"Cassandra"
La chica viró todo su cuerpo a diferentes direcciones intentando encontrar al dueño de aquella voz. Nada, solo estaba la niebla, hacía un poco de frío, se podía sentir el gélido viento golpear su rostro y mover sus cabellos hacia una dirección.
"Cassandra"
De nuevo, aquella voz volvía a llamarla, poco a poco se hacía cada vez más cerca, no lo entendía no podría percibir nada por la niebla.
— ¿Quién eres?
—Bodega Blackwood — La voz cada vez se iba escuchando más lejos, cada vez menos clara. —Foto.
— ¿Qué? — Cassandra corrió hacia donde ella creía que provenía la voz. — ¿Bodega? ¿Qué bodega?
—Bodega Blackwood — La voz cada vez se desvanecía, mientras repetía lo mismo. —Foto.
— ¿Qué se supone que debo hacer? — La castaña volvió a correr a donde se suponía que venía la voz.
—Mantén la puerta abierta...
Un golpe directo en la parte trasera de la cabeza y una luz cegadora directo a los ojos. Los rayos del sol se filtraron por la ventana y le dieron directo en el rostro causándole un pequeño tropiezo contra la pared.
—Diablos — El golpe provocó que Rose se despertará por todo el movimiento dentro de la habitación. — Lo lamento.
— ¿Qué pasó? — Rose se talló sus ojos intentando quitarse los restos de sueño. — ¿Por qué tanto movimiento?
—Tuve un sueño y me desperté con mucha energía creo — La castaña volvió a tomar asiento en la silla entre la cama de Jaxson y Black.
— ¿El mismo sueño de siempre?
—Sí, pero no entiendo, siempre son las mismas palabras y escenario — Cassandra revisó los signos vitales de los encamados. — "Bodega Blackwood", "foto" y "mantén la puerta abierta". No sé si es mi subconsciente o solamente es un conjunto de palabras que escucho.
—Dicen que uno sueña lo mismo dos veces, es una profecía... — Rose calló por un momento. — Y sí, eso es.
— ¿Qué? ¿Una profecía? —Cassandra la miró de mala gana. — Discúlpame, pero muy apenas me creo que soy un lobo blanco enorme y mi familia también...
—Cassandra, ¿acaso no lo ves? — Rose se levantó del diván a lado de la cama de Maximilian y corrió hacia Cassandra tomado sus manos entre las suyas. — La Luna quiere que vayas a la bodega Blackwood, hace más de una semana que tienes ese mismo sueño y es lo mismo siempre... es una señal. ¿Por qué no lo vi antes?
— ¿Por qué estabas muy ocupada llorando por mi hermano? — Rose se ruborizó hasta las orejas. — No creas que no escucho tus palabras de amor y lloriqueos en la madrugada. No me molesta, solo quisiera saber porque no eres honesta y le has dicho cómo te sientes a mi hermano.
—Así como tú te has sincerado con Jaxson, ¿cierto? — Ahora Cassandra fue la que tragó en seco. — No critiques cuando tú misma estás en una situación.
—Mi situación con Jaxson es diferente, yo no lo amo...
—Pero si lo aprecias, no estarías haciendo guardia día y noche aquí — Rose volvió a su lugar. —No sé cuáles son tus sentimientos, ni tu historia, pero dentro de ti lo sabes, si en verdad odiaras a Jaxson lo hubieras dejado morir recién llegado a la isla...
—Él se sacrificó por mí, por Black, por nosotros... — Cassandra miró por unos segundos al pelinegro entubado en todas partes. — Se lo debo.
—No, no se lo debes — Rose sonrió antes de peinar ligeramente el cabello de Black. — Se honesta, lo hiciste porque quisiste. Si bien recuerdo, corriste con Jaxson en lugar de Black cuando recién llegaron.
—Eso... — Cassandra no supo qué decir. — Eso no es importante ahora, ¿Qué haremos sobre mis sueños?
—Debemos de ir — musito convencida la rubia. — Bodega Blackwood.
— ¿Y eso está...? — Cassandra no estaba del todo segura de la idea, pero le daría el beneficio de la duda. A esas alturas, cualquier idea era bien recibida.
Los médicos habían dicho que habían podido detener el esparcimiento del veneno en el cuerpo de Jaxson y Black, pero no neutralizar la toxina, esta estaba matando poco a poco los tejidos de ambos, era solo cuestión de tiempo que pudieran perecer. Según los médicos, había un antídoto para contrarrestar los efectos, era una planta llamada "mogna", pero hace algunas décadas dejó de crecer en la isla, por su mal uso por parte de la población. Las últimas raciones se encontraban en los laboratorios de la capital. Era una misión con muy pocas posibilidades de éxito para no decir imposible. La mayoría de los habitantes de la isla solamente pensaban dos posibles finales, la muerte de ambos y la sucesión de un nuevo líder o un milagro. Desde que se supo el veredicto de los médicos, los jefes del comité de la isla discutieron quién podría tomar el lugar de Black. Se optó por la mano derecha y mejor amigo de Black, Civi, sin embargo este renunció a ese derecho. Solamente tomaría el cargo de sub-general en caso de perecer Maximilian, la cual es la posición de mano derecha del dirigente mayor.
— ¿En dónde se supone que debe de estar? — Cassandra entendió porque su mamá se enojaba cuando hacía ciertas muecas, si es que son las mismas que Rose acaba de hacer. Claramente eran molestas. — En la mansión Blackwood.
La castaña parpadeó varias veces antes de entender que estaba proponiendo aquella chica.
— ¿Quieres que vayamos a la mansión Blackwood a seguir un estúpido sueño que tuve?
—Tu escuchaste lo que dijeron los doctores, morirán si no conseguimos ese antídoto y como sabes no hay muchas posibilidades de entrar a la capital cuando en todas las esquinas están nuestras fotos — Rose observó por unos segundos a Black. — Creo que vale la pena el riesgo que esperar sentadas por su último suspiro. Si no hay nada, al menos lo intentamos. Podemos ir en nuestra forma lobuna. Será más difícil de rastrear, nunca han visto la tuya.
—No sé... — Cassandra en verdad dudaba de la efectividad de ese plan. — Si aceptara, ¿Cuándo iríamos?
—Hoy — Definitivamente no esperaba aquello.
— ¿Estas segura?
— No, pero necesitamos intentarlo, encontraré un bote e iremos...
—Buen día chicas, ¿Cómo están? ¿Cómo durmieron? — Delphine entró a la habitación con una charola enorme de comida. — Deberían descansar.
Ambas chicas callaron por completo y se miraron disimuladamente. Por enésima vez en el día Delphine le decía a su hija y a Cassandra.
— Yo montaré la guardia.
— Pero... — Cassandra comenzó a hablar y de esa manera poder evitar el plan de Rose.
—No recibiré un "no" por respuesta, desde que llegaron no se han separado de aquí, pasaron cinco días, ahora solo nos queda esperar, los médicos hacen lo que pueden y ustedes deben evitar enfermarse — Delphine tomó las manos de su hija y la arrastró hacia afuera. — No sé preocupen y vayan a descansar.
***
Tres horas después ambas chicas corrían hacia la casa de los Blackwood, tuvieron que hacerlo con su forma humana para que su rastro no fuera tan visible. Cassandra intentaba retener el aliento para no vomitar, una forma de evitar que su esencia fuera percibida tuvo que revolcarse en un sinfín de cosas, desde arena, plantas hasta en lo que ambas creyeron era lodo, pero resulto ser excremento de algún animal del bosque. Todo iba de mal en peor, pero había logrado lo más difícil; salir de la isla e ingresar a la costa sin ser vistas, eso ya era un gran avance.
— ¿Cómo ingresaremos a la casa? — Dije casi sin aliento. — Dudo que este sola.
—Existe una entrada por el laberinto según me dijo alguna vez mi mamá, Max lo confirmo, solo que no sé exactamente donde este...
—Vaya plan — Replicó la castaña molesta. — Lo mejor será regresar...
—Arriba — Rose no espero a Cassandra subiendo al árbol con gran habilidad, la castaña no supo que hacer y corrió hacia un arbusto.
Su pulso se aceleró, no sabía que era, pero ella seria la primera en ser encontrada, de eso estaba segura. De entro los arbustos a unos metros un ciervo salió corriendo. Espero un poco más, pero nada venia detrás de el.
—Ya podemos avanzar — Rose bajó mientras que Cassandra se quitaba algunas hojas. — Tienes que aprender a esconderte mejor o ser más hábil en...
—Discúlpame, pero apenas hace poco tiempo descubrí que soy un lobo, si soy honesta ni siquiera sé cómo me convierto en... eso — Cassandra aun le costaba entender todo aquello. — Perdón por ser un estorbo en su mundo licántropo.
—No te preocupes, aprenderás tarde o temprano — La castaña no entendía si la rubia no entendía su sarcasmo o solo la ignoraba. — Si lo necesitas, tu forma lobuna saldrá y hará todo el trabajo. Debiste aceptar el entrenamiento de los viejos cuando mamá te lo dijo. Haremos la guardia en ese árbol. Veamos si hay movimiento.
—Tu mama nos estará buscando, ¿crees que nos vengan a buscar?
— Sinceramente espero que no lo hagan... — La rubia desde su altura podría ver la entrada principal y el costado de la mansión. — Montaré la primera guarda, duerme un poco.
Cassandra no dijo nada mal, porque en verdad se encontraba muy cansada.
"Dios, destino o Luna, lo que sea, si me escuchas, ayudanos..."
continuara...