34. Función

3.7K 450 89
                                    


—¿Está seguro de lo que hará, joven?

—¿Me veo como si supiera lo que hago? — Murs sonrió sin evitarlo.

—No joven amo — El leal sirviente sonrió con melancolía. — Parece como si no supiera que esta apunto de meterse en la peor situación... de su vida.



Jaxson se levantó dejando por un momento los documentos que leía y se acercó a su mayordomo.



—Se que piensas que no vale la pena lo que hago, y que es una mala idea — Murs agacho la mirada.

—Joven amo ... —

—Jaxson — Corrigió el pelinegro con una sonrisa. — En pocas horas ese apelativo no será muy ¿oportuno?



El sirviente sintió un nudo en su garganta.



—Aun recuerdo aquella noche — Murs se acerco a un estante y movió unos libros encontrando una botella de whiskey media llena. — Creo que él día de hoy, merecemos un pequeño trago.

—Creí que sabia ocultar bien mis secretos — Jaxson sonrió viendo como el hombre de mediana edad servía dos tragos. — ¿Desde cuándo sabias que guardaba eso?

—Desde que lo escondió — Sonrió el hombre ofreciéndole el trago. — Aun recuerdo esa noche, desde ese momento supe que estaba enamorado.

—Enamorado...— Jaxson sonrió viendo su copa. — Que ironía, soy el príncipe de esta nación ancestral y un intento de humana me derrumbo, me dejo caer en caída libre y sin anestesia. Yo también lo recuerdo.



—Joven, ¿Está seguro de esto? — El chico de cabello negro como la noche sonrió.

—Sí, ¿Por qué dudas?

—Vera, esa chica parece no quererlo cerca de ella, la señorita parece como si... — Calló un segundo buscando un buen adjetivo a la situación sin decir explícitamente "Joven, ella lo ha rechazado y lo seguirá rechazando."- esta indispuesta.

—Indispuesta o no me vale una mierda — El chico se quitó la camisa para dejar respirar la herida en su piel, aún tenía la herida de hace unas noches. — ¿Dónde está?

—Salió a ver a su familia, estaba algo deprimida — Comenzó a decir Erwin sabiendo que el joven príncipe se molestaría.



Jaxson giro lentamente volviendo a poner su camisa en su cuerpo.



—Prepara el auto — Dijo presionando sus puños para controlar su temperamento, poco a poco sentía la furia cubrir su cuerpo.

—Joven, ¿Qué hará? — El hermoso chico de ojos color negros sonrió casi diabólicamente.

—Mi joven y pequeña compañera se ha portado mal, tengo que darle una pequeña lección —El chico salió del cuarto con pasos decididos. — Más vale que esté preparada. Ella aprenderá a vivir conmigo porque sin mí no vivirá. No es una amenaza, no es una promesa, es una realidad. Huir no es una opción.

BraveWhere stories live. Discover now