Oh no, Yoshua.

Capítulo 26.

Yoshua

-¿Y tú qué traes ahora?-escuché una voz detrás de mí preguntarme con diversión y confusión al mismo tiempo.

Solté un suspiro agobiado mientras me terminaba el segundo vaso de whisky bien cargado que me había servido en lo que Kyle hablaba animadamente con Alex sobre algo que no me interesaba.

Había besado a Nadia, joder.

¿Qué mierda estaba pensando cuando decidí llevar a cabo el estúpido plan de pedirle matrimonio para cenar gratis en ese restaurante?

No pensé que las cosas iban a terminar así.

Simplemente escuché al dueño de un bar del hotel hablar sobre las promociones que daban los restaurantes más caros en lo que Gemma y Anna se medían un par de vestidos en las tiendas del Mandalay Bay.

Después lo escuché decir que el restaurante de Paris regalaba la cena y toda la velada a las parejas que se comprometieran en ese lugar y me pareció una gran idea.

Ahora no sabía qué mierda hacer.

¿Ella había sentido algo?

No quería ni saberlo.

Por eso no le dije nada al respecto cuando regresamos al hotel y me hice wey en todo el camino.

Nadia también estaba algo confundida y no sabía qué decir, pero se esforzó por seguir teniendo el buen ambiente que había entre los dos antes de todo.

Pero yo estaba tan perdido en mis pensamientos, que creo que me porté muy distante con ella.

Estaba aterrado.

Ese estúpido beso me había movido el mundo y no me gustaba esa sensación.

Nadia y yo no podemos estar juntos, ella no es mi tipo y yo tampoco soy el suyo.

-Nada, sólo estoy pensando en la boda.- les mentí dándole el último sorbo a mi vaso mientras el sabor se quedaba en mi garganta por un momento.

-Me das tanta risa cuando mientes, ya suelta la sopa.- escuché la respuesta del ojiverde mientras tomaba asiento a mi lado.

Los cuatro habíamos terminado en el bar principal del hotel cuando las chicas se reunieron para recoger sus vestidos y preparar los últimos detalles antes de la catástrofe.

No teníamos idea de dónde estaba Ansel, pero me alegraba que no estuviese aquí porque no sabía cómo reaccionaría si le dijera que besé a su hermana y le pedí un matrimonio hace una hora.

-No tengo nada, les estoy diciendo la verdad.- volví a mentir sabiendo que los chicos no me iban a creer porque era muy fácil saber cuando estaba diciendo la verdad o no.

Nos conocíamos a la perfección.

Sin embargo, no les importó que no les quisiera decir la verdad desde el principio y los tres tomaron asiento a mi lado mientras Alex sonreía con orgullo.

-Y yo que pensé que nunca seríamos cupido contigo- lo escuché responderme mientras me ponía una mano en el hombro para mostrarme apoyo.

Negué de golpe.

-No es lo que piensan.- les dije rápidamente sin quitar la vista de mi vaso mientras la música del lugar sonaba de fondo y los chicos se lanzaban miradas cómplices.

-¿Qué pasó con Nadia?-me preguntaron los tres a la vez y yo me puse tenso.

-Nada- dije lo más seguro posible hasta que Kyle mandó llamar al mesero para que me sirviera una copa de la bebida más fuerte que tenían para hacerme hablar.