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Dash

-Buenos días, papá luchon, oh mi Dios, ¡BUENOS DIAS, TORTOLITOS!- la puerta se abrió de golpe y volvió a cerrarse de la misma forma.

La euforia de Zac a esta hora nunca jamás me va a agradar.

-Mmm, 5 minutos más.

Me giré hacía la responsable de semejante queja y encontré a Rebecca en ropa interior envuelta con una fina manta.

-¿Puedes ser tan amable de quitarte de arriba?- le moví la pierna que tenía sobre mi.

Comenzó a quejarse y luego de haberse sentado y restregado los ojos, me miró y sonrió- Buenos días.

Por un momento quedé embobado por su sonrisa- ve a cepillarte, hueles a desgracia- la empujé provocando que cayera al suelo.

- Siempre con tus estupideces, no soy la única que huelo a desgracia- se levantó y me arrastró por las piernas- ven- me cargó hacía el baño y al sentarme en el retrete, me pasó el cepillo dental.

-Parecemos una pareja de recien casados, con la pequeña diferencia de que parezco el hombre - dijo riendo mientras cepillaba sus dientes.

La ignore y continuamos la rutina, fue un poco vergonzoso ya que tuvimos que ducharnos juntos, ya que ella dijo que era un desperdicio de agua y de tiempo si me duchaba a mi primero y luego a ella.

-¿Que piensas?

Miré hacía abajo ya que estaba colocándome los zapatos.

-En lo bueno que es tener una sirvienta personal- le sonreí, a lo cual respondió quemandome el tobillo con uno de sus dedos- ¡Ey! Eso duele.

Se levantó y sonrió- ay, discúlpeme señor, esta torpe sirvienta lo hará mejor la próxima vez, ¿me perdona?.

-Aveces no te soporto- desvíe la mirada y solo escuché como reía.

-Deja el drama y vamos, tengo mucha hambre- se arrodilló dándome la espalda para que me montara sobre ella.

Después de unos segundos de "drama", subí en su espalda y salimos a desayunar.

-Al fin, pensé que íbamos a tener que ir a buscarlos... de nuevo - Zac estaba sobre un sillón comiéndose una tostada.

-Baja los pies de la mesa, inepto- le arroje una pequeña llama en los zapatos.

-¡Oye!- la apagó rápidamente- eso no es justo, ¿sabes lo caro que son estos zapatos?
Maldición Dash, debiste haberte quedado dormido por unos días más- se levantó molesto y salió del departamento.

Todos lo ignoramos y Rebecca me depositó suavemente en una silla de la encimera.

-¿Dónde está Cleo?- preguntó sirviendo el desayuno tanto para ella como para mi.

-Creo que está abajo- Matt le respondió indiferente y después no emitieron palabra alguna.

-¿Pasó algo entre ustedes?

Se miraron sin expresión alguna.

-No me agrada- dijeron al unísono.

Suspire- Díganme algo que no sepa, por amor al cielo.

-Ella es una maldita manipuladora, no se que quiere, pero quiere algo.

Rebecca quedó en silencio mirándolo como si hubiera revelado su más íntimo secreto.

-Matt, todos en esta vida, en la pasada y en la siguiente, querrán algo y lucharán por tenerlo, cueste lo que cueste y tu más que nadie lo sabes , así que no creo que seas el indicado para decir eso, además, aquí entre nosotros, también eres un tanto manipulador.

Total Engaño © {Lazos de sangre 1}حيث تعيش القصص. اكتشف الآن