— Estoy aquí porqué estás evitando todas mis llamadas desde que llegamos al país e incluso no estás respondiendo mis mensajes, han pasados tres meses. — La voz de una mujer proveniente de la casa del lado, me sorprende por que no suena como la de la tía abuela de Johnny y en realidad lo que dice tampoco es muy coherente para que sea ella, así que mientras sostengo apenas la bolsa de basura intento no espiar por entre los pequeños agujeros qué hay hacía allá pero no puedo evitarlo soy una persona muy curiosa. — ¡Johnn, no me ignores! me dejaste abandonada en el aeropuerto apenas bajamos del avión, ¿como pudiste hacerme eso? Llevo todos estos meses intentando encontrarte, a sido una gran tortura, estuve sola en el hotel sin saber que hacer.
Escucho su nombre así que me pongo en alerta y intento esconderme por qué el siempre suele verme por sobre la rejilla de mi casa, es tan alto que incluso cuando me e intentando agachar el puede notarme, no logro verla porque esta dándome la espalda al igual que Johnny que se mueve por el jardín delantera sin prestarle atención, como si estuviese buscando algo o más bien se encuentra pensativo.
¿estará pensando en mi?
— ¿Que haces aquí Hae-Rin? — Le pregunta él, ya no quiero oír su conversación por más que me interese, así que suavemente abro la puerta metálica, intentando que no me vean o escuchen, pero si tardo mi abuela o SuJin saldrá a buscarme cosa que no quiero porque ahí Johnny notará que estoy oyendo su conversación, así que salgo de puntillas hacia las cajas del reciclable y comienzo a echar todo con rapidez. — ¿Como te enteraste donde estaba?
— ¿Se te olvida que soy tu prometida? — Le responde ella con otra pregunta y me quedo detenida con las botellas plásticas apunto de dejarlas caer en el basurero indicado. — Tu madre me adora Johnn, ella me lo comentó cuando me rendí de buscarte por mi cuenta, fui con todos tus amigos y ninguno me quiso decir donde te encontrabas, así decidí llamarla, no quería hacerlo pero no me quedo otra opción, ella no sabía que estabas escapando de mi en realidad yo tampoco se porque lo haces y no te entiendo tampoco porque terminaste conmigo con una insignificante nota en mi bolsillo, estábamos tan bien antes de venir aquí, ¿por qué me hiciste eso?
Mi corazón late con fuerza por todo lo que escucho, hace unas noches estaba confesándome que le gusto y ahora me entero que está comprometido, más bien estaba, pero si ella está aquí buscándolo debe ser por una razón.
— No estamos comprometidos Hae-Rin, tú solo me seguiste aquí, te dejé esa nota para que me dejaras en paz de una vez. . — Le dice él y suena molesto, me apresuro es demasiado incómodo seguir oyendo y peor que ellos me vean. —Nuestro compromiso es un arreglo que no e aceptado, que tampoco accederé y recuerda que terminaste nuestra relación hace un par de meses atrás, incluso antes de que viniera aquí.
La chirriante puerta de la casa de los Seo suena y me alarmo tanto que me acaloró, rápidamente comienzo a separar la basura en los cestos para entrar a mi casa antes de que pueda verme desaliñada y con papeles pegados en algunos lados por haber estado estudiando, pero cuando ya estoy terminando de reojo veo a Johnny mirándome fijamente desde la puerta de su casa.
— Hatsumi. — Dice mi nombre acercándose. — ¿Que haces aquí?
— Estoy.. reciclando. — Finjo una sonrisa y elevó la última botella en mis manos. — Aquí se recicla, es la semana que debo hacerlo yo, porque perdí contra SuJin..
Me arrepiento automáticamente de hablar cuando él sonríe, atrás veo a la mujer acercarse y le hago una reverencia, ella solo hace un suave movimiento con su cabeza en forma de una torpe reverencia, ella es demasiado atractiva para ser real y también con una figura que en algún momento me hubiese gustado tener, aún que ahora me gusta más su vestimenta tan elegante, prolija y además abrigada, ella me mira fijamente, a través de sus ojos puedo ver su curiosidad hacía mi y a la vez su molestia aumentar mientras el me presta atención, Johnny sigue dándole la espalda y cada vez se acerca más a mi.
— ¿Quién es ella Johnn? — La forma en que lo nombre es tan, distinguido, que me hace entender por qué a él no le gusta ser llamado así, suena tan aburrido y superior.
— Ella es mi amiga. — Le dice mirándome fijamente con una gran sonrisa, algo dentro de mi se siente mal cuando dice eso, pero tampoco puedo exigirle que le diga que estamos en algo siendo que ella es su prometida, sumándole que aún sigo siendo una desconocida y que sus abuelos podrían escuchar, se formaría una total guerra. — En realidad ella es quién me gusta, con quien e estado saliendo este tiempo por qué es increíble, por quien decidí quedarme aquí.
¿Acabo de oír bien? ¿Estoy soñando? A qué si, estoy tan cansada que me dormí sobre mi escritorio mientras estudiaba, eso quiere decir que tendré que sacar la basura de verdad.
Resoplo y ambos me miran sorprendidos.
— Yo-
— Por eso no has vuelto después de estos largos meses, por eso no me has buscado. — Se burla acercándose, sus tacones la hacen ver más alta y cuando se acerca hasta la altura de él me siento inferior. — ¿Por una campesina?
Puedo ser torpe y no tener buena suerte, incluso ser un tanto dispersa o desordenada, tener un sin fin de "defectos" pero campesina no está en mi lista de cosas, aún que serlo no está mal, pero me refiero a que no lo soy porque casi vivo en el centro de la ciudad y que yo sepa las personas campesinas viven más en el sur donde están las cosechas o ese tipo de cosas.
— Yo- — Intento hablar otra vez pero no me dejan.
— Ella es una estudiante de medicina, Hae-Rin. — Se gira a mirarla. — Es inteligente, amable y sobre todo, me aprecia no por conveniencia, porque le agrado, no está interesada en mi dinero o formar algún lazo conveniente entre nuestros padres, es una persona real de buen corazón, no te dire que tu no eres buena porque si lo fuiste en algún momento conmigo, pero ahora no lo eres y no buscas en mi lo mismo que en el pasado, Hatsumi me ha abierto los ojos y también me demostró que mi corazón puede sentir por si solo.
Mi corazón no se puede controlar por sus amables palabras por la forma en que me sonríe mientras habla, por cómo sus ojos brillan y sonrió suavemente sonrojándome, la chica se cruza de brazos oyéndolo mirándolo ofendida, quiero que la tierra me trague, desaparecer de ese momento, pero me quedo de pie ahí porque siento que si me muevo será aún más incómodo, hasta que Johnny se acerca toma mi mano y me lleva hasta mi casa.
— ¡Johnn, vuelve aquí! — La oímos gritar. — ¡No hemos terminado de hablar, oye!
Él se ríe y espera que ingrese la clave para ingresar a la casa, así que rápido lo hago y ingresamos en completo silencio.
— Nosotros terminamos hace más de un año. — Dice rápidamente. — Ahora ella solo me busca porque su padre necesita hacer negocios con el mío, así que no creas que estoy con ella o peor aún que soy su prometido, yo llegue al país solo pero ella me siguió todo el tiempo, viajar hasta aquí solo siempre fue mi plan.
— Lo siento por estar ahí. — Susurro. — No quise oír por eso estaba haciéndolo rápido, iba a irme antes de que me notaras.
— Esta bien Hatsumi, de todas formas así pude dejarle en claro que estoy contigo. — Sube su mano desde mi hombro hasta mi mejilla. — Te ves adorable con tu pijama.
— No puede ser. — Lloriqueo falsamente cubriendo mi rostro con mis manos pero él las quita. — ¿La viste? Ella traía una gran vestimenta y yo llevo mi pijama desde hace... ni siquiera e tomado una ducha desde el lunes. — Me callo rápido. — No debías saber eso.
— Estás ocupada estudiando, no te juzgaré, aún así hueles bien. — Sonríe otra vez pero me sonrojo por completo, debería dejar de hacer eso si no quiere que me de algún tipo de ataque al corazón. — Me iré apenas ella se vaya, puedes seguir con lo tuyo no te molestaré, estaré en silencio observándote.
— Por mi esta bien tomarme una pausa para descansar y estar contigo. — Sujeto su mano y lo hago ingresar en el resto de la casa, mi abuela lo recibe con un gran abrazo y SuJin se esconde de él porque dice que no está presentable para que la vea de esa forma solo porque lleva una mascarilla sobre su rostro.
Caminamos a mi habitación y apenas cierro la puerta el me tomé entre sus brazos solo rodeándome la espalda para comenzar a besarme efusivamente, haciéndome enloquecer y tener mi gran cantidad de energía para seguir feliz por el resto de la tarde.