Brave

24. Veredicto

XIV| Veredicto

¿Estás seguro de esto? ¿Crees que sea buena idea? Black no estará de acuerdo con esto y lo sabes... las preguntas y comentarios de Clark seguía presentes mientras Marcus y el corrían cuesta abajo hacia el lado Este de la isla. El cuerpo del chico dolía de una manera que no recuerda haber sentido antes, estaba tardando para sanar, eso era mala señal. Una muy mala.

Iremos con Black después iremos por Cassandra, ese es el plan. Si Black no me apoya entonces iré yo solo por ella... y con ese pensamiento siguió corriendo. Había estado 1 y media encerrado, nunca había tenido ese sentimiento de rencor hasta que supo de lo que era capaz Jaxson McKnight.

...

Cassandra miraba con cierta desconfianza al pelinegro que estaba plácidamente leyendo un libro sentado sobre un sillón a lado de su cama mientras ella comía. Esa no era la reacción que esperaba de aquel chico después de presenciar su furia por tan solo mencionar su nombre. Cuando el guardia dio la noticia este se quedó estático por unos minutos, se levantó sin emoción alguna en el rostro, salió por unos cuantos minutos y regresó con una expresión de despreocupación.

—Lo que sea que quieras decirme, solo dímelo — Musitó el chico sin despegar su mirada del libro. — Soy consciente de tu mirada desde hace 15 minutos.

Cerró el libro levantándose de su asiento, y sentarse nuevamente en la cama de la chica. Esta se sonrojo por un momento.

—Quieres preguntarme sobre Schulz, ¿cierto? — Ella simplemente asintió. — Estoy confiando en ti, sé que no sientes algo más allá de la amistad por Schulz. ¿Cómo lo sé? Ni yo lo sé, solo estoy seguido que es así. Sin embargo, eso no implica que él no sienta algo por ti... y eso es lo que me preocupa.

—No creo que sea tu deber preocuparte por eso, tú me dejaste muy claro que yo soy tu concubina...

—Y eso fue un error enorme de mi parte, por lo cual te debo pedir disculpas — Le interrumpió Jaxson. — Por naturaleza soy territorial y algo agresivo, admito que tuve actitudes nada agradables hacia ti, pero son cosas que no logró reprimir y cuando menos recuerdo ya están hechas.

La castaña parpadeo un poco.

— ¿Quién eres? — Dijo realmente sorprendida.

Y para su sorpresa Jaxson rio, su sonrisa se expandió y relucieron sus dientes, tan perfectos que cualquier odontólogo estaría orgulloso de su trabajo en aquel chico. Su risa fue melodiosamente masculina y la hizo sonreír inconscientemente, al parecer hasta su sonrisa y risa eran atractivas, ¿era eso posible?