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Maratón 2/3

Dash


-No sé, la verdad aún estoy confundido

-¿No me digas que piensas dejarla así como así o debo recordarte todo lo que ha hecho?- dijo callie mirandome con su típica expresión de "¿estás seguro?"

Se que Callie tiene razón, ella no es buena para nadie aquí, y puede ponernos en peligro, Pero aún así, lo que Cleo nos reveló me ha dejado con un fuerte conflicto entre lo que quiero y lo que se debe hacer. No sé que debo elegir.

-Yo solo... - no pude terminar lo que iba a decir ya que sentí como si mi garganta estuviera siendo apretada. No me quedé a escuchar lo que sabía que dirían, en cambio fui a donde sabía que queria estar.

Quedé frente a frente de su puerta, empecé a sentirme nervioso y no sabía que diría, pero se que esto debía enfrentarse. Toqué la puerta pero tras varios intentos no se escuchó movimiento alguno, más sin embargo, sentía su calor cerca de la puerta.

-Rebecca, solo quiero hablar

Al no obtener respuesta de su parte, continúe hablando.

-Se que me estas escuchando, así que si así lo prefieres, solo escucha- me acerqué lo más que pude a la puerta y de manera calmada y con un tono mas bajo de lo normal, continúe- Se que lo crees, se que en lo mas profundo de tu ser sientes que es cierto - Al no escuchar nisiquiera una respiración de su parte comencé a sentirme impaciente- Rebe..

No termine de hablar cuando ella abrió la puerta y de un tirón me adentró a la habitación.

-Ok, cuando te vi por primera vez me sentí extraña, pero no pienso creer esto - me miró directo a los ojos y luego suspiró dejandose caer en la cama- Dash, hablemos sinceramente entre nosotros... ¿Tu realmente crees en esto?- La expresión en su rostro me daba a entender que estaba cansada.

Me senté en uno de los sillones analizando si decirle esto o no- No lo sé, la verdad tampoco me siento totalmente convencido, pero quiero contarte algo que no parecía tener sentido alguno, hasta hoy.

-Mi madre siempre me contaba que yo era bastante tranquilo y silencioso, que no lloraba a menos que estuviera enfermo o tuviera hambre; todas sus amigas estaban celosas de ella ya que ese era el sueño de toda madre; Siempre me contaba cosas así pero un día tuve la curiosidad de saber si yo hice algo extraño o fuera de lo común alguna vez, Ella me dijo que de hecho hubo una vez que se preocupo mucho y me comporte de una forma bastante extraña.
Dijo que solo lloraba rara vez y aunque solo tuviera un año, ella se encontraba eso bastante peculiar. Hasta que un día comencé a comportarme extraño, siempre me quedaba mirando al techo, a las ventanas o a la puerta, como si estuviera esperando que algo pasara. me llevó a algunos pediatras y ellos no supieron responder al porque de esto; Ella pensó que no era algo del cual preocuparte y solo lo ignoró.

Pero todo dio un giro de 180 grados el día que cumplí 2 años.

Todo se intensificó, nunca quería comer, me negaba a apartarme de la ventana, siempre me quedaba despierto y me negaba a quedarme solo. Pero justo el 2 de noviembre de ese año, rompí en llanto.

Durante todo el día lloré como si no hubiera un mañana; Mamá me llevó a urgencias porque pensó que algo me ocurría pero todo salía normal y nadie sabía el porqué de mi llanto. Cuando el día acabó, así como empecé a llorar así mismo dejé de hacerlo, repentinamente. Luego todo volvió a la normalidad pero mi obsesión por mirar a la ventana nunca desapareció.

Cuando cleo me encontró y me involucró en su plan, no sabía por qué tenía tantas ganas de encontrarte y tampoco le di importancia, pensé que era mi cerebro intentando distraerme para no pensar en mis padre, así que acepté trabajar con Cleo. Cuando llegué aquí no sabía que te encontraría; Estaba cansado de huir y se me ocurrió mudarnos aquí ya que seria beneficioso para Ema y Callie por las academias y tambien para zac y Matt ya que tendrían un lugar fijo.

Total Engaño © {Lazos de sangre 1}Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum