Conociéndote - Luimelia

Capítulo 26

Habían pasado tres días desde aquel encuentro de Amelia con su padre. Luisita notaba como, desde aquel entonces, la morena estaba rara, como si una parte de ella se hubiese apagado

Claro está que había intentado hablar con ella varias veces pero esta siempre encontraba alguna manera para huir de aquella conversación. La rubia entendía que, tal vez, necesitaba su espacio pero aún así le dolía cada rechazo que recibía por su parte. Más de una vez se encontró con una Amelia respondiéndole mal a sus preguntas o simplemente ignorándola, como si no estuviera allí 

La noche anterior se habían ido a dormir más separadas que nunca, juntas en la misma cama, pero separadas al fin y al cabo. No sólo físicamente, ya que una había dormido en una punta y la otra en la otra, sino también emocionalmente distantes. La discusión empezó cuando Luisita había intentado acercarse a ella una vez más, intentado comprenderla y acompañarla en aquella situación. Pero lo único que recibió fue una negativa por parte de la actriz y una nueva contestación de mala gana

Por lo que aquella mañana, Amelia se despertó sola en la cama, con un sabor amargo en la boca y un cosquilleo para nada bueno en su pecho y estómago. Se levantó, arrastrando los pies por el pasillo a la vez que acomodaba un poco su cabello despeinado.
Llegó a la cocina y allí se encontró con Luisita preparando café, mientras Teo desayunaba en la barra hablándole a su madre con una energía que sólo él podía tener a aquellas horas

- Buenos días..

Habló con voz pequeña, con una timidez que no la caracterizaba para nada

- Benos días!

Teo la saludó de forma alegre, estirando sus bracitos hacia ella, provocando una pequeña sonrisa sincera en la morena. Se acercó a él y lo abrazó con fuerza para seguidamente dejar un beso en su frente, acomodando sus bucles alborotados en el proceso

- Buenos días Luisita..

Se dirigió directamente a la rubia al ver que esta no había emitido palabra ni se había girado a verla 

- Buenos días

Respondió simple y secamente, pasando por su lado sin siquiera mirarla para dirigirse a la sala

Amelia largó un pequeño suspiro al saber que la había cagado y que claramente la camarera no quería saber nada con ella en aquellos momentos. Aún así sintió un pinchazo en su pecho al sentirla tan lejana, nunca la había visto de aquella manera y eso le dolía

- Y mi madre?

Preguntó, sentándose junto a Teo en uno de los taburetes de la cocina

- Se ha ido hace un momento, dijo que quería dar un paseo y comprar algunas cosas

- Vale..., Luisita..-

- Teo terminate eso que se nos hace tarde

La rubia la interrumpió antes de que pudiese decir nada. Provocando que la otra sintiera un nuevo pinchazo y frunza su ceño

- Te vas?

- Sí

- Donde?..

- A trabajar

- Pero.. si tú trabajas por la tarde

Amelia hablaba con toda la suavidad del mundo aunque se sintiera completamente confundida

- Lo sé

- Entonces?..

- Pues que tengo que cubrir doble turno por algunos días, dentro dos semanas me voy a París.. por ahora, vaya