Capítulo 1

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El silencio reinaba en el bar donde Luisita estaba terminando de ordenar todo para, por fin, poder irse a casa

Había sido un día agotador para ella y la lluvia que caía fuera no ayudaba mucho en su humor. Solían gustarle los días de tormenta pero aquel martes apenas habían entrado cuatro personas en la cafetería, ya que prácticamente no había gente en la calle

Terminó de lavar las pocas cosas que había utilizado y apagó todas las luces, dejando encendida sólo una de ellas

Sacó el dinero de la caja y, cuando estaba terminando de guardar todo, oyó la campanilla de la puerta anunciando la llegada de alguien

Levantó la vista con pánico y vio que se había olvidado de poner el cartel de cerrado

Mierda

Desde su perspectiva sólo veía la sombra de una persona, no podía identificar si era hombre o mujer y eso, a decir verdad, le generaba aún más incomodidad

Las gotas de agua generaban un pequeño charco a su alrededor y la rubia tragó en secó antes de hablar

- L-lo siento, ya estamos cerrando

Dijo, intentando disimular sus nervios lo máximo posible

Aquel extraño finalmente se sacó la capucha que le impedía a la camarera ver de quién se trataba

Y su corazón se relajó al ver que no se trataba de él sino de ella

- Perdón perdón, como vi el cartel que decía abierto pues pensé que podía entrar, lo siento

Aquella morena habló de forma rápida, pidiendo disculpas atropelladamente y provocando que Luisita, por fin, encendiera las luces una vez más para poder verla

La extraña achicó un poco sus ojos, producto de la sorpresa de tener tanta claridad de repente. Y la rubia abrió y cerró su boca repetidas veces sin saber muy bien qué decir

Pequeñas gotas de agua caían del cabello de la recién llegada, la lluvia lo había aplastado por completo pero aún así se podían notar los rizos en él 

Luisita repasó de arriba a abajo a aquella mujer y carraspeó un poco antes de hablar

- No.. no te preocupes, es que me he olvidado de darle la vuelta al cártel.., lo siento pero no puedo atenderte

Habló algo arrepentida 

- No no, qué va. Si en realidad no entré a consumir nada, sólo quería resguardarme de la lluvia y pues.. entré en el primer lugar que vi abierto

La morena respondió con una sonrisa algo tímida

- Oh.. vale, pues entonces no hay problema, puedes quedarte hasta que pare un poco al menos

- Segura? De verdad que si te estabas por ir no pasa nada, ya me voy a otro lugar y..-

- Que no mujer -sonrió para tranquilizarla- no te preocupes de verdad. Esta cayendo un diluvio ahí fuera y no creo que encuentres otro lugar abierto a estas horas, además que yo también debería esperar a que el clima se calme un poco, que es imposible salir así

- Vale.. pues muchas gracias de verdad

La extraña habló con una sonrisa sincera en su rostro, provocando que la otra volviese a perderse en ella

Bajó su vista por su cuerpo y al llegar al piso notó que un nuevo charco se había formado a su alrededor, ahora más grande que el otro

La morena bajó su mirada para ver qué observaba aquella rubia y se sintió completamente culpable al ver cómo estaba dejando todo

Conociéndote - LuimeliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora