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08. Mala Suerte

VIII | Mala Suerte

-Necesitas conocer a alguien, esta persona te podrá ayudar - Musito Marcus con una sonrisa llena de misterio.

- ¿Dónde o como lo hace? - Cassandra parecía algo más emocionada que el mismísimo Marcus. - Recuerda estoy viviendo casi vigilada.

-Sencillo, eres mujer, busca el punto débil de Jaxson y utilízalo a tu favor - Como si fuera lo más fácil del mundo musito aquello el chico de ojos de color.

-Los hombres ni la piscología es mi fuerte - Se burló la chica. - Y dudo que Jaxson sea alguien fácil de descifrar.

-Entonces usa el remordimiento - Eso sin duda si era una sorpresa. - Me refiero, si Jaxson te ha elegido como su compañera de existencia es porque siente algo por ti, dudo mucho que sea algo solo carnal o bestial, los hombres lobos se dejan por llegar por instinto y su sentido común acepto el hecho que su deseo lobuno te eligió eso quiere decir que esta domado hasta cierto punto.

- ¿Entonces...?

-Eres mujer, sabrás que hacer para hacerlo sentir mal y darte un poco de libertad o conseguir lo que deseas, cuando y como lo quieras, solo se discreta.

¿Por qué negarlo? Sabía que estaba haciendo algo mal, pero poco le importo, cuando Cassandra Milano se sentía amenazada, acorralada o humillada, como fue en este caso, la razón quedaba en segundo plano, ahora solo quedaba... rencor y venganza.

-Hecho.

(...)

Cassandra estuvo todo el día ideando como poner en marcha todo lo que Marcus le había dicho en los 20 minutos que estuvieron hablando.

-Los hombres no suelen ser tan complicados como las mujeres, para nosotros la vida es negro o blanco, todo es si o no - Calló por un comento y después sonrió. - Bueno la mayoría. Sin embargo, algo que todos tenemos en común es que somos débiles con quien queremos.

- ¿Débiles?

-Si ya sabes, podemos ser unos idiotas pero cuando lo somos con una persona que queremos sentimos remordimientos hasta la tristeza y por último la depresión. También los hombres sabemos amar, a nuestra muy única manera pero lo hacemos. Jaxson puede ser el príncipe de la monarquía licantrópica, puede ser una bestia pomposa, pero no deja de ser hombre y tú mi querida Cassandra, eres su debilidad.