Capítulo 17

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- Teo! Que se te enfría el desayuno!

Luisita gritó una vez más, exhausta. Era la cuarta vez que llamaba al niño y este no le hacía caso

Estaba a punto de ir a buscarlo a su habitación cuando el timbre retumbó por todo el piso, y el pequeño apareció por allí corriendo a toda velocidad, tomando por sorpresa a su madre

- Yo voooy!

- Eh eh quieto ahí!

La rubia volvió a gritar pero su hijo, una vez más, no le hizo caso y se dirigió a la puerta, poniéndose de puntillas para poder abrirla

- Teo!

Luisita exclamó enfadada, dando pasos contundentes hacía él. Pero para cuando llegó a su lado el menor ya había abierto la puerta

Y la rubia detuvo en seco sus movimientos al ver lo que había del otro lado

Amelia estaba parada allí con un ramo enorme de margaritas en una mano y una bandeja de desayuno que, al parecer acababa de comprar, en la otra

La morena sintió un tirón en su abrigo y rápidamente le entregó a Teo un ramo más pequeño de margaritas. Después de todo él era su cómplice en todo aquello

- Sorpresa!

- Sopesa!

Hablaron a la vez, con una sonrisa en sus rostros, tendiéndole las flores a la rubia y provocando que esta se llevara una mano a su boca, intentando controlar su emoción

- Pero y esto qué es?

- Feliz cumpeaños!

El niño habló acercándose a su madre y abrazándose a sus piernas. Luisita se inclinó para poder tomarlo entre sus brazos y dejo mil besos en su mejilla antes de que el pequeño se abrazase a su cuello

La camarera miró a Amelia con un gesto de no entender nada, intentando que le explicase algo de toda aquella situación

- Feliz cumpleaños

La morena habló con una sonrisa, encogiéndose de hombros. Y Luisita le tendió una de sus manos, invitándola a que se acercase a ella y, cuando lo hizo, dejó un pequeño beso en sus labios

- Pero cómo.. cómo sabes que hoy es mi cumpleaños?

- Cupabe!

Teo habló, saliendo de su escondite con una sonrisa inocente en su rostro

- Tú se lo has dicho?

La rubia preguntó, haciéndole cosquillas y provocando que el niño riera aún en sus brazos

- Sí!

- Y menos mal que me lo ha dicho..

La actriz habló sin apartar su mirada de la rubia y esta respiró profundamente antes de hablar

- Teo.. por qué no vas a la sala y nos esperas allí?

El niño sólo se limitó a asentir y se bajó de los brazos de su madre para, seguidamente, correr hacia el sofá

- Amelia..

- Son para ti

Habló tendiéndole el ramo que tenía en su mano, provocando una sonrisa en la otra

- Gracias..

- Y esto también

Le enseñó el desayuno que traía para, luego, dejarlo sobre la barra de la cocina

Conociéndote - LuimeliaМесто, где живут истории. Откройте их для себя