Hoy sentía que la cama no quería dejarme salir, era viernes y ella lo sabía muy bien, yo quería seguirle el juego y dormir unas cuantas horas más, pero eso no podía ser, tenía que trabajar y era hora de levantarme y arreglarme; la noche anterior había llegado pasadas las 10 y no tenía nada en orden, así que debía apresurarme si no quería retrasarme y dejar todo para último.
Tome la bata de dormir que estaba al pie de la cama y me la fui colocando mientras salía de la habitación, debía tomarme un café de manera urgente si no quería terminar acostada en el sofá eran alrededor de las 5 de la mañana pero sentía que no había dormido absolutamente nada.
Espero que el café esté listo...siento que caeré en coma de sueño -dije mientras batallaba por abrir los ojos prácticamente caminaba a tientas por el lugar.
Buenos días bella durmiente -una voz masculina capto mi atención
Pero que m... ¡Harry! Pero ¿Qué haces aquí? -dije despertando de golpe mientras lo veía sobre el sofá cómodamente acostado.
Nos ha traído el desayuno -escuche a Caroline hablar desde la cocina.
Esa no es forma de saludarme -se levantó de su asiento mientras se acercaba.
Lo siento...pero es que son las 5 de la mañana y me impresiona verte aquí -me excuse un poco- Buenos días -sonreí mientras le veía.
Tenía ganas de verte a las 5 de la mañana -comenzó a reír mientras me tomaba de la cintura- eso suena mucho mejor -acerco su rostro para darme un beso.
No... -gire mi rostro- acabo de levantarme no me darás un beso así.
Pero si te ves bastante guapa así -rio un poco mientras besaba mi mejilla.
No le mientas Harry... parece que peleo con la cama -volví a escuchar a Caroline.
¿Por qué no trajiste a Felipe? Así no comenzaba a molestarme a primera hora de la mañana -comencé a reír mientras me dejaba abrazar.
Te escuche Angela... y yo también te quiero...mejor vengan a comer -le escuche bufar.
Vamos antes de que me corran de aquí -rio Harry mientras caminábamos hacia la pequeña mesa.
No quiero ser insistente ni mal educada -dije mientras me sentaba en una de las sillas- pero en verdad ¿Qué haces aquí?
Bueno... quería verte antes de salir de viaje -comento mientras tomaba un poco de café- les aseguro que este desayuno les encantara es de mis preferidos.
¿Viaje? ¿Para dónde vas? -voltee a verle en ese momento no me importaba que era lo que estaba sobre la mesa.
Estaré en Northumberland y Newcastle por unos días son unas visitas que ya tenía agendadas y aun no sé si quizá acompañe a William a su viaje a Japón -me miro por unos segundos.
Ohh...vale... -baje la mirada a mi plato- esto se ve bastante llamativo -dije mientras veía una especie de hotcakes con frutas y chocolate, pero en estos momentos no tenía ni una pizca de hambre. Harry y yo casi no nos habíamos visto, él y yo estábamos tan concentrados en nuestras cosas que era casi imposible poder contactarnos y ahora que nuevamente saldría de viaje sería lo mismo, no vernos quizás en semanas - Con permiso... tengo que alistar unas cosas -me levante de mi asiento y camine hacia mi habitación.
Me decía a mí misma que debía acostumbrarme a esta situación, y a todas las que se me fuesen a presentar, aquello que ahora veía era su vida cotidiana y como él se acoplo en el sentido de mantener nuestra relación en privado, yo debía adaptarme en que su vida gira alrededor de muchas cosas y que hoy puede estar aquí pero mañana no se sabe.
Pero aunque me hiciera la idea de todo aquello, ponerlo en práctica era casi imposible para mí, pero yo debía aceptarlo y continuar, esto era lo que yo quería, mejor dicho era él a quien yo quería y debía aceptarlo con todo lo que girara a su alrededor.
¿Qué sucede? -escuche la voz de Harry llenar el silencio de mi habitación.
Nada...solo recordé debo arreglar unas cosas antes de salir -dije mientras seca unas lágrimas que había bajado por mis ojos mientras colocaba una ropa sobre la cama.
¿Por qué será que no te creo? -Lo escuche suspirar mientras tomaba mi mano- Ven aquí -hablo mientras se sentaba en la cama y me acomodaba en sus piernas- dime ¿Qué es lo que pasa?
Bueno... es que no quiero que tengas que irte de viaje -hable mientras jugaba con mis manos- sé que suena muy infantil de mi parte es solo que, casi no nos hemos visto, nos comunicamos muy poco. Y no es que te esté reclamando nada, porque no lo hago, es solo que algunas veces no me gusta lo que sucede pero debo acostumbrarme.
Mi pequeño Angel -dijo mientras me abrazaba- yo también quisiera cambiar un poco las cosas pero no puedo, es mi trabajo y sé que lo entiendes -comenzó a acariciar mi brazo- quizás también yo podría cambiar un poco las cosas para que no te sientas de esa manera.
No... tu no debes cambiar nada -alce la mirada y me encontré con sus ojos- yo lo comprendo...es solo que necesito tiempo para acostumbrarme que no puedo estar contigo cada vez que se me antoje, a que esto no será una relación común.
Pero quizás yo debo tratar de que esto sea un poco más común -acaricio mi mejilla para luego dejar un beso en ella- Te prometo que te llamare en cada momento libre que tenga en el viaje que hasta te hartaras de mí y te aseguro que hare lo posible para que apenas regrese a la primera persona que veré será a ti y ese día lo pasare contigo. Me colocare insoportable ¿Te parece?
No quiero que te comprometas con algo por un capricho mío... eso se me pasara te lo prometo -negué mientras le veía.
No es un capricho...ahora respóndeme ¿te parece bien lo que te estoy proponiendo? -dejo escapar una pequeña sonrisa.
Si...me parece bien -suspire vencida.
¿Y me prometes que estarás bien mientras me ausente? ¿Qué no estarás pendiente de cualquier revista amarillista en mi ausencia? Y ¿Qué me vas a extrañar demasiado? -comenzó a decir mientras dejaba cortos besos sobre mi rostro.
Si... te lo prometo... y te aseguro que lo de extrañarte va a ser lo más fácil -comencé a reír un poco.
Muy bien... ahora cambia esa cara, alístate y desayuna que yo las llevare al trabajo -hablo mientras me levantaba y me abrazaba- te espero...no tardes bonita -se alejó de mí para salir de mi habitación.
Ya un poco más tranquila por la situación hice lo que él dijo, aliste para el trabajo, desayune entre risas y bromas y luego fuimos directo al trabajo y la despedida fue el momento más difícil de aquella mañana, estaba segura de que si lo hubiera pensado más o me quedaba con él o lo secuestraba, porque simplemente no quería separarme de aquel pelirrojo. Pero luego de una larga -bastante larga- insistencia salí del auto para entrar a mi oficina.