24.

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||Horas antes||

Albus Potter.

Avanzamos entre los pasillos del tren en busca de un compartimiento, deslice la puerta para entrar sentándome, enfrente mío se sentó Scorpius.

—¿Crees qué venga Isabella?—preguntó mordiéndose su labio viendo la puerta, de notaba preocupado.—La he visto antes de subir al tren, traía sus cosas. Pero no venía atrás de nosotros.

—Sí, lo más seguro que ahorita venga.—dije a lo que él asintió, volteo a ver por la ventana como los demás se subían al Tren.—De seguro se quedó platicando con Jacob.

—Sí, lo más seguro.

—¿Irá en navidad a tu casa?—le pregunte acomodándome en el asiento.

—Puede ser... digo, siempre van.—murmuró viendo aún la ventana.—Así que me imagino que estará ella.

—¿Qué es lo que ha pasado entre tú y ella? Me refiero... últimamente han estado muy raros, muy callados. ¿Algo pasó y no estoy enterado?—pregunte frunciendo el ceño.

—Estamos enojados... bueno, ella está enojada conmigo.—sonrió de lado.—le dije algo, y no le agrado. Isabella es muy...—suspiró agachando la cabeza.—Orgullosa, y yo también lo soy. Entonces no hemos arreglado eso.

–Deberían de hablar.—sugerí.—Por que son mis únicos amigos, y que estén peleados no sirve mucho... ya es un poco incómodo.

—Lo se. Esperó vengan con nosotros así podría hablar con ella de pérdida... no quiero que esté enojada conmigo, la extraño mucho.

—Verás que vendrá.

El tren partió rumbo a casa, recargue mi cabeza en la ventana mientras cerraba los ojos, estaba algo cansado. Y Scorpius estaba más callado de lo normal.

Al abrir mis ojos de nuevo, volteé a ver a Scorpius quien tenía su mirada perdida, apreté mis labios y vi a nuestro alrededor, Isabella no había venido con nosotros.

—Ya falta poco llegar, han pasado horas... es más que obvio que no quiso venir.—dijo Scorpius con tono apagado.

—Deberías hablar con ella.

—¿Cómo hablar con ella? Esta enojada.... mujeres.—reprochó haciendo una mueca.—No las entiendo.

—Creo que ningún hombre las entiende.—dije con una risita, el sonrió flojamente.

–¿Seguro que no quieres ir a mi casa?—preguntó.

—No... veré qué pasa, aún así lo agradezco. Me saludas mucho a tu mamá.—dije sonriendo, el volvió a asentir.

—Está bien, aún así, te enviaré una lechuza contándote de la sorpresa que me tienen.

—Es verdad.... ¿Crees qué esté embarazada?

—No lo se, es lo único que se me ocurre.—dijo rascándose la ceja.—Me imagino que ha de ser eso.

—Posiblemente... ¿No te emociona pensar que tendrás un hermanito?

—De hecho sí, siempre quise un hermanito.—confesó con una sonrisa.— Todas las navidades repetía una y otra vez, "Quiero un hermanito." Y mis papás solo se reían.

—Capaz y ahora sí lo tendrás.

•••

Bajamos del tren con nuestras cosas, caminamos entre la multitud de estudiantes que también iban saliendo, era todo un caos siempre.

¿Y si eres tú? |Scorpius Malfoy| [#2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora