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21. Contrastes

O21 | XXI 

                              Contrastes

Cuando Cassandra camino fuera de las mazmorras, se sorprendió de ver su madre y a Eliezer custodiados por varios guardias.

— ¿Qué sucede? — La castaña corrió hacia su madre.

—Jaxson nos dio su permiso para que te despidieras de tu madre — Dijo Elizer. — Seremos desterrados, regresaremos a Estados Unidos.

—El príncipe nos indicó que solamente serían 3 minutos... — Los guardias se dispersaron pero se mantuvieron a una distancia prudente.

La castaña abrazo a su madre con las lágrimas apunto de emerger.

—Lo siento madre, todo esto es mi culpa, lo lamento tanto — No pudo evitar que las gotas saladas salieran de sus cuencas. — Mamá, yo...

—Cassie, escúchame, no tengo tiempo — La mujer en cuestión tomo entre sus manos el rostro de la chica. — A dónde vas, busca a una persona, su nombre es Aqua. Dile quien eres, di mi nombre, ella te explicará, sin embargo ten mucho cuidado... Ya está comenzando, lo puedo sentir. Discúlpame por no estar contigo en la parte más dura de tu camino, pero no olvides que te amo Cassie, no importa que digan, tú eres mi hija.

— ¿Mamá? — No pudo evitar que un nudo en la garganta se instalara en su estómago. — ¿Qué significa eso?

—Escúchame con atención — Esta vez hablo Eliezer. — No eres lo que piensas... hay secretos que pronto se revelaran. El destino de muchos esta en tus manos. Tú serás el cambio.

—Esperen, ¿qué estaba pasando?

—No te preocupes por nosotros, yo cuidaré de tu madre...

—Te amo hija — Los ojos de la mujer se fueron llenando de lágrimas. — No lo olvides.

Antes que pudiera decir algo más los guardias tomaron a la pareja y los alejaron.

— ¡Mamá!

Un guardia tomo a la castaña al descifrar las intenciones de correr detrás de ellos, con poca delicadeza abrió la puerta y deposito a la chica en la parte trasera del auto. Cassandra comenzó a golpear la puerta y el vidrio. Minutos después, sin decir nada Jaxson tomó asiento de lado.

— ¡Exijo que me dejes ver a mi madre! — Gritó realmente alterada y molesta mirándolo con odio en medio de la rabieta.

— ¡No están en la jodida posición de pedir algo! ¡Para tu maldita actitud si no quieres que te los mate en este mismo instante! — Contesto igual de alterado, el pelinegro aun temblada del coraje al hablar con Marcus minutos antes. Estaba a nada de abrir la puerta y matar a cualquiera que lo provocara. — ¡Empezaré con tu amante y después con tu madre!

Y calló. Jaxson jamás le había hablado de esa manera. Estaba realmente alterado, lo mejor era no hablar por el momento.

(...)