Después de pasar por todos los filtros de seguridad que hay en la entrada del colegio, al fin puedo dirigirme hacia mi salón de clases.
Cuando entro al salón mi amiga Emma ya estaba sentada en su lugar y yo me dirijo a tomar asiento junto a ella.
Holis ̶ saluda Emma cuando estoy llegando.
Holis Em ̶ me acerco y le doy un beso en la mejilla ̶ ¿ cómo estuvo tu fin de semana?
Excelente Isa, papi me llevo de paseo y me compró muchos regalos porque me porté muy bien. ̶ ella siguió contándome todo lo que hizo y yo estaba feliz de verla tan contenta pero unos minutos después tuvimos que guardar silencio cuando el profesor llegó.
Las clases de la mañana eran las más aburridas del mundo, por suerte tenía a Emma y evitaba que me quedara dormida en media clase. Cuando el timbre para salir a almuerzo sonó Em y yo fuimos las primeras en salir y corres hacia el otro edificio que formaba parte del colegio y cabe aclarar que mi lugar favorito y el por qué iba a este colegio en específico.
Al llegar a las puertas pasamos el brazalete rosa por el escáner de seguridad y nos cambiamos las zapatillas por nuestras cómodas y adorables pantuflas, las de Em era de chanchito y las mías de osito muy adorables lo sé. Al terminar avanzamos hasta el comedor en donde se podían escuchar las risas de pequeñas.
Cuando volvió a sonar el timbre todos nos levantamos y fuimos hacia nuestros salones, una vez adentro saludamos a nuestra cuidadora y cada uno se fue a jugar en lo que quisiera.
una hora después Juli nuestra cuidadora aviso que era hora de la siesta así que todos acomodamos nuestros juguetes y fuimos por nuestra bolsa de dormir y el biberón que siempre estaba lleno de leche calentita para que durmiéramos mejor.
En cuanto me acomodé en mi saquito caí dormida.