-Me falta amor propio, lo sé. Pero es mi única manera de estar distraída y así puedo pensar que mi vida realmente tiene un propósito.- admití encogiéndome de hombros sin tener ganas de reprocharle ya sus comentarios porque eran la verdad.
Me leía la mente tan fácilmente y me seguía sorprendiendo ello, pero no sé por qué no quise ponerme tan a la defensiva esta vez.
-¿Haces todo esto para olvidar a tu ex novio y para tratar de tener una vida con sentido después de él?- me preguntó de nuevo al quedarse pensativo un rato.
Me costó admitirlo porque ni siquiera con mi familia lo hacía, pero tuve que darle un trago profundo a mi copa para asentir con la cabeza sin más.
-Tú sola estás cavando tu propia tumba. - concluyó al ver lo que hice.
-¿Y qué demonios quieres que haga? ¿Quieres que me salga de trabajar y no haga nada?- le pregunté con ironía, ni siquiera cuando alzaba la voz se conmovía, simplemente se quedaba ahí sentado mientras disfrutaba del Champagne como si fuera una conversación común y corriente de amigos.
-Quiero que trabajes en tu amor propio y dejes fluir las cosas.- me respondió tan pronto como acabé y eso sí me sorprendió. Sin embargo, no le respondí nada porque siguió hablando.
-Nadia, no soy psicólogo, pero llegué a ir a terapia varias veces porque me preocupaba mucho lo que los demás pensaran de mí y me estresaba mucho el no poder controlar ciertas situaciones de la vida. Siempre quería ser perfecto y superar todas las expectativas que la gente me imponía hasta que me cansé porque simplemente me estaba arruinando la vida y no veía ningún buen resultado para mi persona después.- habló negando con la cabeza sin dejar de mirarme a los ojos y yo hice lo mismo con interés.
-¿Y cómo saliste de eso?-le pregunté alzando una ceja sin esperar que se abriera de la misma manera conmigo tan fácilmente.
Apenas nos conocíamos desde hace una semana y ya estábamos compartiendo nuestros peores demonios.
Una parte de mí quería correrlo de mi habitación porque nunca me había atrevido a aceptar mis errores con mis seres queridos y ahora estaba haciéndolo con un chico menor que yo y que acababa de conocer.
Muy propio de mí.
-Leí diferentes libros que me recomendaron y simplemente me obligué a pensar diferente. Dejé fluir las cosas y creo que esa ha sido una de las mejores decisiones que he tomado porque eso me permitió ser yo mismo sin miedo alguno, y sorprendentemente, la gente se acercó mucho más a mí por ser yo de una manera tan libre y así disfruté más de las cosas que pasaban a mi alrededor.- se explicó colocando una pequeña sonrisa triunfal en su rostro.- En pocas palabras, me acepté y trabajé en amarme a mí mismo sin importar las opiniones.
Me le quedé viendo con admiración después de eso y no supe qué decir.
Tuve que volverme a servir Champagne para tener el valor de hablar porque todo lo que había hecho ese chico es lo que tanto me he retado a hacer conmigo misma, pero me falta coraje para hacerlo y no sabía por qué.
-Eso es admirable, pero no sé si yo pueda hacerlo.- respondí al final con ganas de terminar esta conversación y me miró con comprensión.
-Supongo que te da miedo cambiar y no agradarle a las personas de igual manera.- me contestó haciendo una mueca y suspiré negando.
Quería callarme y negar cada palabra que decía sobre mí, pero no podía y simplemente me dejé llevar por primera vez.
Ese también fue el primer error que cometí con él.
YOU ARE READING
Oh no, Yoshua.
Teen FictionÉl estaba desanimado porque no lograba encontrar a una buena chica. Ella estaba ocupada y cómoda con su vida al asegurarse de cumplir todas sus metas sin tener interés en encontrar el amor. Él era libre, extrovertido y alegre. Ella era reservada, ex...
Capítulo 15.
Start from the beginning