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El reloj de su escritorio marcaba las nueve en punto. BaekHyun tenía el café listo y los papeles ya casi por terminar. No habia estudiado en vano, y luchado tanto por aquel trabajo como para dejarlo así: daría lo mejor de sí mismo siempre.

- Buenos días -

Aquella voz que lo llamó lo hizo levantar enseguida su mirada, dejándo de lado las cuentas que estaba pasando ese momento.

- ¿JongIn? - preguntó, curioso - ¿tal vez tienes cita con...? Espera, ¿tu apellido es Kim, no?

Asintió, cruzando los brazos mientras sonreía burlonamente y esperaba su respuesta.

- ¡Que irrespetuoso soy! - declaró, haciendo una venia perfecta - bienvenido jefe.

- No seas formal conmigo - comentó, apoyando su mano en su hombro - para ti soy JongIn.

- Es que, yo... -

- Eres mi secretario y vecino - añadió, alejandose para abrir la puerta de su despacho - una gran admiración para mí también.

- Su café - dijo BaekHyun, aún sorprendido - ¿admiración? ¿Por qué?

- Te decidiste a criar a tu hijo, Baek - recordó, tomando asiento - y solo, sin pedir ayuda a nadie.

- Eso es verdad pero...no soy el único caso -

- Pero eres el mejor caso que conozco - elogió, tomando un poco de café - uhm, está delicioso. ¿Tú lo preparaste?

- Sí, ¿puedo traer mis materiales mañana? Para sentirme más comodo... -

- Claro que sí, hazlo -

Byun asintió, saliendo de la oficina y cerrando la puerta tras suyo. Se sentía tan feliz de que su vecino guapo sea su jefe y no cualquier otro desconocido.

JongIn era el alfa más agradable que había conocido en su vida, y esperaba que su relación se mantuviera en esa línea; no como con su ex, que fue una gran mentira.

Sacudió la cabeza, borrando aquellos recuerdos que empezaban a llegar.

Fue cuando revisó su agenda, tomando en cuenta lo que tenía pendiente y tomando una carpeta azul, volviendo a la oficina principal.

- JongIn, la reunión... -

Mientras tanto, ChanYeol llegó a sus prácticas de fotografía en uno de los salones de la Universidad. Revisaba su equipo una y otra vez, asegurandose de que todo estuviera bien.

- Eres un loco - le dijo su compañero, Matthew Kim, torciendo los ojos.

- Solo quiero que todo salga perfecto - recalcó, frunciendo el ceño.

- Calmate, todo va a salir bien - le dijo Wu YiFan, palmeando su hombro.

- Eso espero, este es mi pase para la SM - comentó, ilusionado.

- ¿De verdad quieres trabajar ahí? - preguntó YiFan, preocupado.

- Claro que sí, siempre ha sido mi sueño -

- Mi hermano menor trabaja ahí - explicó, apoyandose en la pared - ese lugar si es una locura completa. Mayormente no tiene vacaciones y su jefe es idiota.

- No todos son así, no lo creo - ChanYeol intentó defender en lo que creía - son siete pisos, espero que me toque en un área distinta.

- Esperemos que sí - estiró su mano y le revolvió el cabello - hay dos jefes más: Kim JongIn y Kim JunMyeon. Soy amigo del segundo, es un poco más dulce, aunque el tierno Kai es un amor.

- ¿Kai? - cuestionó BM, extrañado - ¿no es el famoso modelo...?

- Lo es - confirmó - aunque no le gusta que lo reconozcan por eso.

En eso llegaron un grupo de personas, entre ellos, el omega que había visto en la mañana en su edificio. Lo reconoció por el ceño fruncido y su expresión seria.

- Mi nombre es Do KyungSoo - saludó, con esa mirada frívola paseandose por todos los aprendices - soy el director de fotografía y diseño de SM Model Company. He traído a mis modelos para probar su creatividad y habilidad. Comencemos.

- Mi nombre es Gong MinJi, soy la modelo número uno -

- Mi nombre es Kim YeWon - saludó la segunda, más sonriente - un gusto en conocerlos.

- Soy Lee ChaeRin - una mujer alta y de aspecto pulcro levantó la barbilla, desafiante - calificaré cada una de sus acciones. Trabajo con Do, así que cuiden su trasero que mi patada que no es suave, novatos.

- Bien, ¡Wu YiFan! - llamó KyungSoo, con unas hojas entre manos.

- Presente -

Así pasaron los minutos más largos para ChanYeol, que esperaba pacientemente en una de las sillas del lugar. Todos parecían tan habilidosos...que realmente dudó de sí mismo.

- ¡Park ChanYeol! - llamó la mujer de las patadas, y su cuerpo tembló.

- Vamos dramático - le animó BM - eres el mejor, solo hazlo.

Asintió, tomando su equipo y avanzando hacia la primera modelo, que tenía una expresión seria. Acomodó su cámara, y sacó algunos materiales de su bolso.

- ¿Qué haces...? - susurró KyungSoo, extrañado.

Pero el aprendiz no hizo caso, y sacó frascos con brillantina roja, pétalos de rosa y una tela larga y roja. Luego caminó hacia la modelo que vestía del mismo color, y acomodó todas las cosas nombradas en la misma. Luego tomó un adaptador y cosas más que ninguno de los dos coordinadores entendieron.

Luego pasó a la segunda modelo, que tenía una sonrisa tenue y su actitud era más alegre.

- ¿Azul o blanco? - le preguntó, algo tímido.

- Azul - respondió ella, amable - es mi color favorito.

Volvió a asentir, sacando materiales distintos con ese color. Acomodó todos los materiales en ella, tomando una foto que lo puso feliz al pasar su cámara a las manos de los profesionales.

Sus amigos lo recibieron alegres, deseandole lo mejor.

- Siempre haces buenas fotos - declaró YiFan - seguro te eligen.

- Estoy temblando - aseguró, aferrandose al mayor - ¡voy a vivir bajo un puente!

- Repito - insistió Matthew - es un dramático.

- Es un niño dramático - afirmó quien lo sostenía - no voy a dejar que vivas bajo un puente, idiota.

Fue cuando el llamado por parte de la coordinadora lo puso más nervioso, mordiendose su labio inferior.

- Es la hora -

Estaba nervioso, ¡solo pedia una oportunidad!

Estaba nervioso, ¡solo pedia una oportunidad!

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