New in town...

32. Promesas, Promesas.

-¿Por qué? -dijo mirándome aún en el suelo- ¿por qué, Fernanda?

-Y..Yo...

-¡¿Tú qué?! -empezó a levantar un poco la voz, pero al darse cuenta se disculpó- lo siento... Es que.... No...

-Harry, ¡no sé! Empecé cuando fuimos a vivir a LA... Que me separaran de mis mejores amigos me dolió demasiado! Después el venir aquí ya sin estudiar, perdí mis sueños cuando me sacaron de la escuela, ¡de milagro sé lo que te estoy enseñando! Ellos nunca están conmigo, me falta alguien, me siento vacía... Pero supongo que pensarás que soy una psicópata... Mejor me voy... Olvídate de que alguna vez existí y sigue con tu vida -me levanté del suelo y fui a la puerta de la casa-

Pero cuando estaba apunto de llegar, sentí una mano que me jalaba el brazo y me daba la vuelta

-¡¡Auch!! -exclamé al sentir que Harry apretaba mis heridas-

-Lo siento, no era mi intención herirte más... Yo te amo tal y como eres, nunca te dejaré sola, pero prométeme algo...

-Lo que quieras...

-Ya no te cortes... Simplemente no podría sobrevivir sin tenerte o teniendo la idea todo el día en la cabeza de que te estas lastimando...¿por favor? ¿Por mí?

Accedí mientras sonreía y me daba un gran beso... Ese día prometimos estar siempre el uno para el otro...

*fin flashback*

Sonreí al recordar ese momento, pero miré mis cicatrices en las piernas y esa sonrisa desapareció de mi rostro... Recordé que había puesto todas mis navajas en una caja completamente sellada abajo del lavamanos, sin pensarlo 2 veces la abrí y tomé la última navaja con la que me había cortado las muñecas, abrí mis cicatrices de nuevo en la ducha.

-Hasta la vida por ti... Amor mío... -dije mientras abría la cicatriz más grande...

Terminé también con mis muñecas y podía ver toda la sangre que salía de mí, corría mezclandose con el agua que caía, intentaba llorar... Pero simplemente no podía... Tal vez sí sea débil después de todo...

Salí de la ducha y me vestí sin importarme que mi ropa se llenara de sangre, era lo que menos me importaba... No quería llamar la atención tanto, entonces me puse la misma blusa negra que había arreglado después de que Harold le arrancara las mangas, unos pantalones pitillos de mezclilla y salí sin siquiera peinarme, me dirigí a Liam que estaba sentado en la sala, me miró y pude sentir su pureza interna, es lindo y tierno...

-¿Lista? -dijo mientras se levantaba del sillón-

-Claro.. - dije cabizbaja- vámonos

El entendió que seguía triste por lo de Harold, pero no creo que se imagine cuánto...

Me subí al auto y salimos al hospital, quedaba como a 20 minutos de mi casa... Pero Liam frenó de un derrepente y se acercó a la banqueta, casi hace que me estampe contra el cristal.

-¡¿Pero qué te pasa?! -dije gritando un poco- ¡pude haber salido volando por en parabrisas!

-¿Qué me pasa a mí? -dijo enojado- ¡¿qué te pasa a ti?!

-¿Pero de qué carajos hablas?

Señaló mis pantalones en los que se marcaba la sangre de mis cortes en las piernas, tomó mi brazo y a la fuerza bajó mi manga, también vio cómo la poca sangre que no había coagulado seguía corriendo por mi brazo... Me miró con decepción...

-No, no por ese imbécil -dijo mirando mi brazo-

-¿Quién dijo que es por él?

-¡Vamos Fernanda! ¡no soy estúpido!

-¡Yo sé que no lo eres! Pero...

-¿Pero qué? ¡Pero nada! ¡No te vas a hacer daño por culpa de ese que todos creíamos nuestro amigo!

-¡Ya! Pareces mi papá.

-No soy tu papá, pero igual te voy a cuidar! ¿Dónde está ese imbécil?

-No sè, no lo he visto desde que se quería suicidar en mi casa.

-¡¿Que él qué?!

-Mierda... Tú no debías saber eso...

Se quedó en silencio y retomamos nuestro camino al hospital sin decir ni una sola palabra hasta que llagamos al estacionamiento.

-Liam... Lo hice sin pensar, yo no, no quería... Rompí la promesa que le hice a Harold de ya no hacerlo...

-Ya no digas nada... Sólo no vuelvas a hacerte daño por alguien que no vale la pena...

-Es que el sí lo vale...

Sollocé un poco mientras Liam me abrazaba aún sin bajar del auto, me sentía protegida en sus brazos, era algo inexplicable...

Llegamos al cuarto de Zayn, al de terapia intensiva, ahí estaba _______ con Malena y Niall, Zayn estaba atrás de un cristal, era como una ventana para poder verlo.

-¿No pueden entrar? -pregunté mientras ______ me daba la espalda, así que la asusté un poco-

-¡Fer! -se abalanzó sobre mí dándome un gran abrazo- Te extrañé mucho, no sabes cuánto.

-En serio lo siento, pero necesitaba alejarme un poco.

-Bueno, lo importante es que quisiste venir.

Me puse la chamarra amarrada a la cintura de modo que no se viera la sangre de mis cortadas...

-Ahora regreso -dijo Liam- olvidé algo en mi casa.

-Claro - dijo _____- con cuidado

Liam salió del hospital y nosotros nos quedamos con ______

-Fer - dijo _____- tengo que hablar contigo.

-Sí, ¿qué ocurre?

Me llevó hacia la primera habitación de Zayn que seguía vacía, Niall y Malena no vinieron...

-¿Me quieres explicar qué pasó con Harry?

-Pff... Él ... Me engañó con Pamela en la fiesta.

-Fer, entiéndelo, no te estoy pidiendo que lo perdones tan fácil, pero el alcohol te hace hacer cosas extrañas, mira lo que le pasó a Zayn! Estuvo apunto de morir 2 o 3 veces por culpa del maldito alcohol.

-¿Ahora lo estás defendiendo?

-No, Fer, sólo te estoy explicando las cosas.

-¡No! ¡No quiero escuchar nada de él!

-Fernanda, por favor escúchame, ni él ni Pamela sabían lo que hacían, no lo pierdas como yo estuve apunto de perder a Zayn.

-Yo sé que me ama, y yo lo amo, ¡pero por ningún motivo lo voy a perdonar!

-¿sabes qué? ¡Haz lo que quieras! Tú eres la que va a perder al amor de su vida por una estupidez que además de todo, ¡Fue un accidente!

-¿Es accidente acostarse con otra?

-¿No estaban peleados en ese momento? ¡por algo que tampoco tenía importancia! ¡Harry lo da todo por ti!

-¡Ya! ¡Basta! ¡Me largo de aquí!

Salí de la habitación lo más rápido que pude, no quería verla, ella no me entendía, no sabe cómo me siento, apuesto que si a ella la hubieran engañado no estaría tan tranquila... No la quiero volver a ver, ¡ni a ella ni a nadie!