10 Años Después... V

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* narra Arion*
Abrí los ojos lentamente al igual que me desperecé. Me extrañé mucho de que la habitación estuviera tan oscura.
Al incorporarme y quedar sentado en la cama me froté los ojos. Comprobé que las persianas estaban bajadas, algo que habitualmente no ocurría.
Miré a los lados. No había nadie más en la habitación hasta que Víctor se asomó por la puerta y descubrió que estaba despierto.
-Oh, ya despertaste. - me saludó con una amplia sonrisa.
Me ruboricé y aparté la mirada de sus claros ojos. Me peiné nervioso con las manos, a saber qué pelos tenía...

Víctor se acercó a mí y me dijo:
-Te he hecho el desayuno y te lo he dejado en el salón. Si el café se ha enfriado te lo puedo calentar otra vez.
-Muchas gracias. - me temblaba un poco la voz.
Nos quedamos unos segundos en silencio mirándonos. ¿Le daba un beso de buenos días? ¿Me lo daría él? ¿QUÉ HACÍA?

Me dispuse a dar el primer paso, pero me quedé donde estaba porque habló de nuevo:
-Cuando me he levantado he visto que aún dormías y te he bajado las persianas para que no te despertaras con la luz.
Tardé un poco en reaccionar ya que esperaba haberle podido besar, pero avergonzado retrocedí.
-Y, ¿qué hora es?
Miró su reloj de muñeca y respondió:
-La una.
-¡¿LA UNA?! - grité, totalmente blanco.
Inmediatamente me levanté y corrí hasta el salón para sentarme y desayunar a toda pastilla.
-Pero si hoy no tienes entrenamiento...
-PERO TE RECUERDO QUE VIENEN TUS PADRES.
Suegros. Casi dije suegros. Sentí una lijera punzada al acordarme de que aún no se había casado conmigo. Enseguida traté de liberarme de esos pensamientos y me dirigí al baño a lavarme los dientes para ponerme a hacer una limpieza express de toda la casa para cuando fueran las dos. A menos cuarto como máximo debería terminar.

Limpié todo y lo dejé impoluto ante la atenta mirada de Víctor, que no dejaba de decir que no hacía falta. Pero yo insistí en dar una buena imagen y me armé con mi equipo de limpieza: guantes de goma, botas también de goma, pañuelo en el pelo, mascarilla... Iba de un lado a otro con el cubo lleno de productos.
Miré el reloj. Eran las dos menos veinte. Casi me da un ataque. Me quedaban por limpiar los baños. Cuando entré estaban perfectos, impecables. Se podría comer en el suelo. Pero aún así busqué con la mirada algo que limpiar.
-Arion... - suspiró Víctor. Me cogió del brazo y me sacó de mi locura. - No hace falta, de verdad...
Le miré a los ojos y me puse rojo de nuevo. Maldito Víctor... ¿Por qué es tan bonito?
Me puse más nervioso cuando involuntariamente nuestras caras se acercaron en el silencio. Y de repente... El timbre de la puerta sonó.
Víctor miró su reloj de muñeca confuso. Eran las dos menos cuarto. Llegaban quince minutos antes de la hora acordada.
Nos miramos de nuevo, paralizados. Miré al suelo decepcionado. Debíamos ir a la puerta a abrir. Otro beso interrumpido...
Iba a moverme pero para mi sorpresa Víctor me cogió la cara, bajó la mascarilla que cubría mi boca y me besó. Me puse totalmente rojo pero cerré los ojos y disfruté de aquel contacto con sus labios. Se dispuso a acercarme a él, pasando una mano por mi espalda; pero el timbre sonando de nuevo nos devolvió a la realidad.
-¡Voy!
Corrí a quitarme todo lo que llevaba puesto para limpiar, mientras él iba a la puerta a abrir a sus padres.
-¡Hola! - escuché decir a su madre.
Cuando llegué se habían saludado ya con un abrazo y las miradas se dirigieron hacia mí, algo que me incomodó un poco.
-¡Hola Arion! - me saludó su madre.
-Cuánto tiempo. - sonrió el señor Blade.
Me di dos besos con la señora de pelo castaño y el peliazul que me recordaba bastante a un Víctor de mediana edad.

Entraron dentro de la casa y observaron toda la decoración de ésta. Me dio algo de vergüenza que observaran cada detalle de la simple casa en la que vivíamos.
Entonces mi mirada se topó con la mesa y palidecí. ¡Aún no estaba puesta! Rápidamente me dirigí a la cocina a coger todo de golpe y poner la mesa. Milagrosamente no se me cayó nada. Milagrosamente porque estaba temblando de los nervios que tenía encima.
Víctor me lanzó una mirada de pocos amigos y sonreí rascándome la cabeza.
-Iros sentando. - ofreció.
Se sentaron en frente de donde nos sentaríamos nosotros. Sólo yo me senté ya que Víctor fue a echarle un vistazo a la comida que aún estaba haciéndose.

Jugué con el cuchillo nerviosamente. Me había dejado solo con sus padres y no sabía qué hacer ni qué decir.
-¿Sigues trabajando como entrenador en el Inazuma Japón? - me preguntó su madre.
La pregunta, aunque bastante fácil; me pilló desprevenido y me quedé trabado un par de segundos.
-Oh, sí, sí...
-Yo pensé que acabaríais trabajando en el mismo equipo. - comentó su padre.
-Hablando de acabar juntos. ¿Habéis pensado ya...
Inmediatamente la alarma saltó en mi cerebro. Sabía perfectamente qué venía después. Entonces inmediatamente la corté diciendo:
-¡V-Víctor!¿Q-qué has dicho?
Y me levanté corriendo a la cocina, que estaba prácticamente al lado. Le tapé la boca con la mano antes de que respondiese.
-¿Cómo me dejas ahí sólo? - susurré algo indignado.
Subió los hombros como respuesta y volvió a revisar la comida. Cuando se giró nos dimos cuenta de lo cerca que estábamos y retrocedí unos pasos de la vergüenza.
-¡Víctor! - se escuchó decir a su madre. - ¿Me puedes traer algo de beber?
Me di una palmada en la cara. ¿Cómo les había podido dejar sin bebida?
-¡Perdonadme! - me disculpé cuando aparecí en el salón con una botella nueva de vino. Les serví en silencio y volví a la cocina.
-Aquí pasa algo raro. - escuché cuando salí del salón.
-¿Sí?
-Han tardado mucho en abrir. ¿Qué estarían haciendo?
Me tapé la boca y me quedé petrificado con lo que estaba escuchando.
-No pienses esas cosas. Estarían arreglando la casa. Hemos llegado muy pronto.
-¡Pero qué me estás contando! ¡Si no tenían ni la mesa puesta!
Tragué saliva y salí corriendo a la cocina para decírselo a Víctor, pero me choqué con él y por mi culpa casi se le caen los platos que estaba llevando.
-¡Cuidado! - me dijo.
Le dejé pasar y hasta que regresó me quedé dando vueltas nervioso por la cocina, mordiéndome las uñas.
-¿Qué te pasa?
Le tapé la boca de nuevo y le indiqué que hablara bajito para que no nos escucharan.
-Cálmate Arion, sólo son mis padres. - dijo ya susurrando.
-¡Pero esque no sabes lo que están diciendo!
-¿El qué?
Me ruboricé y permanecí callado mirándole. No sabía cómo explicárselo. Víctor me miraba muy confundido y me hizo sonrojarme aún más. Notaba mis mejillas ardiendo y aparté la mirada.
De repente pegó un respingo y corrió al fuego donde estaba la comida. Se estaba quemando. Intenté ayudarle como pude a adornarla para que no se notara demasiado, pero era demasiado cantoso.

Con una sonrisa falsa servimos la comida y permanecimos toda ella en silencio. Además, cada vez que veía que iban a preguntar sobre ese tema cambiaba de conversación. Se quedaron muy confundidos pero no podía evitarlo. No quería que me dijera delante de sus padres que "me quería mucho y todo eso pero no estaba preparado".

Al ir a lavar los platos volví a afinar el oído para escuchar de lo que hablaban:
-¿Has visto?¡Si se les ha quemado la comida y todo!¡Delante nuestro! Yo me voy, sólo hemos venido a molestar.
Me sentí mal por alegrarme pero sinceramente, entre que no estaba cómodo y que yo en vez de esa visita debería estar haciendo otra cosa que al final no pudo ser... No sabía como sentirme.

Anunciaron repentinamente su despedida. Nos dieron dos besos a los dos y nos quedamos solos.
-Voy a recoger. - traté de escaquearme de la incomodidad.
-Yo te ayudo. - se ofreció.

* narra Víctor*
La incomodidad seguía permanenciendo cada vez que nos encontrábamos solos. Mientras metía todo en el lavavajillas y yo le ayudaba, estaba esperando lo que fuera para acabar con ese silencio. Lamentablemente no pudo ser hasta que cuando acabamos con todo nos miramos sin saber qué hacer. Mi móvil sonó como tanto últimamente.
Me fui al salón a responder a la llamada ante la atenta y preocupada mirada de Arion.
-¿Quién era? - preguntó.
-Era Mark. Ya sabemos dónde nos toca ir mañana.
-¡¿Dónde?!
-A Kyoto. Está a dos horas en bus.
-¿Entonces puedo ir contigo?
-Arion, que son dos horas. Entre partido y todo volveré por la tarde aquí.
-¡Pero quiero estar contigo!
Se abalanzó sobre mí y me abrazó fuertemente. No me lo esperaba y acabé sonrojándome.

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Vale, la tontería del cap especial ya está durando bastante y... Aquí viene la pregunta del millón...
¿Queréis que haga un cap de lemon y si cae hard pues cae? 🌚
Yo pregunto antes que nada porque me da cosa, pero creo que es lo que todo el mundo quiere ewe.

Arion x Victor / TenmaxTsurugi( Kyoten)fanfic Y One Shots7u7Where stories live. Discover now