Capítulo Extra.

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Yoshua. 

-¡Sofía! ¡Ten cuidado con eso!- exclamó Alex cuando vio a su hija agarrar un globo que ya no tenía aire entre sus manos y con la intención de metérselo a la boca. 

-No juegues así con la pintura. Te vas a manchar.- ahora habló Andrea al ver a su hijo dar palmadas sobre la mesa llena de pintura en la que trataba de pintar. 

-Tranquilos, están en la edad de querer tocar y meterse todo a la boca.- Belinda trató de calmarlos al verlos igual de histéricos que ella había estado cuando Melissa tenía sus primeros meses de edad. 

-Es peor estar en la etapa de la temperatura a las 3 de la mañana.- comentó Jed poniendo los ojos en blanco y Alex alzó las cejas. 

-Dios, cuando Sofía nació tuvo temperatura a los ocho meses y jamás me había querido morir de ver a alguien así.- respondió tratando de calmarse por ver que sus hijos no permanecían quietos. 

Andrea sonrió con ternura al escucharlo. 

-No miente con eso, recuerdo que yo estaba tratando de darle un baño de esponja a Sofía porque no dejaba de llorar y Alex estaba a mi lado llorando también mientras me hacía prometerle que nada malo le pasaría.- comentó negando con la cabeza y me reí sin poder evitarlo. 

-Quién iba a decir que el mismísimo Alex Smirnov sí tenía corazón después de todo.- dije al recordar cómo era de pequeño y el rubio se encogió de hombros. 

-Los hijos te cambian como no tienes una idea.- respondió con total seguridad, pero no pudimos decir nada más porque Alisson por fin había regresado al salón de fiestas en donde estábamos. 

-Lo siento demasiado, las náuseas acaban conmigo últimamente.- se disculpó mientras colocaba sus manos en su vientre con cansancio y Kyle entraba a su lado sin dejar de soltar su mano. 

Él parecía más preocupado y no dejaba de llevarse su biberón de cerveza a la boca para calmarse. 

Eran parte de los arreglos que habían traído y debía de admitir que todo estaba increíble. 

Ni siquiera nuestra fiesta de revelación fue así. 

-Tranquilo, es parte del show.- le dijo Alex al colocar sus manos sobre sus hombros en muestra de apoyo. 

-Esto de ser un señor ya no me gusta mucho.- bromeó viendo cómo todos los invitados parecían estar disfrutando tanto del momento mientras nuestros pequeños corrían por todos lados. 

-Yo sigo siendo joven, no sé a qué te refieres con eso.- le contesté rodando los ojos con diversión porque odiaba pensar en la idea de que verdaderamente éramos unos completos señores y no simples jóvenes que hacían pendejadas en la universidad.

Esto ya era la vida real. 

Sin embargo, André parecía estar más que encantado con el papel porque le encantaba vivir bajo presión y con toda esa fama que se había ganado por tener uno de los mejores despachos de abogados en Miami. 

No podía ni estar con nosotros porque una señora desconocida se había acercado a él para pedirle consejos sobre cómo quitarle la mayoría de los bienes a su marido después de pedirle el divorcio.

Valerie siempre le decía que debía de poner límites para que lo dejaran en paz con su vida personal, pero el chico nunca había sido tan capaz de decirle a alguien que no. 

Es André Montero. 

-Julieta no deja de decir que extraña a su papá y tuve que venir a cumplir su deseo de estar contigo.- escuché una voz que me seguía poniendo la piel de gallina con tan solo escucharla y sonreí dándome la vuelta para encontrarme con Nadia. 

Oh no, Yoshua.Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin