第10章
Yan Feili y Liu Qi se separaron sombríamente en la orilla del río.
La cicatriz de la cara de Liu Qi parecía cada vez más fea en medio de su mirada nostálgica, pero a la vez era extraordinariamente sincera y conmovedora.
Yan Feili se quedó en la orilla del río, observando cómo el barco de pasajeros en el que iba Liu Qi se alejaba poco a poco. Era como si el barco se hubiera llevado no sólo a su amigo de la infancia, sino también sus sueños y búsquedas de la primera mitad de su vida.
"¡Xiao-Yan!" Liu Qi, de repente, ignoró las miradas de reojo de los demás en el barco y se colocó a una esquina de la embarcación y gritó a Yan Feili en la orilla: "¡Si un día ya no puedes seguir mezclándote en el Jianghu, no olvides venir a buscarme!" Yan Feili sonrió y le dijo adiós, pero de repente sintió que sus ojos estaban húmedos.
Los ojos de Liu Qi llevaban mucho tiempo empañados por las lágrimas, sólo veía la lejana orilla mientras Yan Feili ondeando su mano lentamente, su rostro parecía como si estuviera sonriendo...
Cuando vio el aro plateado en la oreja izquierda del adolescente, Yan Feili supo quién era. Con el dragón volador como símbolo supremo, sólo lo utilizan los cuatro grandes maestros* de cada secta de las Cuatro Puertas Celestiales.
(*Los cuatro elementos: tierra, agua, fuego y viento.)
El amarillo brillante era el Maestro de la Puerta del Este, Dongfang Xi, el ultramarino era el Maestro de la Puerta del Sur, Nongong Yan, el rojo ardiente era del Maestro de la Puerta Oeste, Ximen Yue, y el blanco plateado era del Maestro de la Puerta del Norte, Beitang Ao.
Yan Feili se unió a la Puerta del Norte con los tres mil subordinados que se habían quedado voluntariamente atrás y aún lo seguían, y por su culpa, las Cuatro Puertas Celestiales rompieron la regla de no aceptar nunca a los forasteros.
Las personas de las Cuatro Puertas Celestiales, excepto los antiguos de las generaciones pasadas siempre habían sido reclutadas a través de estratos y jerarquías, y por las distintas ramas propias y de partidos políticos. Además, tenían que pasar por una estricta selección y entrenamiento antes de poder ser iniciados formalmente.
Yan Feili no sólo no se había iniciado de acuerdo con las reglas, sino que además había traído a tres mil de sus subordinados. Tan pronto como fue iniciado, fue nombrado general marcial personal de Beitang Ao, y sus tropas originales no fueron disueltas, sino que quedaron a su cargo.
En ese momento, Yan Feili no sabía qué tipo de tormenta y controversia habían causado estos asuntos entre las Cuatro Puertas Celestiales. Después, también se sorprendió de que Beitang Ao hubiera roto tantas reglas por él, pero bajo su corazón, también había un indicio de alegría secreta.
Desde entonces, ha estado con Beitang Ao durante ocho años, dispuesto a arriesgar su vida e integridad física por él.
En el Jianghu, en el campo de batalla, e incluso en la compleja, impredecible y siempre cambiante corte imperial, permaneció en silencio detrás de Beitang Ao, siendo la estrella más tenue, pero más decidida junto a la brillante luna.
Vio como Beitang Ao siguió sus propios pasos y avanzo poco a poco, hasta el día de hoy, tomando gradualmente el poder y creando un mundo propio.
Nunca fue lo suficientemente arrogante como para pensar que había un solo punto de crédito para sí mismo allí, ¡sabía que esos logros fueron ganados por Beitang Ao con su propia sabiduría y fuerza incluyéndose a sí mismo! Desde su primer encuentro, supo que lo que albergaba por Beitang Ao no era sólo el respeto y la admiración que un subordinado debe tener por su maestro, sino también una emoción obsesiva que no debería existir ni permitirse en el mundo.
En los siguientes años de seguir a Beitang Ao, no sólo no suprimió este sentimiento, sino que se hizo más y más profundo. Aunque Yan Feili estaba profundamente atormentado por este sentimiento, nunca se había arrepentido.
Por eso, cuando Beitang Ao fue intoxicado por una sustancia de encanto especial de los demonios y espíritus del Dominio Demoníaco, no pudo soportar ver a Beitang Ao sufrir de dolor a causa de las propiedades de esa sustancia.
Ese día, asediaron y aniquilaron a los demonios gemelos, líderes de la secta de los demonios, espíritus, duendes, y monstruos. En ese momento, Yan Feili fue el único que se adentró en el denso valle del Bosque Fantasma junto con Beitang Ao.
Por un descuido momentáneo, cayó por error en la trampa del enemigo, y Beitang Ao lanzó su Látigo Jianglong* a tiempo para hacerlo rodar fuera del peligro. Sin embargo, él mismo fue atacado por la espalda por los demonios y los monstruos, después de que estos conspiraran en su contra.
(* Látigo Sometimiento del Dragón.)
El propio Beitang Ao era invulnerable a todo tipo de veneno, pero esta vez el ataque secreto no era un veneno, sino el afrodisíaco más poderoso del mundo llamado "encanto".
La potencia de este afrodisíaco radica en que la persona que es intoxicada por él debe desahogarse inmediatamente, de lo contrario, no solo perderá todas sus capacidades humanas, sino que también perderá todo su poder.
En el Bosque Fantasma donde todo es sombrío, la niebla es espesa y ni siquiera el sol es visible. No solo no había ni una sola mujer, sino que tampoco había siquiera una figura humana, ¿así que dónde encontrar una mujer para desahogar sus deseos?
Los demonios y los monstruos ya estaban malheridos y sabían que no podían escapar de este obstáculo, así que arriesgaron su sobrevivencia y le administraron el afrodisiaco "encanto" a Beitang Ao.
El demonio se rió a carcajadas antes de morir y les dijo burlonamente: "¡No hay antídoto para esta sustancia, salvo el camino del desahogo! No puedo imaginar que a una edad tan temprana, el maestro Beitang no sólo se convierta en un discapacitado inútil, sino también perderás tus poderes de por vida. ¡Qué pena, qué pena!" Yan Feili estaba furioso y sin mostrar piedad, los envió al paraíso occidental* con su espada.
(*Sukhāvatī: entrada al cielo / subir al paraíso occidental.)
Beitang Ao ya estaba sentado en el suelo con las rodillas cruzadas y utilizando su energía interna para reprimir con fuerza los efectos de la sustancia.
"Maestro de Secta, ¿cómo está usted ahora? ...." Un momento después, Yan Feili preguntó ansiosamente mientras observaba la cara enrojecida de Beitang Ao, parecía estar ebrio.
Beitang abrió los ojos y, sorprendentemente, sus ojos, originalmente lacados en blanco y negro, ya se veían siniestros, inyectados de sangre. Sacudiendo suavemente la cabeza, Beitang Ao fue incapaz de hablar y se limitó a hacerle un gesto para que no se acercara.
Debido a que sus dientes blancos como una concha estaban profundamente hundidos en su labio inferior, ocasiono mordeduras que derramaban manchas de sangre de color carmesí, y las gotas de sudor caían a lo largo de las sienes de su cabello en grandes gotas.
Beitang Ao sintió poco a poco que ya le resultaba muy difícil mantenerse consciente, y el fuego del deseo entre su pecho y su vientre estaba a punto de derretir todo su cuerpo, por lo que sólo podía utilizar desesperadamente su energía interna para intentar aguantar. No creía que con sus habilidades no fueran capaz de vencer el afrodisiaco más potente del mundo.
Yan Feili se paseó de un lado a otro de manera impotente, viendo que el Maestro de Secta estaba soportándolo dolorosamente.
Vio como caían gotas de sangre de los originalmente hermosos y finos labios de Beitang Ao, manchando su solapa blanca como la nieve, era una vista extremadamente impactante para los ojos.
¡No! ¡Una luna brillante tan noble, inmaculada y orgullosa no debería soportar tal tortura!
Yan Feili se decidió que lo mejor sería noquear a Beitang Ao y sacarlo de este lugar inmediatamente. Independientemente del resultado de esto, era mejor que verlo sufrir.
Pero lo que sucedió a continuación estaba completamente fuera de las expectativas de Yan Feili, dejándolo tan aturdido que su mente sólo se quedó en blanco.... Justo cuando se acercó, Beitang Ao abrió abruptamente los ojos.
Los ojos llenos de sangre eran de un rojo aterrador, fijándose directamente en la persona que tenía delante como una animal salvaje que mira a su presa.
Antes de que Yan Feili tuviera tiempo de darse cuenta de que algo andaba mal con el Maestro de Secta, se le acercó fríamente, y de repente lo arrojó al suelo. Una mano fijó fuertemente su cuerpo, y la otra le arrancó bruscamente la ropa.
"Maestro de Secta...." Yan Feili quedó completamente sorprendido por este repentino y brusco movimiento. Cuando abrió la boca en asombro, pero justo después de haber pronunciado sólo dos palabras, sus labios fueron cubiertos ferozmente por Beitang Ao.
Lo que siguió fue un frenesí de mordidas y succiones salvajes a sus labios.
Los ojos de Yan Feili se abrieron de par en par, al ver el atractivo rostro de Beitang Ao cerca de él, su cabeza estaba completamente aturdida.
Los carnosos labios de Yan Feili quedaron inmediatamente húmedos, amoratados e hinchados tras el rudo bautismo, incluso fueron mordidos y rastros de sangre goteaban entre sus bocas.
No sé sabía si fueron los propios labios de Yan Feili o los de Beitang Ao, el sabor y olor a sangre salada llenó de repente toda la boca de ambos.
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Esta es una traducción propia del chino al español por lo que puede contener errores.
Fue bautizado a lamidas, mordidas y besos feroces JAJAJA.