𝙋𝙖𝙥𝙞! - 𝘾𝙝𝙖𝙣𝘽𝙖𝙚𝙠

シ︎ᵖʳⁱᵐᵉʳ ᶠⁱⁿ ᵈᵉ ˢᵉᵐᵃⁿᵃ ᶜᵒⁿ "ᵖᵃᵖᵃ́"シ︎

El sábado llegó, tras una árdua semana llena de trabajo, enredos y muchos sonrojos para BaekHyun. Se levantó, besando en la frente a su hijo antes de salir y caminar a la cocina, a preparar el desayuno. Ese día saldría con ChanYeol al parque, como habían quedado la noche anterior.

El timbre sonó y abrió la puerta, topandose con el alto muchacho, ¡era tan adorable verlo con esa capucha de oso!

- ¿Acaso también eres un bebé? - cuestionó el mayor, sonriente.

- Todos llevamos un niño dentro - se defendió, pasando por un lado - también tengo uno igual para Kun.

- No debiste molestarte... -

- Lo hice, ¿qué se le va a hacer? - rió - ¿está despierto?

- Aún no - suspiró - despiertalo, deben desayunar, ambos.

- Pero yo ya comí - hizo un leve puchero, que no pasó desapercibido.

- Ya te hice desayuno, ¿qué se le va a hacer? - imitó, encogiendo los hombros.

ChanYeol bufó y se adentró a la habitación mientras BaekHyun soltaba una risita traviesa y volvía a su labor incial. Sirvió lo preparado en tres platos con dibujos de patitos bebés en el fondo: KunHang era muy selectivo al momento de comprar, no lo juzguen.

- ¡Aterrizamiento autorizado capitán! - dijo el niño mientras Park lo hacía volar por los aires y lo dejaba en su silla, riendo.

- Listo mi capitán, hemos llegado a nuestro destino -

El padre se enterneció, pellizcándole las mejillas a ambos, que se quejaron al instante.

- ¡Son tan adorables! - dijo, soltándola - que mata.

- ¡Omma mala! - chilló Hendery, fregando la parte apretada.

- Hyung malo - repitió ChanYeol, haciendo el mismo gesto.

Si un extraño los viera, dijera sin dudar que eran padre e hijo, porque se parecían demasiado y hacían ese tipo de gestos tan coordinados...

- Bueno, a desayunar, que se nos hace tarde - interrumpió sus pensamientos con la orden - Kun debe volver a hacer sus tareas.

- Yo te ayudo campeón - objetó el otro adulto - sacarás diez, ya lo verás.

- ¡Sí papi! -

BaekHyun sonrió, sintiendo claramente como su vista se tornaba levemente borrosa: era una sensacón tan...inexplicable que inundaba su ser.

- ¿Sucede algo? - la voz de su menor lo despertó.

- Oh, nada - sonrió, limpiandose las lágrimas que se le habían escapado con la manga de su sudadera - iré a cambiarme, vuelvo.

- Esta bien hyung, yo le colocaré su chompa con orejas a Kun - anunció, tranquilo.

El mayor asintió y se adentró a su habitación, cerrando la puerta antes de empezar a buscar una parada para salir. Quería escoger algo sencillo y, a la vez, llamativo.

Tras buscar por unos minutos, encontró lo que buscaba y dio brinquitos de felicidad, procediendo a ponerse el nuevo conjunto.

ChanYeol estaba revisando que su mochila con aperitivos, documentos y billetera mientras se moría de ternura al ver al pequeño con una capucha parecida a la de él cuando su mayor salió.

Se giró para anunciarle que le quedaba perfecta la vestimenta al niño cuando se quedó congelado ante la resaltante belleza de este.

- ¿Chan? ¿Sucede algo? -