(recomendación: leer primero este capítulo y luego el one shot)
Un mes después.
Ya había pasado un mes, donde regresó el presidente, donde había comenzado a ignorar a los chicos y a mis amigos, donde quedé en el primer lugar con notas excelentes y un comportamiento impecable. Estaba muy orgullosa de mí mas no debía descansar, debía seguir y seguir estudiando, hasta que mis manos ya no aguantaran más, hasta que mi cuerpo comenzará a debilitarse y quizás perder la conciencia, solo si eso pasaba pararía. Amarré mi cabello a una coleta y salí de mi casa no sin antes despedirme de mis padres. Iba acompañada con Yanagi a la escuela, andaba más meloso y protector que antes. Miré la entrada de Akademi high school y entré sin mas que hacer. Todos me miraban, no entendía nada, ¿Por qué lo hacían? Me resultaba tan incomodo, mi hermano se dio cuenta y actuó acordé a su gran personalidad.
— ¿Se les perdió algo o es que Ayano se les parece a sus mamás? — gritó. No pude evitar soltar una pequeña risa. Todos agacharon la cabeza pero siguieron murmurando, no alcancé a escuchar nada de lo que decían.
— Eres muy cómico, onii-chan —confesé sin poder controlar mis carcajadas. Lo abrace para luego irme a mi salón y comenzar a repasar mis notas.
Narra Yanagi.
Suspiré y la miré desde lejos, se estaba sobre exigiendo mucho, ¿Qué más quería? Obtuvo el primer puesto con un alto puntaje, ¿Le costaba parar a mi hermana? En un maldito mes había logrado bajar de peso, se había alejado de los demás. Sus amigas estaban algo confundidas y dolidas, les prometí que intentaría hacer entrar en razón a la tonta de mi pequeña hermana menor. Pero en especial, los que más estaban preocupados eran esos chicos que parecían no querer separarse de ella, eran como un puto grano en el culo. Los detestaba.
Le di una última mirada a la menor y me dirigí al patio donde se encontraban mis amigos, charlando de trivialidades.
— Oye Yanagi, ¿Te enteraste? —me preguntó Riku-kun. Negué confundido.— ¡Oh, amigo! Te perdiste de lo mejor! —habló emocionado
Miré a Sota para que me explicara.
— Primero que nada, buenos días, maldito irrespetuoso —le mostré el dedo del medio y siguió.— Se rumora que vendrá el hermano mayor de Musume, dicen que es incluso peor que ella, será un dolor de cabeza —asentí pensativo.— Y al parecer quieren a tu hermana en el consejo estudiantil, por su rango académico y otras cosas que no recuerdo —abrí los ojos, ahí comprendí todo, porque nos miraban.— Ojalá y acepte, he escuchado que tienen muchos privilegios.
No me gustaba para nada la idea, en un pasado mi madre y Ichirou Saiko tuvieron sus sospechas, peleas y creo que él se enamoro de ella... Me preocupa de que Megamo puede hacerle daño a mi pequeña. Oculté mi enojo y seguí la conversación con los chicos.
Narradora.
Oko se despidió rápidamente de sus amigos y fue al club de ocultismo, necesitaba hacer algo antes de seguir con sus tareas. Al llegar sacó la pequeña caja que estaba escondida, estaba decorada con pequeñas calaveras y cruces invertidas, dentro de aquella pequeña caja se encontraba un cabello negro, una curita, una toalla con un olor algo asqueroso y por último una foto de la chica... Todo eso era de Ayano. Aspiró la toalla con mucha emoción a pesar del olor que esta emanaba, miró a todos los lados y comenzó a rezarle.
Su amor por ella había comenzado el día que se cruzaron, la veía como alguien diferente a los demás, en su corazón podía sentir que ella sufría y ocultaba algo muy grande, comenzó a verla con admiración porque a pesar de todo creía que era alguien realmente fuerte y hermosa. Se convirtió en su diosa, ella no se comparaba a él Dios que los demás adoraban, sin duda ella era mejor, más poderosa e inalcanzable.
Por otro lado, el mini Yamada hacía un berrinche ya que su hermano no quería prestarle la atención que el menor requería. Al parecer, el libro que leía era más entretenido que niño berrinchudo a su lado, totalmente cierto. Cansado, dejó al mayor solo y fue a recorrer la escuela, le daba igual no conocerla bien, podría perderse... Una excusa para acusar a su hermano con sus padres, lo castigarían y le dirían que no se despegué ni un momento del pequeño, sin duda era muy mimado y tenía a sus padres comiendo de su palma.
Llegó al club de cocina y visualizó a una azabache concentrada decorando un pastel, no había nadie más dentro del club, solo ella. Hipnotizado por su belleza se le quedó mirando un buen rato hasta que la azabache se dio cuenta sorpresivamente.
— ¿H-Hace cuánto estás ahí parado? —preguntó ruborizada.
— No hace mucho —dijo apenado, no contaba con que ella se daría cuenta de su presencia.— N-no te miraba a ti, solo al postre —mintió intentando ocultar que se había quedado embobado viéndola.
Ayano soltó una pequeña risa al descubrir la mentira del menor, le siguió el juego y corto un pedazo del pastel y se lo ofreció amable. Hanako quedó boquiabierto al ver la majestuosidad que estaba en frente de sus ojos. Le arrebató el pastel y comenzó a comerlo, no me había comido su desayuno y sus estomago rogaba por un bocado de comida. La azabache rio y lo dejó solo comiéndose el pastel, tenía que ir a la sala del consejo estudiantil, según lo que le dijeron era algo importante.
— Señorita Aishi... —reconoció la detestable voz de su sexy profesor. Me encontraba a punto de tocar pero el me interrumpió.— ¿Qué hace por acá?
— Los del consejo estudiantil me necesitan para algo —contestó bajo la duda totalmente seria.
— Ah, es cierto. Quieren que tu- —se calló cuando la puerta del consejo estudiantil se abrió de golpe.
— Yo le informaré de eso a Aishi, sensei —dijo el peliblanco e hizo una reverencia. El joven maestro asintió algo fastidiado y se fue.— Entre y siéntese —dijo, su voz sonó muy fría que llegó a dar escalofríos.
Obedeció y se sentó en uno de los pequeños sillones que había en la sala, ahí estaban los envidiables, sexys y serios chicos del comité escolar. Saikou-kun se sentó y soltó un suspiro pesado.
— ¿Hice algo malo...?
— Jaja, al contrario, dulzura —respondió Toriyasu-senpai mientras sonreía. Le dio muy mala espina a la azabache.
— Te llamamos acá porque queremos que pertenezcas al club estudiantil, Aishi —dijo son rodeos Magamo, la azabache quedo en shock, ¿Pertenecer?— Se que dirás que sí así que mejor no alarguemos el proce-
— No —dijo fuertemente, su actitud le había molestado, claro que le encantaba la propuesta ¿Pero tenía que ser así de idiota?
— ¿Por qué? —preguntó el vicepresidente, Kurō Kamenaga. Se notaba el enojo en su voz.— ¿Sabes cuántos desearían estar-
El peliblanco le hizo una seña para que se callará y continuó: — Mira Aishi, no entiendo porque no quiere pero no se porque siento que usted hace esto para hacerse la difícil.
Ayano se quedó mirando a su mayor inexpresiva.
— ¿Por qué no contesta? ¿Acerté en lo que dije y no sabe que decir? —sonrió triunfante.
— No, simplemente espero a que diga algo que valga la pena contestar —contraatacó y se paro de la silla.— Lo pensaré, no se si me apetezca tener que estar rodeada de gente tan incompetente como ustedes —sin más salió de aquella habitación con la cabeza en alto, no se dejaría humillar por nadie.
Por otro lado, alguien por las cámaras veía y se reía a carcajadas de la expresión del presidente, esa chica si que tenía ovarios de titanio al decirle eso a alguien que podría sancionarla. Cada vez más se interesaba por la chica de ojos grises.
Continuará.
¡Hey, hey! ¿Qué tal? ¿Nuevas teorías?
YA HA SIDO PUBLICADO EL ONE SHOT DE OSORO X AYANO, CORRAN A LEERLO.
Hermosa portada hecha por LaughingDollyPop
Bye, bye.