25. Juntos

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Frank estaba diciendo cosas extrañas, lo desperté y solo me miró con sus ojos llenos de lágrimas. Lo abracé y lo console por un rato, luego lo miré y le pregunté que había soñado.

—E-era, e-era ese día, cu-cuando te fuiste– secó las pocas lágrimas que tenía– lo recordé.

—¿Cuando Gerard te lastimó, pequeño?

—Si, pero...– se acomodó en la cama y le dio la espalda a Mikey– ya pasó.

—Pequeño...– lo abrazó y le dio un corto beso en su frente– todo va a estar bien, todo va a estar bien.

Mientras le decía que todo estaría bien él solo me sonrió y poco a poco se quedó dormido. Me acosté a su lado y entonces también me quedé dormido.

Cuando amaneció fui muy rápido a hacerle un desayuno a Frank, Kristin había dicho que quería hablar conmigo y después de mandarnos unos cuantos mensajes quedamos a las nueve de la mañana.

Frank aún dormía y era las siete, tenía tiempo, tenía que ir hasta la otra ciudad así que me tardaría una hora.

Cuando dieron las siete y media ya tenía todo listo, me cambie y haciéndole desayunar a Frank lo dejé con una vecina de a lado, era una mujer algo mayor que tenía muchos gatos, dijo que sería lindo tener compañia y lo dejé con ella, ya no pensaba dejarlo con Gerard.

—¿Me vas a dejar aquí Boo?– dijo haciendo un puchero y abrazando su peluche.

—Solo por unas horas Frankie, luego vendré por tí, si quieres vamos a ir a comer algo que te guste– sonrió.

—¿Prometes volver por mí?

—Lo prometo– sonrió.

Dicho esto, Mikey abrazó a Frank y se despidió, aún tenía tiempo de llegar.

Traté de ir lo más rápido posible, quería saber qué me diría Kristin, sonó algo molesta pero no le tomé importancia, nos veríamos en una cafetería cerca de la casa de sus padres y ahí me lo diría todo.

Llegando estacione el auto y ella ya estaba dentro.

—Buenos días cariño– le dió un pequeño beso en los labios y se sentó frente a ella.

—Buenos días– sonrió– Mikey, quiero ser rápida y clara en este asunto.

—Bueno, dime, ¿Qué pasa?

—Primero, mis padres dijeron que busquemos una casa, pero cerca de aquí ya que será más fácil para ellos.

—No me hago problema pero no quiero vivir cerca de tus padres, no es por malo, no, si no que quisiera que vivieramos un poco alejados de la ciudad, ¿Me entiendes?

—Si... Bueno, eso es aparte, también quisiera vivir un poco lejos de la ciudad, pero ese no es el problema.

—¿Entonces?

—Mira... Se supone que teníamos que vivir 'juntos' solo tu y yo, quedamos en que juntos formaríamos nuestra familia y todo sería solo tu y yo.

—Y será así, pero... ¿A qué te refieres?– miró algo extrañado a Kristin.

—Tienes que ver donde dejar a Frank porque yo no pienso vivir con él.

—¿Pero qué dices? ¿Dónde quieres que lo lleve? Él viene conmigo, yo no pienso dejarlo con Gerard, es muy... Peligroso.

—Yo quiero a Frank, no me mal entiendas, pero él es esposo de tú hermano, él debe hacerse cargo, no tú.

—Pero él puede vivir con nosotros, no puedes decirme eso.

—Mikey, tú decides. Frank o nuestro matrimonio– miró una vez más a Mikey y salió de aquel lugar.

Era una decisión difícil, pero aún no sabía que decisión tomar.

Dulce Pez «FRERARD»Where stories live. Discover now