se dio cuenta que Yan Feili tenía sentimientos por Beitang Ao, pero sabía que Beitang Ao no se emocionaba por la pasión, el amor, o el sexo, y Yan Feili tampoco tenía intención de expresar sus sentimientos, así que se quedó al margen y observó la diversión todo este tiempo.
No obstante, últimamente parece que algo no estaba bien entre los dos, como si algo hubiera cambiado. En esta Residencia Flotante, parece que cada quien hace sus propios deberes y responsabilidades, pero en realidad, todos están estrechamente relacionados y conocen los asuntos de los demás.
Después de la Nochevieja, Yan Feili se arrodilló durante mucho tiempo en el Patio Shenmei y volvió a ponerse muy enfermo, y se quedó en el Patio Shenmei durante muchos días.
Dongfang Xi pensó que por fin habían atravesado la fina capa de papel que cubría la ventana.* Quién iba a decir que Beitang Ao aún no lo sabía, haciendo que Dongfang Xi suspirara por su lentitud.
(*Traspasar las barreras para llegar a un acuerdo.)
No le tocaba intervenir en este asunto, pero cuando recordó que Hua Xiangyan y Yan Feili estaban juntos esta mañana, de alguna manera se habían familiarizado el uno con el otro, y a Hua Xiangyan realmente le molestó que lo llamara "Pequeña Florecita" delante de Yan Feili. Antes lo había llamado de esta forma durante mucho tiempo delante de todos y nunca había dicho nada, pero hoy de repente sí se ofendió. Dongfang Xi estaba tan molesto que quería ir a entrometerse en los asuntos de Beitang Ao.
"Digo, Beitang Ao, ¿no has notado nada después de todos estos años?" Los ojos de Dongfang Xi parpadearon mientras miraba fijamente a Beitang Ao, esperando su reacción.
El corazón de Beitang Ao se estremeció: "¿Notar qué?"
"¡Uf! Cómo puedes ser tan despistado...." Dongfang Xi estiró deliberadamente su voz: "Me pregunto si es porque eres tan despiadado con él que se siente profundamente herido y quiere usar la distancia para evitarte."
Beitang Ao se rió burlescamente: "¿Profundamente herido como para querer evitarme? Suena como si estuviera...." De repente se detuvo a mitad de la frase.
Usualmente, era un hombre inteligente y minucioso que comprendía todo a la primera. Hay muchas cosas que una vez que comprendas la primera capa, entonces se pueden desgranar las siguientes capas de forma lógica y ver los secretos enterrados en lo más profundo del abismo.
Beitang Ao recordó todos los detalles de los ocho años que habían pasado juntos. Aunque Yan Feili tuvo cuidado de ocultarlo, al tener a alguien en su corazón, por muy cauteloso que fuera, como el hilo de las arañas y pisadas de los caballos, inevitablemente dejaría pequeñas pistas.
Las pequeñas cosas que a Beitang Ao nunca le importaron en el pasado, ahora que las recuerda, demuestran lo mucho que siente Yan Feili. Especialmente con el asunto del niño.
Era un hombre grande que había sido violado por él mismo y sorprendentemente había tenido un hijo. Si Yan Feili no lo hubiera querido, siempre había una forma de arreglar las cosas. Pero en lugar de eso, incluso había dado a luz a ese niño.
Era tan estúpido. Debería haber sospechado de los sentimientos de Yan Feili cuando se enteró del niño.
Beitang Ao pensó y pensó, y cuanto más pensaba en ello, más se asombraba. La copa que tenía en la mano se llenaba y se vaciaba, y antes de que se diera cuenta, se había terminado todo el frasco de Xianlong.
Al girar los ojos, vio la petición de guerra de Yan Feili sobre la mesa, y sintió que algo le bloqueaba el corazón. Finalmente, sin poder resistir, y se levantó de golpe. Recogió las carpetas y se dio la vuelta para marcharse, ignorando a Dongfang Xi que estaba al otro lado.
Beitang Ao se frotó la frente, que aún tenía un poco de resaca, y miró el desorden de la habitación, que aún estaba lleno de olor a lujuria. Se acomodó la ropa, miró la carpeta con la solicitud a la guerra que aún seguía en el suelo y salió de la habitación.
La luna del inicio de la primavera era como un cuchillo de plata, que brillaba con una luz tenue. Bajo el árbol del patio, Yan Feili estaba enfundado en una gabardina azul claro que envolvía su cuerpo recién limpiado, permanecía en silencio mientras miraba la luna curvada.
Yan Feili era alto pero no muy robusto, con músculos bien definidos y un físico bien proporcionado. De hecho, realmente tenía un buen cuerpo para aprender artes marciales, pero después del enredo de hace un momento, Beitang Ao se dio cuenta que su cuerpo estaba dañado y su poder no era tan fuerte como antes.
Los pasos de Beitang Ao eran silenciosos, pero no ocultaba su aliento. Yan Feili se estremeció por un momento pero no se dio la vuelta.
"Feili, te pregunté ese día, te preguntaré de nuevo hoy, ¿me odias?"
"No." Yan Feili negó con la cabeza: "¡Sólo me odio a mí mismo por no ser capaz de controlar este corazón y romper este amor pecaminoso!"
Las largas pestañas de Beitang Ao se agitaron: "Te debo una explicación por lo que ha pasado hoy."
Yan Feili inclinó ligeramente la cabeza, mostrando el perfil de su cara que estaba vagamente cubierto bajo la sombra de un árbol.
"El Maestro de Secta no me debe nada, soy yo quien cometió el crimen."
Beitang Ao frunció el ceño: "Feili, fui yo quien se emborrachó y dijo tonterías."
"Aunque sea una tontería, también es la verdad." Yan Feili sonrió amargamente y se dio la vuelta: "Maestro de Secta, puesto a que ya sabe todo, ¿todavía no me dejará ir?" Beitang Ao también estaba un poco confundido consigo mismo.
Aunque acababa de estar borracho y desordenado, estando siete partes borracho y tres partes sobrio, aún así recordaba lo que había pasado. Ahora que se ha despertado, él mismo se ha sobresaltado.
Nunca se había tomado la lujuria muy en serio, y con su boda en el horizonte, estaba a punto de casarse con una mujer preciosa, así que ¿cómo pudo volver a hacerle algo así a Yan Feili? Tampoco creía que le gustara Yan Feili, y mucho menos sabiendo que era un hombre.
¿Estaba realmente borracho y desordenado? Sin embargo, en ese momento, cuando lo volvió a escuchar decir que quería irse en un tono ligero, su corazón volvió a arder.
"¿Tanto quieres dejarme?" Parecía que Yan Feili se había congelado por un momento, enjaulado a la sombra de la luna, con una expresión ilegible.
Hubo un largo momento de silencio, y su voz tembló débilmente: "¿Qué quiere decir el Maestro de Secta?"
El propio Beitang Ao se sobresaltó cuando dijo esas palabras. Ese tono de voz parecía dejar claro que no quería que se fuera.
¿Será que todavía estoy borracho?
¡Beitang Ao estaba molesto! Tras un largo rato de silencio, se calmó: "Ya que quieres irte, entonces vete. ¡Esperaré a que resuelvas tus pensamientos y regreses!" Con un movimiento de sus mangas, Beitang Ao se fue sin mirar atrás.
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Esta es una traducción propia del chino al español por lo que puede contener errores.
Pero que hombre tan descarado y bipolar....