El Amo (parte 6)

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Nada más empezar a bailar eran el centro de atención. Todo el mundo miraba como la pareja bailaba con un brillo especial en los ojos. Ambos se reían de la torpeza de Tenma al aprender a bailar y realmente pasaron un hermoso momento.
-¿Sabes- Tsurugi no terminó la frase y Tenma estaba tropezando y cayéndose al suelo. De inmediato le ayudó y le preguntó si estaba bien. Dolorido asintió y ambos quedaron petrificados al ver la pequeña herida que tenía en la rodilla sangrando. Rápidamente y antes de que más gente les mirara Tsurugi le arrastró al baño, donde cerró la puerta con cerrojo y examinó su rodilla. Ésta estaba sangrando ligeramente y algo de sangre había atravesado la tela del pantalón. Ambos se miraron nerviosos.
-No podemos dejar que te vean, o peor: que lo huelan... - susurró Tsurugi muy serio. - Deberíamos irnos ya.
-Lo siento... - murmuró Tenma culpable.
Tsurugi le dedicó inmediatamente una sonrisa y negó con la cabeza.
-Si no te hubiera obligado a bailar nada de esto hubiera ocurrido.
Tenma sonrió también. Los dos se quedaron mirándose unos segundos hasta que volvieron a la realidad. Salieron del baño, mirando de lado a lado buscando a alguien; y cuando comprobaron que estaban solos fueron rápidamente a la salida. Allí les esperaba el chófer y se subieron casi de un salto al vehículo. Ya dentro ambos suspiraron aliviados.

Durante el trayecto ninguno dijo una palabra. Tsurugi no dejaba de intentar taparse la nariz para no sentirse atraído por el olor, pero era inevitable. Tenma se quejó del escozor que le provocaba la herida y se subió el pantalón hasta la rodilla.
-Me sangra mucho...
Tsurugi miró la rozadura, buscó algún pañuelo o algo con lo que quitar la sangre pero no encontró nada. Entonces miró en silencio al castaño y se acercó a su rodilla.
-No te muevas.
Tras estas palabras posó su lengua sobre la herida y la lamió cuidadosamente, provocando el rubor en las mejillas del chico.
-¡¿Qué haces?! - gritó.
-Si te quito un poco de sangre no mancharás más el pantalón. Además dicen que con la saliva se curan antes las heridas.
-Como quieras... Pero ten cuidado.
Tsurugi asintió, miró su rodilla de nuevo con la boca haciéndosele agua y cubrió la herida de nuevo con el pantalón ante la confusa mirada de Tenma.
-No quiero hacerte daño.
El silencio invadió el carruaje y se mantuvo el resto del viaje. Tsurugi no dejaba de disfrutar de lo poco de sabor a sangre que le quedaba en la boca, siendo consciente de los impulsos que podrían causarle.
Cuando llegaron al castillo se limitó a dar las buenas noches a Tenma y a meterse en la cama de espaldas a él. Ni siquiera pudo dormir pues no dejaba de darle vueltas a sus preocupaciones por lo que había ocurrido.

-Tsurugi, ¿qué haces? - le despertó la voz temblorosa de Tenma.
Poco a poco fue recuperando la consciencia e inmediatamente se levantó de la cama, con el susto aún en el cuerpo. Se había despertado encima de Tenma lamiendo su cuello.
-Lo siento. Debe de ser por lo de ayer... - se disculpó ruborizado.
-No pasa nada. - suspiró.
-Será mejor que no duerma más contigo. Puedo ser un peligro para ti.
Tenma se quedó paralizado.
-¿Por qué? Yo no te tengo miedo.
-Sería mejor que lo tuvieras... - suspiró y continuó. - Mira... No dejo de pensar en lo bien que sabía tu sangre...
Tenma se ruborizó. Era el cumplido más extraño que había oído en su vida.
-Entonces... Toma más... Si quieres... - dijo acercándose a él.
-¿Qué? No, no... No. No puedo hacer eso. No sabes lo peligroso que puede ser.
-Puedes tomarlo como agradecimiento... Por todo. - sonrió.
Tsurugi permaneció en silencio unos segundos y negó con la cabeza.
-Olvídalo. No puedo. Se me puede ir de las manos. - se dirigió hacia el armario para cambiarse de ropa.
-Y, ¿por qué no me haces vampiro? Así se acaba el problema.
Tsurugi se giró hacia él, petrificado.
-Debes estar de broma.
Tenma se levantó negando con la cabeza.
-Si voy a estar toda la vida aquí al menos que sea en tu condición, ¿no? Piénsalo. Así no te causaría más problemas el tema.
El peliazul negó con la cabeza y suspiró.
-Estás loco.
Tenma se acercó hacia él a escasos centímetros aumentando el rubor de ambos.
-Pues bebe mi sangre.
Tsurugi rió y enseguida recuperó su amenazadora media sonrisa que tanto le imponía.
-¿Estás seguro? - dijo acercándose a él y haciendo que fuera retrocediendo.
Tenma asintió, rojo como un tomate.
-¿Sí?
Cuando no podía retroceder más le empujó de espaldas a la cama.
-¿Q-qué haces? - balbuceó nervioso.
Tsurugi se puso sobre él acorralándole entre sus manos apoyadas a cada lado de su cabeza y se acercó mucho a su cara.
-¿Esto es lo que quieres?
Tenma no paraba de temblar y su corazón iba a mil por hora pero, para su sorpresa y aunque no lo supiera; el de Tsurugi también, pero lo ocultaba de Óscar.
Tsurugi rió y le liberó, levantándose de la cama y dejándole ahí tirado.
-¿Ves? No estás preparado.
Tenma no pudo ni responder. Aún estaba bajando su ritmo cardíaco y la temperatura de sus mejillas.
-Lo estaré. Estaré a la altura. - dijo firmemente mientras se levantaba y se acercaba peligrosamente  a Tsurugi. Unos segundos de silencio les rodeaba mientras estaban mirándose fijamente a escasos centímetros sentados en la cama. Sus corazones iban al unísono y a ambos les invadía la incertidumbre de lo que pasaría.
-Bueno, tenemos cosas que hacer. - rompió el silencio Tsurugi y se levantó.

Arion x Victor / TenmaxTsurugi( Kyoten)fanfic Y One Shots7u7Where stories live. Discover now