13. Cena

37.4K 3.2K 248
                                    



Cena





— ¿En verdad debo de estar usando eso para hoy? — La castaña no tenía nada en contra de vestirse bien para alguna ocasión, pero que hubiera alguien que le dijera que usar exactamente era lo que odiaba. — ¿No tengo opciones?




No tenía un gran sentido de la moda, eso era obvio pero al menos siempre usaba algo que le gustara y la hiciera sentir cómoda.



—Escucha querida — Sus uñas eran más falsas que el tono rubio en su cabella y su voz era una o dos notas más aguda de lo que debería. — Solo dime cuál de estos modelos te gusta.




Esther Kuvilibu. Esa mujer se presentó como la estilista oficial de la corona. Al parecer se sentía con el derecho de criticar y tomar más decisiones de las que debería. Tenía demasiado maquillaje sobre su rostro, pero debía ser honesta. La mujer era hermosa, y el cuerpo era envidiable. Eso hizo sentir un poco cohibida a la castaña. Vestía un vestido de tono hazel que hacia un raro contraste con el cabello rubio de la mujer, pero aun así acentuaba su figura y se veía envidiablemente bien.




—No puedo utilizar algo menos llamativo — Sugirió la chica.

— Hoy tendrás una cena donde vendrán los más importantes dirigentes — Comenzó a decir la mujer mientras miraba los 3 cambios que tenía sobre la cama de la chica. — Es algo más social que político, pero aun así debes de estar bien vestida. No puedes hacer ver mal a Jaxson.




¿Jaxson? ¿Por qué usaba tanta confianza? Ni siquiera ella le llamaba por su nombre, ahora que lo pensaba nunca lo había llamado por su nombre. Todos en el lugar le decían "joven", "príncipe", "majestad", "señor" pero nunca por su nombre.




—El que sea está bien, al parecer no puedo escoger que usar así que el que sea está bien, me iré a bañar, elige por mí.

—Muy buena decisión querida — Sonrió falsamente la mujer. — Ya vas entendiendo cómo funcionan las cosas por aquí.




Al parecer no todos eran tan amables.




***




Jaxson ya se encontraba en la recepción platicando con René y el hijo de un anciano del parlamento, Edmund Ramazzoti. Eran pasadas las 9 y solo estaban esperando que tocaran la campana y el mayordomo se acercará a decir que la cena estaba por servirse.

BraveKde žijí příběhy. Začni objevovat