Capítulo 12

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Luisita se despertó cuando sintió a alguien sacudiendo su brazo. Abrió sus ojos y se encontró con los de su hijo mirándola fijamente

Se incorporó sentándose de golpe y en ese instante se dio cuenta que no estaba en su cama, sino en el sofá de la sala. Llevó una de sus manos a su rostro y cerró sus ojos al sentir un fuerte pinchazo en su cabeza, había bebido demasiado vino la noche anterior

Pero, aún así, aquello no le impedía recordar todo lo que había pasado

- Mami tas ben?

La voz de Teo la trajo devuelta a la realidad y volvió a dirigir su vista a él

- Sí.., qué.. qué haces aquí mi amor?

- Pensaba que te había ido..

- Pero cómo me voy a ir, Teo? A dónde?

El pequeño se encogió de hombros

- Oí uido de pueta

La rubia frunció su ceño levemente al oír las palabras de su hijo

Hasta que cayó en la realidad

Amelia

- Hace cuanto oíste el ruido de la puerta?

- Un ato.. pero me quedé en cama poque ya soy gande y no queia despertate..

Luisita sonrió ante sus palabras

- Ven aquí..

Le habló a la vez que lo tomaba entre sus brazos y lo sentaba sobre sus piernas para abrazarlo y dejar besos en su mejilla, provocando que el niño riera

- Mami! Bata!

- Basta tú de crecer tan rápido

Siguió dejando besos por toda su cara hasta que Teo finalmente pudo liberarse de sus brazos y se sentó a un lado, mirándola fijamente

- Mamá..

- Qué?

- Po qué tabas dumiendo aquí?

La rubia cambió su gesto en un instante y se puso tensa de repente

- Porque.. me quedé viendo una peli y al final me venció el sueño, como te pasa muchas veces a ti eh

Le hizo cosquillas en el cuello y Teo rió, volviendo a huir de las manos de su madre para poder preguntar otra duda que atacaba su cabeza

- Melia tamben dumió aquí?

Luisita volvió a sentir los nervios apoderarse de ella. Tenía miedo de que el niño se hubiese levantando en algún momento y las hubiera visto juntas, después de todo no sabía a qué hora se había ido la morena

Además de eso, también le causaba cierto temor lo rápido que su hijo se había encariñado con Amelia. Nunca lo había visto así con nadie y, a decir verdad, aquello tenía su parte buena y su parte mala

- No Teo.. Amelia se ha ido y durmió en su casa

Teo la observó unos segundos en silencio y luego agachó su mirada levemente, sumido en sus pensamientos

Luisita lo miró con su ceño fruncido y tomó su carita para que volviera a mirarla

- Qué pasa?

- Melia no se despido de mi..

Habló con un tono triste y su madre quiso comérselo allí mismo

Conociéndote - LuimeliaOù les histoires vivent. Découvrez maintenant