Capítulo 16

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—¡Teme! —Fue Naruto quien habló primero. —Veo que tú ya también estás bien.

—Sí, y vuelvo a preguntar: ¿interrumpo? —dirigiéndose principalmente a Sakura. La chica contuvo la respiración. No había duda de que Sasuke vio el beso y malinterpretó.

—No, para nada. Kurama y yo vinimos a ver a Sakura en agradecimiento por entregarnos el collar del Primero. —Tomándolo entre sus manos para mostrarlo colgado en su cuello. Sasuke con su característica sequedad ante las cosas, se mantuvo inmutable. —¿Qué sucede? Deberías de alégrate un poco por nosotros. Sakura cumplió su misión y yo ahora puedo hablar nuevamente con Kurama.

—Déjanos solos. Tengo que hablar con ella.

La chica respingó al escuchar cómo se refiero a ella, y no era ninguna ella; ella tenía nombre y era Sakura.

—¿Qué esperas? —Apresuró a Naruto. —Te busca Shizune.

El titubeo del chico rubio podría decirse que en cierta medida estaba justificado. Su amigo no tenía buen talante, se notaba enojado, pero no entendía sus razones. Habían derrotado al enemigo, todos estaban bien y entre ellos Sakura. ¿Qué diablos le pasaba?

—Naruto. Sasuke y yo debemos hablar. ¿Podrías dejarnos un momento?

Sus miradas cruzaron y el rubio solo asintió. —Vendré después. —Fijando ahora la mirada en su amigo. —Cuídala, Sasuke —Fue lo último de dijo antes de salir de la habitación.

Fueron varios segundos los que transcurrieron, pero suficientes para que la tensión se incrementará La mirada dura de Sasuke juzgaban duramente a la pelirrosa, en tanto, ella tenía miedo de preguntar de averiguar lo que el Uchiha estaba pensando.

—Sasuke-kun, mi misión...

—No quiero saber nada. —La cortó de tajo. —Te veré después, procura descansar. —El Uchiha se dio media vuelta para salir de la habitación.

—Pensé que querías hablar.

—Ya te dije, descansa, ya habrá tiempo. Este nos es un buen lugar ni momento.

Él no haría drama, aunque por dentro quería romper todo a su paso. Naruto la estaba besando, pero ¿qué le pasaba a ese tarado? Bufó tan profundamente que ni eso le ayudó a tranquilarse. En qué se había equivocado, ¿lo había interpretado mal? Demonios, ella realmente no lo amaba. Esa era la única explicación plausible. Así que se dirigió a la salida del hospital.

—Oye, Teme. —Otra vez se cruzaba con Naruto. —¿Sakura-chan está bien?

—Sí, ¿por qué no habría de estarlo?

Su respuesta no fue del agrado de Naruto. —Bueno, al menos pensé que pasarías tiempo con ella, todavía está nerviosa por lo que pasó. —Pero Sasuke no dejaba de caminar, así que Naruto corrió hacia él para enfrentarlo. —¿Qué pasa contigo?

—No, ¿qué pasa contigo? Entro a la habitación de Sakura y lo primero que veo es a ti, besándola.

—No la estaba besando.

—¿Qué? ¿Me crees estúpido? Yo te vi. —Es está ocasión mirándolo a los ojos con el reflejo del sol en su cara.

—¡Qué no la estaba besando! —La mirada de Sasuke se estaba haciendo más aguda. —¡Oh!, con un carajo, Sasuke, yo solo la besé como un hermano y por agradecimiento. ¿Lo entiendes? Por agradecimiento. Kurama también lo está y habló con ella. Algo que tú deberías de hacer.

—En todo caso, no debiste de hacerlo. Ella es mi esposa.

—Claro que sé que es tu esposa. Yo jamás te traicionaría y lo sabes.

Sakura, la Hiel-RosaWhere stories live. Discover now