Moon

By Ix_Empress

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Cinco grandes familias dominan todo Nighthall, el patriarca de una de ellas es engañado y pierde todo lo que... More

Twilight:
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Moonlight XIX

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By Ix_Empress


    Estaba durmiendo cuando sentí el roce de unos labios sobre los míos, me dejaban tiernos besos en la comisura mientras alguien acariciaba mi rostro. Aquella sensación me espantó y literal me desperté de golpe bastante agitada, pensando por ligeros segundos que era Ryan, pero noté que ya no estaba en su habitación y que quien estaba frente a mí era James.
   
    —¿Qué rayos...? —Llevé mis manos a mis labios, recordando la sensación—. ¿Me estabas besando?
   
    —No —respondió con una sonrisa pícara y le miré mal, no me hacía gracia para nada—. No es la primera vez, Westley.
   
    —James, ya te dije que no va a pasar nada entre nosotros —dije molesta—. Soy la esposa de tu hermano ¿Es que no te importa?
   
    —Ese matrimonio es falso. —Cerró aún más la distancia entre nosotros—. No me rendiré contigo, Westley, me gustas mucho.
   
    —James, veo que no temes por tu vida, si Ryan se entera... —Él no me dejó terminar de hablar, cubrió mis labios con los suyos, iniciando un beso que terminé al instante—. ¡James, que pares ya! —Le empujé y me puse en pie—. Escúchame, no vuelvas a besarme. ¿Está claro? Ya dije que no pasaría nada entre nosotros.
   
    —Westley, solo quiero protegerte, mi hermano es un monstruo que te hace infeliz, no quiero que te haga daño, quiero estar contigo —trató de persuadirme, acercándose para sujetarme por los hombros y me alejé una vez más.
   
    —Escúchame bien, James Anderson, Ryan no es ningún monstruo y es mi esposo te guste o no. No necesito que me protejas de él porque no necesito ser protegida, Ryan no me ha hecho ningún daño, ¿escuchas?
   
    —¿Ah, no? ¿Y los golpes dónde los dejas? ¡Te llevó al fin del mundo ese donde vive! ¡A la casa de brujas donde se esconde y te puso en peligro!
   
    —¡Está bien, sí, lo hizo! —admití exaltada— ¡Lo hizo pero también me ha cuidado y me prometió que no me haría daño nunca más!
   
    Él sonrió incrédulo. —¿Y crees que solo porque te lo prometió va a cumplir? ¡Es una bestia, Westley, no puede controlarse!
   
    —James —Di un brinco cuando vi aparecer a Ryan a espaldas de James sin ningún aviso y creo que él también se asustó—, deja de ser patético y no molestes más a mi esposa —musitó con la voz gutural y el mencionado se dio vuelta para encararlo.
   
    —¿Tu esposa? Hablas como si este matrimonio fuera real.
   
    Ryan ni se inmutó por lo que dijo, solo le apartó hacia un lado viniendo hasta mí. En cuanto me tocó nos desvanecimos, apareciendo de vuelta en su habitación. Le miré sin decir nada y él tiró de mi brazo para acercarme, dejándome a un paso. Pasó su mano por el borde de mi labio y sentí un ligero escozor del que antes no me había percatado.
   
    —¿Debería encargarme de este labio roto? —preguntó, creo que fue más para sí que para mí.
   
    Esperen... ¿Encargarse? ¿Acaso él iba a...?
   
    —No... No es necesario —tartamudeé y me observó serio.
   
    —Me dices que no a mí pero dejaste que James lo hiciera hace unos minutos.
   
    Mis labios se abrieron para responder, pero sus ojos completamente vacíos me estaban poniendo los pelos de punta y no precisamente por el miedo. Cerré los ojos cuando le vi acercarse y sentí como su boca se posaba ahí, justo en esa parte donde sentía que me dolía. Solo la mitad de nuestros labios se rozaban, pero aquello me tenía aguantando la respiración, eran demasiado cálidos, como él. Sentí como rozó la herida con la punta de su lengua delicadamente, sacándome un suspiro estrangulado en el acto y se separó tan lentamente que me pareció eterna la espera.
   
    Abrí mis ojos para encontrarme con su rostro a nada del mío, nuestras narices rozaban haciéndome cosquillas y pensé que iba a tener un ataque cardíaco. Creo que solo pasaron segundos, unos segundos que yo sentí como horas hasta que escuché como tocaban a la puerta y él me liberó de su agarre.
   
    Respiré, en ese instante el oxígeno volvió a mis pulmones mientras le veía caminar hasta la puerta. Instintivamente llevé mi mano hasta el borde de mi labio, comprobando que ya no había nada y un raro cosquilleo en mi estómago invadió mi estómago.
   
    Oí a Ryan decir algo a lo lejos, pero no estaba en mi sano juicio y reaccioné cuando le vi de nuevo frente a mí.
   
    —Moon, te dije que si quieres puedes bajar a desayunar —repitió o eso creo, la verdad, ni idea.
   
    —Eh... Bueno... Yo... Yo... yo no...
   
    Él frunció los labios ante mi vaga respuesta y miró hacia la puerta. — Tomaremos el desayuno aquí, parece que ella aún está indispuesta —dijo y volvió a mirarme cuando nos dejaron solos en la habitación.
   
    Su rostro... Me quedé embelesada mirando su rostro. Tenía algo de barba de tres días como siempre, se le veía tan bonita, y su hermoso cabello café estaba bien peinado, se notaba que seguro se había levantado hacía rato. Mi vista resbaló por su nariz totalmente perfilada dándole un toque tan masculino y sensual que contrastaba a la perfección con sus labios no tan gruesos pero tampoco finos y que tenían un ligero color rojizo. La piel se me erizó de solo pensar que estuvieron tan cerca de los míos hacía nada...
   
    —Westley —mi nombre salido de aquellos labios me hizo dar un brinco y fue entonces que noté que me había estado hablando, no tenía idea de lo que me dijo.
   
    —¿Qué?

    Él frunció el ceño. —¿Cómo que qué? ¿No escuchaste nada de lo que dije?
   
    Sentí mis mejillas enrojecer. ¿Cómo podía estar tan tranquilo luego de eso? Él... Él... ¡Él prácticamente me había besado!
   
    —Lo siento, pensaba en lo de  anoche. —Desvié la conversación y mi atención de sus labios.
   
    —No te preocupes por eso, debí haber reforzado la seguridad, aunque no creí que fuesen a entrar ya.
   
    —¿Me dirás de qué va todo esto? ¿Qué son esas cosas? ¿Acaso acá nadie es humano? Hasta mis hermanos al parecer pueden convertirse en bestias —cuestioné y él se quedó en silencio, como quien no quiere responder—. Ryan...
   
    —Moon, no voy a responder tus preguntas, entre menos sepas mejor.
   
    —¿Cómo que entre menos sepa mejor? ¡Necesito saber de qué va esto, Ryan! —Estaba exaltada ¿Cómo podía pretender que me quedase así sin más cuando ya me habían tratado de matar varias veces?
   
    —Dije que no, Moon.
   
    —¡Ryan!
   
    —¡Que no, Moon! ¿Acaso no escuchas? —gritó exaltado y apreté mis puños, mirándole con odio.
   
    —Gritarme no me hará desistir, anoche una de esas cosas casi me mata, Ryan, y tal vez a ti no te importe mi vida, pero yo no pienso quedarme sin saber ¡por qué rayos todas esas malditas bestias me atacan! Tengo derecho a saber.
   
    —Lo único que tienes que saber es que mientras estés conmigo, nada va a pasarte, punto —sentenció y se dio vuelta caminando hacia otra parte.
   
    —Ayer casi me matan, Ryan, así que ya tienes muy claro que no puedes protegerme siempre —dije y él ni se inmutó—. ¿Es que acaso te da igual?
   
    —Moon, ya di mi respuesta —respondió desde el otro lado de la habitación.
   
    —Bien, será como quieras, Anderson —mascullé y me dirigí hacia la puerta para irme, pero él apareció frente a mi impidiendo mi paso.
   
    —¿A dónde vas?
   
    —A donde me apetezca, así que aparta. —Traté de quitarlo de mi camino y me sujetó de la muñeca.
   
    —No puedes salir, Westley, así que me importa poco si no te apetece estar aquí —dijo en mal tono y me soltó bruscamente, haciéndome dar unos traspiés hacia atrás.
   
    —¡No puedes tenerme prisionera aquí! —grité exaltada y  él alzó las cejas.
   
    —Ya viste lo que sucedió ayer, tienes terminantemente prohibido salir hasta que yo lo diga.
   
    Sonreí indignad. —Que sepas, Anderson, que voy a salir de este maldito lugar como que me llamo Westley Moon. No soy tu prisionera y no quiero verte ni bañado en oro ¿Entiendes o tengo que dibujártelo? —dije furiosa pero él parecía no inmutarse.
   
    —Quiero ver como lo intentas, Moon.
   
    Se apartó de la puerta y de inmediato intenté abrirla, cosa que fue en vano, estaba perfectamente cerrada. Bufé frustrada pateando la puerta con odio, pero no pensaba rendirme así que fui a lo que sería la salida al balcón, no me importaba salir por ahí. Lastimosamente, esa puerta también estaba perfectamente cerrada. Aquello me encendió más, y ver a Ryan sentado en la cama burlándose de mí me sacó de mis casillas.
   
    —¡Abre la puerta! —le exigí yendo hasta él, pero solo se recostó con sus brazos hacia atrás y me miró con una sonrisa.
   
    —No, ya te dije que no saldrías de aquí.
   
    —Ryan Anderson, abre la maldita puerta —musité airada, podría haberlo matado de lo molesta que estaba.
   
    —Oblígame —me desafió y sacó unas llaves de su bolsillo—. Si me quitas la llave, quién sabe y logres salir.
   
    Le miré molesta hasta los huesos, pero estaba bien, íbamos a jugar. Casi ni me lo pensé cuando me subí sobre él tratando de arrebatarle las llaves, pero estiró el brazo hacia atrás. Le empujé con todo, creo que hasta terminé poniendo mi mano en su rostro y pisándole el muslo para impulsarme, pero Ryan me sujetó por la cintura impidiendo que llegara.
   
    El muy maldito sí que era fuerte, pero conocía sus debilidades. Le pateé el estómago fuertemente con mi rodilla y se quejó liberándome del agarre. Me impulsé con todo para alcanzar las benditas llaves, se las arrebaté y luego vino la parte que no me esperaba. Caí, caí acostada sobre él y lo que faltó para que nuestros labios chocaran sin querer fue que Ryan no hubiese sujetado mis muñecas.
   
    Aun así, quedamos demasiado cerca, otra vez esa cercanía en que nuestras narices rozaban haciéndome cosquillas, permitiendo que nuestras respiraciones se mezclaran. Ambos estábamos agotados por ese juego de manos que habíamos tenido hacía nada, y la situación no podía ser más incómoda.
   
    —Suéltame —exigí tratando de irme, él no cedió—. Ryan...
   
    —No vas a salir, Westley.
   
    —Pues tengo las llaves.
   
    —Y yo te tengo a ti —respondió y apreté los labios con molestia.
   
    —Dijiste que me dejarías salir si tomaba las llaves.
   
    —Dije que tal vez te dejaría salir, no que lo haría.
   
    —Eres un tramposo —me quejé y sonrió a labios cerrados.
   
    —Y tú una salvaje.
   
    —¿Ah, yo soy salvaje?
   
    —Sí —su respuesta casi fue un susurro y creo que bajó sus ojos a mis labios, o no, bueno solo sé que aquello me puso demasiado nerviosa.
   
    —Aquí el único salvaje eres tú, bestia —dije y le vi medio sonreír.
   
    —Ofendiéndome no lograrás salir.
   
    —Pues créeme cuando te digo que no pienso quedarme el día entero contigo aquí. —Traté de levantarme e igualmente no me lo permitió—. Ryan Anderson, suéltame.
   
    —Oblígame —dijo y creo que se estaba divirtiendo. Yo no respondí nada, estaba más que paralizada por estar tan cerca de él. Sus palabras solo me hicieron tener pensamientos extraños y unas ganas locas de morderle los labios, que estaban más que fuera de lugar—. ¿No puedes, Moon?
   
    —Suéltame, Anderson —repetí hastiada ya—, hablo en serio.
   
    —Está bien. —Desapareció, haciéndome caer de cara contra la cama y lo próximo que sentí fue un grillete en mi mano.
   
    Levanté mi rostro de entre las sábanas y miré como me había encadenado con una de sus cadenas. Le vi a los ojos indignada y él se sentó a mi lado.
   
    —Es por tu bien —fue lo que me dijo y yo enfurecí.
   
    —¡¿Por mi bien?! ¿Me atas como a un animal y dices que es por mi bien? —grité furiosa tirándomele encima como una fiera salvaje—. ¡Si te importara mi bien, me dirías qué es lo que está sucediendo! —Él sujetó mis manos y yo le miré con odio mientras mis ojos se llenaban de lágrimas de impotencia, otra vez haciendo que llorara.
   
    —Westley...
   
    —¡Lárgate! —le grité y me alejé, yendo hasta el otro lado de la cama.
   
    —Westley, si no te digo nada es porque es complicado, no quiero que sufras.
   
    —Dije que te largaras, Anderson.
   
    —West...
   
    —¡Largo! —grité sin mirarle y me acurruqué en esa esquina—. Largo de aquí, ya no quiero escucharte.
   
    Sentí como la habitación se quedaba sola unos segundos después y lloré, lloré como nunca en mi vida creí llorar por un hombre. Tal parece que lo de lastimarme no incluía el daño emocional y yo no creí que me afectaría. No lo sabía, me molestaba que cualquier cosa que viniera de él fue tan invasiva, no quería que tuviera ese control sobre mis acciones... Sobre mis sentimientos.
   
    "No podrás evitar ser mía, Moon"
   
    Sus palabras resonaron en mi mente haciéndome estremecer y llorar aún más fuerte ¿Por qué? ¿Por qué me pasaba esto a mí? ¿Por qué todas esas bestias me atacaban? ¿Por qué? ¿Por qué tuve que terminar casada con él?
   
    Me dormí, cerré mis ojos y me sumí en un profundo sueño aún con mis párpados impregnados de aquellas lágrimas. Una sensación linda me invadió luego de eso y comencé a ver algo hermoso.
   
    Estaba en una especie de puente, uno que había cerca de nuestra casa en el campo y debajo del cual corría un hermoso riachuelo con aguas cristalinas. Era de noche y estaba allí, en medio de él bajo la luz de la luna que aquella noche se pintaba majestuosa, llena. Una figura borrosa de un muchacho se acercó a mí, parecía algo mayor y yo parecía conocerlo porque le abracé.
   
    —Te extrañé, creí que no vendrías —dije y el chico pareció sonreír.
   
    —¿Cómo no vendría a ver a mi luna? —su respuesta me hizo feliz y me separé de él con una sonrisa.
   
    —Entonces bailaré para ti...
   
    Comencé a danzarle bajo la luz de la Luna por todo el ancho del puente mientras él estaba sentado en la baranda observándome. Me gustaba, me gustaba sentir que a él le fascinaba contemplarme, verme bailar. Dancé, y no se por cuánto pero al terminar el chico desconocido vino hasta mí tomando mis manos. Yo le sonreí y él las besó.
   
    —Prometo que un día te construiré un lugar donde puedas bailar, mi luna...

🌕 🌕 🌕

Holap, acá les dejo mis niñ@s la actualización de este hermoso sábado.

¿Será que Westley al fin se enterará de qué va todo este enrredo?

😌😌😌😌

¿Comenzará a sentir cosas por nuestro Ryan la pequeña?🤔🤔🤔

Aunque por como le mira 😂

Por cierto... ¿Qué será ese sueño que tuvo?

😌😌😌😌

Espero hayan disfrutado el capítulo sé que much@s lo estaban esperando con ansias lo cual me hizo muy feliz, me alegra que esté gustando la historia 🤗❤

Gracias por leer y nos vemos el lunes😘😘😘😘😘

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